CAJA BANCARIA CAMINOS DE SALIDA…
Por Félix Duarte
(Publicado en “Revista Digital LA ONDA”
(Publicado en “Revista Digital LA ONDA”
Nº 362 del 30 de octubre 2007)
En notas anteriores vimos algo sobre la Seguridad Social en el país. Y en lo puntual, esas causas que generan la crisis actual de Caja Bancaria. El tema se basa en dos puntos. UNO: los cambios profundos en el sistema financiero. DOS: cuales son las derivaciones de eso en la Caja. Referir los dos puntos, nos ubican en una realidad, que es parcial porque comprende al Uruguay, pero a la vez al mundo. Y lo general de esta problemática se ubicaría en la respuesta a esta pregunta: ¿Cómo se pueden financiar los sistemas de Seguridad Social? Muchos procuran la respuesta.
¿Por qué está en crisis esa financiación? Porque el mundo de hoy no es el mundo de los años ’40 o ’50. Las causas, son muchas. Entrar en ellas nos sacaría del tema. Por eso, centremos el punto en responder algo de esta pregunta: ¿Por qué está en crisis la financiación de las pasividades bancarias? Vimos en nota anterior cambios en el sistema financiero. Las líneas de acción del capital transnacional van a bancos chicos, con el menudeo derivado a la informalidad o la tercerización, donde el salario es bajo, la tributación se elude y el control del Estado brilla por su ausencia.
Son bancos chicos pero con negocios grandes. Ganancias jugosas y en aumento.
La tecnología reduce al mínimo el aporte humano. Las jerarquías ya no son el funcionario de carrera, con ascensos por antigüedad –como sigue en la banca del Estado– sino ejecutivos jóvenes de gran especialización, que integran nóminas en las matrices del exterior. Ni aportan a Caja Bancaria y menos piensan en tener una jubilación en Uruguay. En suma, bancos chicos con negocios y ganancias en grande que incluye los beneficios del sistema paralelo, por cierto no ajeno al banco “chico”.
Y en la vereda de enfrente la Caja Bancaria, que recibe los efectos negativos que dejan los cambios hacia el “achique” de los bancos. El proceso de jibarización de los bancos expulsó decenas de miles de funcionarios. La inmensa mayoría pasaron a ser jubilados. Un bancario que el banco sustituía por una computadora, a la Caja le significaba un jubilado más y uno menos para aportar. Igual pasaba con los bancos que se liquidaban o se fundían, lo que desde 1965 paso a ser moneda corriente.
Así crecía la crisis de la Caja, en paralelo con el auge de un “selecto” negocio financiero. Y aquí llegamos al “¿Qué hacer?” para el gremio bancario, léase AEBU–Caja Bancaria. Y la solución no está en un impuesto, ni que el Estado saque de Rentas Generales (como saca, más o menos el 50% del presupuesto del BPS y más de los Retiros de militares y policías) sino en un cambio de la base de aportación. Eso es lo que se plantea en la negociación, así como incluir en la Caja Bancaria a los más de 8.000 funcionarios del sistema financiero paralelo, compuesto por más de 200 empresas. Unas 300 ha dicho el BPS ante un pedido de informes que se le hizo.
Si los bancos pasaron a ser empresas muy tecnificadas, con pocos personas que trabajan, no tiene sentido que aporten a la Caja Bancaria por esos pocos empleados cuando los beneficios del giro son cada vez mayores, engrosado este con ganancias del sistema paralelo, en el que buena parte de esas 300 empresas tienen relación de dependencia directa con el banco extranjero. Ante los cambios habidos en la forma de la operativa, según lo explicado antes se replantea un cambio, también, en la forma de tributar. Lo que no una novedad. Son muchos los ejemplos en el mundo.
Se coloca una nueva modalidad. Por un lado rebajar los aportes patronales a la seguridad social, a la vez que se instala una contribución de la empresa, a partir del monto de los capitales que expresan el nivel de giro de ese banco. Cuando se creó la Caja, en 1925, existió un impuesto de ese tipo. En este continente son más de diez los países en lo que existe algo de ese tipo. A nivel internacional, son muchos ejemplos. Aquí, con una tasa ínfima eso tiene solución. Eso es lo que se plantea, junto con el otro postulado: incorporar a Caja Bancaria el sistema paralelo.
