LA CRISIS ES EL MODO EN QUE LOS DE ARRIBA
ESTÁN REMODELANDO EL MUNDO.
LA PROVOCARON PARA REDEFINIR SUS PODERES
Escribe
RAÚL ZIBECHI
(*)
Columnista habitual
(*)
RAÚL ZIBECHI- (Uruguay 1952) Periodista, docente, investigador y escritor Analista internacional en Red Voltaire. Logró
en 2003 Premio José Martí por sus crónicas sobre Argentina. En diversos medios
del continente y del exterior, incursiona en una visión panorámica sobre las
luchas sociales en nuestra América.
Escribe la sección internacional de “Brecha” (Uruguay).
Profesor en “Multiversidad Franciscana” de América Latina
La crisis sigue develando todo aquello que permanecía oculto
en los periodos de normalidad. Esto incluye los proyectos estratégicos de la
clase dominante, su forma de ver el mundo, la apuesta principal que hacen para
seguir siendo clase dominante. Este es, a grandes rasgos, su objetivo central,
al que subordinan todo
lo demás, incluyendo los modos capitalistas de
reproducción de la economía Porque la crisis es, en gran medida, provocada por
ellos para mover de lugar o hacer desaparecer lo que limita sus poderes. Por otro lado, una crisis de esta envergadura
(se trata de un conjunto de crisis que incluyen crisis/caos climático,
ambiental, sanitario y, lo que atraviesa todo, crisis de la civilización
occidental) significa mutaciones más o menos profundas de las sociedades, de
las relaciones de fuerzas y de los polos de poder en el mundo, en cada una de
las regiones y países. En primer lugar, lo que llamamos economía ha sufrido
cambios de fondo. Un cuadro elaborado por la economista Pavlina Tcherneva, con
base en los estudios sobre la desigualdad de Thomas Piketty, revela cómo está
funcionando el sistema desde la década de 1970, agravado por la crisis de 2008 El cuadro abarca 60 años de la
economía
estadunidense, desde 1949 hasta la actualidad. Describe qué parte del
crecimiento de los ingresos es apropiada por el 10 por ciento más rico, y
cuánto le corresponde al 90 por ciento restante. En la década de 1950, por
ejemplo, el 10 por ciento rico se apropiaba de entre el 20 y el 25 por ciento
de los nuevos ingresos anuales. Así funciona una economía capitalista normal,
que consiste en una apropiación mayor por los empresarios del fruto del trabajo
humano, que Marx denominó plusvalor. Es la acumulación de capital por
reproducción ampliada. A partir de 1970 se produce un cambio importante que es
bien visible en la década de 1980: el 10 por ciento rico empieza a apropiarse
del 80 por ciento de la riqueza y el 90 por ciento se queda apenas con 20 por ciento
de lo que se genera cada año. Este periodo corresponde a la hegemonía del
capital financiero, lo que
David Harvey ha llamado acumulación por desposesión
o despojo. Pero algo extraordinario se produce desde 2001. Los ricos se quedan
con todos los nuevos ingresos y, desde 2008, arrebañan además una parte de lo
que tenía el 90 por ciento, como ahorros o bienes. ¿Cómo denominamos a este
modo de acumulación? Es un sistema que ya no es capaz de reproducir las
relaciones capitalistas porque consiste en el robo. El capitalismo extrae
plusvalor y acumula riqueza, aún por desposesión, pero expandiendo las
relaciones capitalistas, por eso se asienta en el trabajo asalariado y no en el
trabajo esclavo (debo estas reflexiones a Gustavo Esteva, quien las formuló en
los días de la escuelita zapatista y en posteriores intercambios)
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