“ROL DE LULA DA SILVA
FUE DECISIVO EN BRASIL…”
FUE DECISIVO EN BRASIL…”
.
Fuente
AGENCIA CHINA “XINHUA”
Según declaraciones de
Prof NEWTON MARQUES
Universidad de Brasilia
7 de setiembre 2010
AGENCIA CHINA “XINHUA”
Según declaraciones de
Prof NEWTON MARQUES
Universidad de Brasilia
7 de setiembre 2010
.
El liderazgo político del presidente Luiz Inácio Lula da Silva fue un factor decisivo en la implementación de medidas anticíclicas que permitieron a Brasil superar sin grandes problemas la crisis financiera global, dijo a Xinhua el profesor Newton Marques, de la Universidad de Brasilia (UnB).
En entrevista con Xinhua, Marques dijo que mientras muchos expertos consideraban que ante el impacto de la crisis, a fin de 2008, había que "dar un paso atrás" reduciendo gastos, Da Silva decidió apostar por el crecimiento fortaleciendo del mercado interno.
Con apenas dos trimestres negativos, el último de 2008 y el primero de 2009, la economía brasileña consiguió dejar atrás la crisis, con crecimiento cero el año pasado y repuntando este 2010, con un alza prevista de 7,3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). Según Marques, también miembro del Consejo Federal de Economía, Da Silva tuvo el mérito de quebrar varios mitos, como el que afirmaba que hacer política anticíclica no tendría sustentabilidad.
"También tuve mis dudas, pero hoy doy palmas a la política económica y me parece que Da Silva tuvo influencia fundamental en las decisiones", comentó el académico.
"Las personas dicen que el presidente no tiene educación formal, que no sabe de economía, pero él es un hombre político muy experto, supo convencer a los formuladores de política económica y consiguió recoger frutos", resaltó.
Marques recordó que cuando la crisis financiera se agravó tras la quiebra del banco estadounidense Lehman Brothers, contaminando a la economía mundial, la situación de Brasil presentaba algunas particularidades que fueron benéficas para el ajuste poscrisis.
Brasil estaba creciendo, no estaba vinculado a la crisis del crédito hipotecario en los Estados Unidos y se encontraba con un voluminoso nivel de reservas internacionales, de unos 200.000 millones de dólares, que lo ayudaron a "atravesar el huracán".
Según el profesor, el mayor impacto fue la retracción del mercado internacional, con una menor demanda por parte de muchos países, y el problema pasajero que representó el cese de flujo de capitales extranjeros.
"El gobierno Da Silva fue muy feliz en hacer políticas anticíclidas. Hubo reducción de impuestos, incentivo al crédito consignado (descontado directamente del salario), hizo que los bancos estatales ofreciesen crédito y la tasa real de interés bajó", dijo Marques.
Entre las condiciones que evitaron al país sudamericano ser más perjudicado por la crisis, destacó la solidez del sistema financiero brasileño, mucho más regulado que en Europa o Estados Unidos.
"La diferencia entre Estados Unidos y Brasil es que ellos no tenían un sistema regulado como el nuestro. Ellos tenían una legislación, el Glass Steagall Act, que separaba el mercado financiero y el mercado de capitales, explicó Marques.
"Es decir, los Estados Unidos desarrollaron sistemas normativos que no se comunicaban. Entonces, una crisis sistémica que se iniciara de un lado podía afectar al sistema como un todo", explicó el especialista brasileño.
Brasil se preocupó siempre de tratar el mercado de capitales y el sistema financiero como una sola cosa, con más controles, en buena medida como consecuencia de las numerosas crisis financieras que había atravesado en las últimas décadas.
"En la regulación del sistema financiero siempre estuvimos adelantados respecto a Basilea. Siempre se hicieron tests de stress, y a veces el control era tanto que el sistema financiero quedaba un poco sofocado", recordó.
Otros factores que permitieron a Brasil salir pronto de la crisis fueron la ampliación del mercado interno, la intervención del Estado en el proceso económico, y haber resuelto sus antiguos problemas con el sistema financiero internacional. "Brasil es hoy calificado como Investment Grade (Grado de Inversión). Tenemos inversión externa que no encuentra tantos problemas, y Brasil pasó a ser acreedor del FMI. El endeudamiento líquido es negativo", subrayó.
Finalmente, la estabilidad macroeconómica fue conseguida por el trípode que define la política económica: cambio fluctuante, metas de inflación y superávit primario del sector público.
"Vamos a cumplir 20 años de estabilidad monetaria, que dio una tranquilidad a las empresas y los consumidores para financiar deudas", añadió Marques.
Para dar continuidad a la recuperación económica, el país precisa avanzar en otros terrenos, como reducir los spreads bancarios (diferencia entre lo que pagan los bancos para tomar dinero y lo que cobran a sus clientes), y realizar las reformas tributaria, agraria y de la previsión social. "Estamos casi en pleno empleo, algunos estudiosos dicen que podemos crecer cerca de 7,5 por ciento anual de forma sustentada por varios años. Pero yo creo que un problema muy serio que tenemos para alcanzar eso es la escasez de mano de obra calificada", advirtió.
La falta de mano de obra eleva salarios, lo que va a parar a los precios, y potencialmente puede convertirse en un elemento que acabe minando el programa de estabilidad monetaria.
"Precisamos mayor inversión en programas de calificación de mano de obra y también en investigación y desarrollo", indicó el profesor Marques.
"Otro problema son los déficits en infraestructura. Tenemos capital, recursos naturales, agua abundante. Si el próximo gobierno consigue superar los obstáculos, tengo la esperanza de que Brasil se consolide como un gran actor económico global", agregó.(Xinhua)
07/09/2010
En entrevista con Xinhua, Marques dijo que mientras muchos expertos consideraban que ante el impacto de la crisis, a fin de 2008, había que "dar un paso atrás" reduciendo gastos, Da Silva decidió apostar por el crecimiento fortaleciendo del mercado interno.
Con apenas dos trimestres negativos, el último de 2008 y el primero de 2009, la economía brasileña consiguió dejar atrás la crisis, con crecimiento cero el año pasado y repuntando este 2010, con un alza prevista de 7,3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). Según Marques, también miembro del Consejo Federal de Economía, Da Silva tuvo el mérito de quebrar varios mitos, como el que afirmaba que hacer política anticíclica no tendría sustentabilidad.
"También tuve mis dudas, pero hoy doy palmas a la política económica y me parece que Da Silva tuvo influencia fundamental en las decisiones", comentó el académico.
"Las personas dicen que el presidente no tiene educación formal, que no sabe de economía, pero él es un hombre político muy experto, supo convencer a los formuladores de política económica y consiguió recoger frutos", resaltó.
Marques recordó que cuando la crisis financiera se agravó tras la quiebra del banco estadounidense Lehman Brothers, contaminando a la economía mundial, la situación de Brasil presentaba algunas particularidades que fueron benéficas para el ajuste poscrisis.
Brasil estaba creciendo, no estaba vinculado a la crisis del crédito hipotecario en los Estados Unidos y se encontraba con un voluminoso nivel de reservas internacionales, de unos 200.000 millones de dólares, que lo ayudaron a "atravesar el huracán".
Según el profesor, el mayor impacto fue la retracción del mercado internacional, con una menor demanda por parte de muchos países, y el problema pasajero que representó el cese de flujo de capitales extranjeros.
"El gobierno Da Silva fue muy feliz en hacer políticas anticíclidas. Hubo reducción de impuestos, incentivo al crédito consignado (descontado directamente del salario), hizo que los bancos estatales ofreciesen crédito y la tasa real de interés bajó", dijo Marques.
Entre las condiciones que evitaron al país sudamericano ser más perjudicado por la crisis, destacó la solidez del sistema financiero brasileño, mucho más regulado que en Europa o Estados Unidos.
"La diferencia entre Estados Unidos y Brasil es que ellos no tenían un sistema regulado como el nuestro. Ellos tenían una legislación, el Glass Steagall Act, que separaba el mercado financiero y el mercado de capitales, explicó Marques.
"Es decir, los Estados Unidos desarrollaron sistemas normativos que no se comunicaban. Entonces, una crisis sistémica que se iniciara de un lado podía afectar al sistema como un todo", explicó el especialista brasileño.
Brasil se preocupó siempre de tratar el mercado de capitales y el sistema financiero como una sola cosa, con más controles, en buena medida como consecuencia de las numerosas crisis financieras que había atravesado en las últimas décadas.
"En la regulación del sistema financiero siempre estuvimos adelantados respecto a Basilea. Siempre se hicieron tests de stress, y a veces el control era tanto que el sistema financiero quedaba un poco sofocado", recordó.
Otros factores que permitieron a Brasil salir pronto de la crisis fueron la ampliación del mercado interno, la intervención del Estado en el proceso económico, y haber resuelto sus antiguos problemas con el sistema financiero internacional. "Brasil es hoy calificado como Investment Grade (Grado de Inversión). Tenemos inversión externa que no encuentra tantos problemas, y Brasil pasó a ser acreedor del FMI. El endeudamiento líquido es negativo", subrayó.
Finalmente, la estabilidad macroeconómica fue conseguida por el trípode que define la política económica: cambio fluctuante, metas de inflación y superávit primario del sector público.
"Vamos a cumplir 20 años de estabilidad monetaria, que dio una tranquilidad a las empresas y los consumidores para financiar deudas", añadió Marques.
Para dar continuidad a la recuperación económica, el país precisa avanzar en otros terrenos, como reducir los spreads bancarios (diferencia entre lo que pagan los bancos para tomar dinero y lo que cobran a sus clientes), y realizar las reformas tributaria, agraria y de la previsión social. "Estamos casi en pleno empleo, algunos estudiosos dicen que podemos crecer cerca de 7,5 por ciento anual de forma sustentada por varios años. Pero yo creo que un problema muy serio que tenemos para alcanzar eso es la escasez de mano de obra calificada", advirtió.
La falta de mano de obra eleva salarios, lo que va a parar a los precios, y potencialmente puede convertirse en un elemento que acabe minando el programa de estabilidad monetaria.
"Precisamos mayor inversión en programas de calificación de mano de obra y también en investigación y desarrollo", indicó el profesor Marques.
"Otro problema son los déficits en infraestructura. Tenemos capital, recursos naturales, agua abundante. Si el próximo gobierno consigue superar los obstáculos, tengo la esperanza de que Brasil se consolide como un gran actor económico global", agregó.(Xinhua)
07/09/2010
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