Eso es lo que se esta discutiendo. En definitiva estaría en juego un cambio de la filosofía tributaria: grabar el giro del dinero, cuando además la crisis supera los marcos nacionales. ¿Seremos capaces de esos planteos de mayor vuelo? Son muchos los hilos que están tensos en esta discusión. De ahí su dificultad. No es menor algún detalle que “colisiona” con el rumbo político de la economía. En las puertas abiertas a la inversión extranjera, rechina una afectación –por ínfima que sea– al giro de los capitales. Y como es algo nuevo el criterio, cuesta asumir aun su discusión. Pero fronteras afuera hay mucho andado en eso y… “en el andar se hacen caminos…”
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¿Por qué está en crisis esa financiación? Porque el mundo de hoy no es el mundo de los años ’40 o ’50. Las causas, son muchas. Entrar en ellas nos sacaría del tema. Por eso, centremos el punto en responder algo de esta pregunta: ¿Por qué está en crisis la financiación de las pasividades bancarias? Vimos en nota anterior cambios en el sistema financiero. Las líneas de acción del capital transnacional van a bancos chicos, con el menudeo derivado a la informalidad o la tercerización, donde el salario es bajo, la tributación se elude y el control del Estado brilla por su ausencia.
Son bancos chicos pero con negocios grandes. Ganancias jugosas y en aumento.
La tecnología reduce al mínimo el aporte humano. Las jerarquías ya no son el funcionario de carrera, con ascensos por antigüedad –como sigue en la banca del Estado– sino ejecutivos jóvenes de gran especialización, que integran nóminas en las matrices del exterior. Ni aportan a Caja Bancaria y menos piensan en tener una jubilación en Uruguay. En suma, bancos chicos con negocios y ganancias en grande que incluye los beneficios del sistema paralelo, por cierto no ajeno al banco “chico”.
Y en la vereda de enfrente la Caja Bancaria, que recibe los efectos negativos que dejan los cambios hacia el “achique” de los bancos. El proceso de jibarización de los bancos expulsó decenas de miles de funcionarios. La inmensa mayoría pasaron a ser jubilados. Un bancario que el banco sustituía por una computadora, a la Caja le significaba un jubilado más y uno menos para aportar. Igual pasaba con los bancos que se liquidaban o se fundían, lo que desde 1965 paso a ser moneda corriente.
Así crecía la crisis de la Caja, en paralelo con el auge de un “selecto” negocio financiero. Y aquí llegamos al “¿Qué hacer?” para el gremio bancario, léase AEBU–Caja Bancaria. Y la solución no está en un impuesto, ni que el Estado saque de Rentas Generales (como saca, más o menos el 50% del presupuesto del BPS y más de los Retiros de militares y policías) sino en un cambio de la base de aportación. Eso es lo que se plantea en la negociación, así como incluir en la Caja Bancaria a los más de 8.000 funcionarios del sistema financiero paralelo, compuesto por más de 200 empresas. Unas 300 ha dicho el BPS ante un pedido de informes que se le hizo.
Si los bancos pasaron a ser empresas muy tecnificadas, con pocos personas que trabajan, no tiene sentido que aporten a la Caja Bancaria por esos pocos empleados cuando los beneficios del giro son cada vez mayores, engrosado este con ganancias del sistema paralelo, en el que buena parte de esas 300 empresas tienen relación de dependencia directa con el banco extranjero. Ante los cambios habidos en la forma de la operativa, según lo explicado antes se replantea un cambio, también, en la forma de tributar. Lo que no una novedad. Son muchos los ejemplos en el mundo.
Se coloca una nueva modalidad. Por un lado rebajar los aportes patronales a la seguridad social, a la vez que se instala una contribución de la empresa, a partir del monto de los capitales que expresan el nivel de giro de ese banco. Cuando se creó la Caja, en 1925, existió un impuesto de ese tipo. En este continente son más de diez los países en lo que existe algo de ese tipo. A nivel internacional, son muchos ejemplos. Aquí, con una tasa ínfima eso tiene solución. Eso es lo que se plantea, junto con el otro postulado: incorporar a Caja Bancaria el sistema paralelo.
Eso es lo que se esta discutiendo. En definitiva estaría en juego un cambio de la filosofía tributaria: grabar el giro del dinero, cuando además la crisis supera los marcos nacionales. ¿Seremos capaces de esos planteos de mayor vuelo? Son muchos los hilos que están tensos en esta discusión. De ahí su dificultad. No es menor algún detalle que “colisiona” con el rumbo político de la economía. En las puertas abiertas a la inversión extranjera, rechina una afectación –por ínfima que sea– al giro de los capitales. Y como es algo nuevo el criterio, cuesta asumir aun su discusión. Pero fronteras afuera hay mucho andado en eso y… “en el andar se hacen caminos…”
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