jueves, 24 de julio de 2014

AL CREAR SEMILLAS Y DERECHOS DE PROPIEDAD LA INDUSTRIA ESTABLECE UN IMPERIO MONOPÓLICO

LA LETRA MENUDA 
DE LAS GUERRAS POR ALIMENTOS

Escribe Dra. VANDANA SHIVA(*) 
 Columnista de “La Jornada” de Mexico 
22 de Julio 2014.

(*) Dra. VANDANA SHIVA (INDIA) Filósofa, activista medioambiental y eco-feminista. Fundadora y directora de Navdanya Research Foundation for Science, Technology, and Ecology. Autora de numerosos libros.Ha sido asesora de gobiernos en India y en el extranjero y en el Foro Internacional sobre Globalización, la Organización de Mujeres de Entorno y Desarrollo y la Red Tercer Mundo. Ha recibido numerosos premios, incluyendo el 1993 Right Livelihood Award (Premio Nobel Alternativo) y el Premio de la Paz Sydney 2010.

Monsanto y sus amigos en la industria biotecnológica, sus cabilderos y sus representantes pagados en los medios continúan impulsando el control monopólico de los alimentos en el mundo mediante su oferta de semillas. Este imperio se construye sobre fundamentos falsos: que Monsanto es creadora/inventora de vida y, por tanto, puede ser propietaria de las semillas por medio de patentes y que la
vida se puede producir con ingeniería y máquinas, como un iPhone. Por la ecología y la nueva biología sabemos que la vida es una complejidad organizada por sí misma: se contruye sola, no es posible manufacturarla. Esto se aplica también a la producción de alimentos mediante la nueva ciencia de la agroecología, la cual nos brinda un conocimiento científico más profundo de los procesos ecológicos a nivel del suelo, las semillas vivas y la comida viva. Las promesas de la industria biotecnológica –mayores rendimientos, reducción del uso
de químicos y control de malezas y plagas– no se han cumplido. El mes pasado un fondo de inversión demandó a DuPont por mil millones de dólares por promover cultivos resistentes a herbicidas a sabiendas de que no lograrían controlar las malezas y en cambio sí contribuirían al surgimiento de "supermalezas". Al crear la propiedad de semillas mediante patentes y derechos de propiedad intelectual, e imponerla en el planeta por medio de la Organización Mundial de Comercio, la industria biotecnológica ha establecido un imperio monopólico sobre las semillas y los alimentos. Además de reclamar la propiedad de las semillas que vende y cobrar regalías, en materia de controles y equilibrios sobre seguridad, la industria biotecnológica destruye sistemáticamente leyes nacionales e internacionales relativas a la bioseguridad, afirmando que sus productos son "como la naturaleza los creó". ¡Es esquizofrenia ontológica! La bioseguridad es la evaluación multidisciplinaria del impacto de la ingeniería genética sobre el ambiente, la salud
pública y las condiciones socioeconómicas. En el ámbito internacional, la bioseguridad es derecho internacional consagrado en el Protocolo de Cartagena sobre Bioseguridad. Yo fui designada por un grupo de expertos para elaborar el marco del programa ambiental de Naciones Unidas, con el fin de poner en vigor el artículo 19.3 de la Convención de Naciones Unidas sobre Diversidad Biológica (CDB). Monsanto y sus amigos han intentado negar a los ciudadanos el derecho a la alimentación saludable oponiéndose al artículo 19.3 desde la Cumbre de la Tierra en Río, en 1992. En estos días intentan desmantelar las leyes nacionales sobre bioseguridad en India, Pakistán, Unión Europea y toda África y América Latina.    (…ir a la nota completa)

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