martes, 4 de mayo de 2010

TEMA QUE TRAE LA COMPLEJIDAD INCORPORADA (1)

Presidente JOSE MUJICA:
"CAMBIAREMOS EL ESTADO
SI EN EL FONDO SOMOS
CAPACES DE CAMBIAR"

Palabras del Presidente, inaugurando el “Agora republicano” organizado por “La República” ayer martes 4, en el Paraninfo de la Universidad en el 22º aniversario de fundación:

"La Reforma del Estado es un tema que cualquier grupo de opinión que haga un foro en estos tiempos merece una cuota de expectativa. No existe una solución mágica a la vuelta de la esquina, el problema que tenemos enfrente no es de otros, es fruto de nuestra historia y de nuestra cultura, por lo tanto es un tema de nacionalidad. Antes de ser uruguayos, cuando éramos argentinos orientales, tuvimos una Constitución, antes de estar formalmente definida la nacionalidad.
Vaya que el Estado tuvo mucho que ver, machacando y machacando, en la forja de la idea de nacionalidad y de uruguayismo. No fue un invento de los dioses, en todo caso fue un invento de la historia. Ese Estado con altibajos, idas y venidas, su conformación significa una parte de nuestra historia a lanzazos y acuerdos. La gestación de ese país, cuando el Estado se puso a construir la economía, el derecho, la amortiguación social se conformó una larga etapa de nuestra historia en la que muchos nos formamos, generó un modo de ser nacional.
Tiene una lógica, a mí no me ofende que el ser humano normalmente persiga la línea del menor esfuerzo. ¿Por qué la gente tiene que ser heroica o sacrificada y no lógica? Al fin y al cabo el ser humano viene para vivir la pasajera vida lo mejor posible. Sufrimos una historia que definió al Estado como el escudo de los pobres, durante un tiempo largo, tan largo que conformó doctrina.
Después hemos vivido la otra etapa, la negación del Estado como interventor. Cuando le tocó vivir con mucha fuerza al dios mercado. Siguieron pasando los tiempos y las olas, y tuvimos que aprender que el mercado no lo puede todo. El Estado debe preocuparse de las cosas que su majestad el mercado no arregla. Nos toca vivir ese tiempo, hemos visto caer una multitud de dogmas, algunas de las cuales sobrevive, en nuestro capital subliminal y aparece por aquí y por allá
El hecho sustantivo es que cuando un Estado funciona mal, cuando se empobrece, cuando un Estado se hace paquidérmico, los que más sufren son los más débiles. Un Estado que no funciona con eficiencia no es una cuestión de la burguesía acomodada, es una cuestión profunda de los más débiles de la sociedad. Nos ha costado andar un poco, y creo que esta discusión no es partidaria, es intensamente política, de política de nación, de política que nos hace a todos, no es un tema de otros, es un tema nuestro.
Como tal debemos procurar el mayor margen de racionalidad, es también una larga marcha. Al fin y al cabo una sociedad es el promedio de sus genialidades, pero también de sus limitaciones. La tecnología moderna tiene mucho que aportar pero hay una cosa previa, decisiva: la calidad humana, los valores con los que vivimos. Esto no puede despreciar el aporte tecnológico, pero el motor no es tecnológico, es intensamente político, es profundamente comprometido.
Les agradezco las discusiones que puedan tener, pero me aferro a la definición ya lejana de una murga que por ahí decía que si no cambiás vos no cambia nada. Podemos tener tablero electrónico y gerentes muy calificados en concursos muy exigentes y podemos tener infinitos aportes que nos dan las ciencias contemporáneas, pero sin una visión de franca honradez de lo que significa la función pública, del honor, de la enorme dignidad que significa la función pública.
Que no es ni más ni menos que la oportunidad de dar un servicio a la nación, no hay vuelta, no se arregla con tecnología. Por eso concuerdo con que es una batalla cultural para ponerle un sentido a la vida y al compromiso. No podemos cambiar al mundo, pero hasta cierto punto podemos cambiar nuestra conducta nuestro compromiso y los valores por los que nos movemos, por eso, y sobre todo para los muchachos:
no se empachen de vejez, tengan el coraje de afirmar la vida y ser mejores que nosotros, mucho mejores. Cambiaremos nuestro Estado si en el fondo somos capaces de cambiar, el Estado que tenemos no es responsabilidad de los trabajadores del Estado, es una responsabilidad colectiva de la nación. Soy de los que sueña con que nuestros hijos y nuestros nietos sean mejores que nosotros. Gracias

No hay comentarios: