EN JULIO DOS CUMBRES EN UFA (RUSIA)
DEL BRICS, Y GRUPO SHANGHÁI,
NUEVA PAUTA QUE NO SE ATREVE
A PRONUNCIAR SU NOMBRE:
ESTADOS UNIDOS/RUSIA/CHINA.
Escribe
ALFREDO JALIFE-RAHME (*)
Columnista de
Internacionales
en “La Jornada” de Mexico
12 de mayo 2015
(*) ALFREDO JALIFE-RAHME- (LIBANO 1948) Escritor y
periodista. Analista de origen libanés. Radicado en México. Especializado en
relaciones internacionales, economía, geopolítica y globalización. Profesor de
Ciencias Políticas y Sociales en la Universidad Nacional Autónoma de México
(UNAM). Editorialista y maestro de postgrado.
Publica crónicas sobre sus especialidades en el diario “La Jornada” de
Mexico, semanario “Contralínea” y varios
otros medios del continente y Europa. Edito varios libros de gran éxito
editorial, Último publicado: “El Híbrido Mundo Multipolar: un Enfoque Multidimensional”
La impactante parada militar del zar Vlady Putin en Moscú en
el aniversario 70 del Día de la Victoria sobre el nazismo, con la notable
presencia geoestratégica de China e India –dos potencias nucleares y
geoeconómicas (respectivamente, primero y cuarto lugares del
ranking global del
PIB, medido por el poder adquisitivo, según la CIA)–, cimbró al planeta entero
a grado tal que al día siguiente la canciller alemana, Angela Merkel, acudió
precipitadamente a Moscú y, tres días más tarde, John Kerry, secretario de
Estado de EU, visitó al supuestamente exorcizado mandatario ruso nada menos que
en la ciudad de Sochi (Putin’s city). Cuando los mandos militares suelen
ocultar sus verdaderos arsenales hasta el tiempo de batalla, ¿qué armamento
militar visible del renovado ejército ruso –
máxima superpotencia nuclear del
planeta, aunque sea por una sola ojiva por encima de EU– habrá inquietado a
Berlín y a Washington para intentar reconciliarse con el más maldecido por sus
pueriles multimedia? Mientras Gran Bretaña (GB) inicia su camino a la
balcanización de sus cuatro naciones –Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del
Norte– con el resonante ascenso del Partido Nacional (sic) Escocés que reclama
la secesión, mucho más notable que el triunfo artificial del Partido
Conservador, favorecido por la engañosa redistritación decimonónica, que anhela
su separación de la Unión Europea (UE). Por arte de magia geoestratégica Kerry
se reunió con el presidente Putin para trabajar en conjunto una solución
política para el conflicto en Siria. Fue la primera visita de Kerry a Rusia
desde el estallido de la crisis en Ucrania, en noviembre de 2013. Michael
Gordon, del New York Times, aduce que al mismo tiempo que Obama ha buscado
aislar a Putin debido al contencioso de Ucrania,
también ha buscado labrar
áreas donde ambos lados puedan cooperar (sic), que van desde Irán pasando por
Ucrania hasta Norcorea (http://goo.gl/1k1dcR).
¿Regresamos a las todavía indelebles esferas de influencia que tanto aborrecen
Obama y Merkel sumergidos en la inviable unipolaridad de su globalización
financierista? Se trata de un enorme triunfo diplomático del aislado Putin
frente a su aislador Obama. En su discurso conmemorativo, Putin arremetió
contra la unipolaridad americanocentrista y se pronunció por la multipolaridad
de un sistema de seguridad
global/regional sin bloques (http://goo.gl/6VLZ2W). Hasta la BBC de Londres
reconoce el poderío militar de Rusia a pesar de las sanciones, y coloca de
relieve el tanque de la nueva generación Armata T-14, que ha causado conmoción
como un vehículo revolucionario con una panoplia electrónica de ensueño (http://goo.gl/xfxCKF). La BBC admite que una
preocupación para los observadores occidentales de la modernización militar de
Rusia es la frecuente referencia a las armas nucleares por los funcionarios
rusos. Sin subestimar la presencia de alrededor 30 mandatarios del mundo en la
parada militar –entre quienes destacaron el general Sisi (Egipto), los
presidentes Raúl Castro (Cuba) y Nicolás Maduro (Venezuela)–, a mi juicio, la
relevancia geoestratégica radicó en la notable empatía del zar Putin y el
mandarín Xi (http://goo.gl/nFyJFb).
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