«KURDISTÁN»...
PERO AL ESTILO ISRAELÍ
Fuente “Red Voltaire”-Damasco-
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فارسى 13 de julio de 2014
(*) THIERRY MEYSSAN (1957 Gironda, Francia) es
un periodista y activista político francés, autor de investigaciones sobre la
extrema derecha así como sobre la Iglesia Católica, entre otras. Escritor y analista
internacional., Presidente
fundador de la Red Voltaire y de la conferencia Axis for Peace. Sus análisis
sobre política exterior se publican en la prensa árabe, latinoamericana y rusa.
Cuando David Ben-Gurion proclamó
unilateralmente el Estado de Israel, la defensa de esa entidad suponía la
creación de una zona de seguridad alrededor de esta. Esto correspondía a la
estrategia europea de los «peldaños»: las guerras israelíes buscaban extender
el territorio de Israel o, como mínimo, desmilitarizar las zonas colindantes
con su frontera. Pero, a raíz de la aparición y generalización de los
misiles,
la congelación de los «peldaños» dejó de representar una garantía. De modo que,
en 1999, Israel estuvo a punto de devolver el Golán y, en el 2000, prefirió
retirarse del sur del Líbano para no seguir teniendo que enfrentar el
hostigamiento del Hezbollah. Poco a poco fue imponiéndose una doctrina militar
diferente: la seguridad de un territorio dependería de la capacidad de destruir
desde más lejos los misiles que lo amenazaran. Ello implica no sólo
desmilitarizar los «peldaños» para protegerse de una invasión terrestre sino
dotarse además de un perímetro de protección que debe sobrepasar las fronteras
de los Estados enemigos para neutralizar también la amenaza de los misiles. Lo
cual explica la creación de Sudán del Sur (en 2011) y, próximamente, la del
Kurdistán, quizás en 2015. Israel se vería
entonces en condiciones de amenazar
simultáneamente tres países: Egipto, Siria y Líbano. La experiencia de Sudán
del Sur es muestra del carácter artificial de ese tipo de creación. Hoy por
hoy, Sudán del Sur no es otra cosa que un Estado sin Estado, un hueco negro
donde no se aplica el derecho… bajo la ocupación del ejército israelí. Desde el
punto de vista de Estados Unidos, la creación del Kurdistán es una etapa del
rediseño del «Medio Oriente ampliado» o (Greater Middle East), o sea una
división de la región en micro - Estados étnicamente homogéneos y fáciles de
dominar. Es por eso que el Pentágono ha pasado a desempeñar el papel de
“partidario desde lejos”. Pero el «Kurdistán» de Tel Aviv y Ankara no tiene
mucho que ver con el que quiere el pueblo kurdo. Al contrario de su gran
predecesor Saladino el Magnífico, quien liberó y unificó el Levante, el clan
Barzani pretende separar a los kurdos de los demás pueblos de la región
–árabes, armenios, etc.– y convertirlos en gendarmes al servicio del apartheid
sionista. (…ir a la
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