martes, 29 de julio de 2014

¿ES ESTE EL CAMINO QUE LLEVA A OTRO 1914? ESTA VIOLENCIA MATA AL QUE LA USA Y A QUIEN ESTÁ DIRIGIDA.

   EE.UU. ELIGIO LA GUERRA   
DESDE EL 11-S 
UNA CATARATA DE VIOLENCIA

Introducción de
TOM ENGELHARDT
creador y director de TomDispatch. 
(Fuente original de esta nota) 
Publica “Rebelión”
Tradujo Carlos Riba García- 
28 de julio 2014


 (*) JONATHAN SCHELL  (21 DE AGOSTO DE 1943 - 25 DE MARZO DE 2014) Escritor. Analista. Periodista. Su trabajo apareció en The Nation, The New Yorker, y Tom Dispatch.Recibió el premio Los Angeles Times Book, entre otros. Nominado para el Premio Pulitzer, el Premio Nacional de Literatura y el Premio Nacional de la Crítica. Desde 1967 hasta 1987, fue un escritor de The New Yorker, donde se desempeñó como el escritor principal de la revista en la sección Notes and Comment. Fue columnista de Newsday desde 1990 hasta 1996. Ha sido profesor en varias universidades, entre ellas Princeton, Emory, la Universidad de Nueva York, la New School, la Universidad Wesleyan y la Escuela de Derecho de Yale. En el momento de su muerte fue profesor visitante en la Universidad de Yale. A principios de la década de
1980, Schell escribió una serie de artículos en The New Yorker (publicado posteriormente en 1982 como The Fate of the Earth), que jugaron un papel decisivo en el aumento de la conciencia pública sobre los peligros de la carrera de armamentos nucleares. Se convirtió en un persistente defensor para el desarme y un mundo libre de armas nucleares.

En diciembre de 2002, dando fin a su libro “The Unconquerable World: Power, Nonviolence, and the Will of People” (“El mundo inconquistable: Poder, no violencia y la voluntad del pueblo,”), Jonathan Schell escribió que el siglo XX fue el momento en que la violencia institucional superó al sistema bélico que una vez la había albergado y se convirtió en algo “disfuncional en tanto instrumento de acción política. Cada día más, esta violencia destruye los fines para los que es empleada, ya que mata tanto a quien la usa como a está dirigida. Se ha convertido en la senda hacia el infierno en la Tierra y el final mismo de la Tierra. Esta lección se puede extraer de las
batallas del Somme y de Verdun, de Auschwitz y de Bergen-Belsen, de Vorkuta y de Kolima*; más allá de toda duda, también es la lección que nos dejan Hiroshima y Nagasaki”. Más de 10 años después, aunque escasamente tenidas en cuenta, continúan siendo las lecciones decisivas del momento que estamos viviendo. Jonathan Schell falleció el pasado marzo, pero dejó un legado de información y pensamiento   sobre cómo, según crece el poder de destrucción, la guerra traspasa sus límites tradicionales y va más allá de lo que ella significaba para nosotros (como también, potencialmente, para otros mundos por venir).  Hoy, en parte como homenaje a su memoria (y los recuerdos que tengo de él) y en parte porque creo que la visión de nuestro mundo que él tenía entonces era certera –y tan vigente hoy como ayer–, TomDispatch ha decidido ofrecer un fragmento de ese libro. Consideradlo como un macabro paseo por la Calle de la Memoria, un paseo al que –desde el 11-S– Washington nos ha obligado a hacer, por esta calle que… ahora lo sabemos con certeza –y Schell lo anunció– es la calle que lleva al infierno.   

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