martes, 6 de noviembre de 2007

ECUADOR: EL ADULTO MAYOR HOY

ECUADOR
LA REALIDAD DE LOS ANCIANOS


Publicado en “EL COMERCIO.com”
Por Fernando Larenas
6 de noviembre de 2007

Con motivo de la decisión del IESS de obligar a los ancianos a acudir a una prueba de supervivencia, me permití citar un ejemplo de lo que ocurrió entre el 2002 y el 2003 en Brasil. A un burócrata de una entidad equivalente a nuestro IESS se le ocurrió esa idea que causó la indignación nacional. Ancianos, en el ocaso de sus vidas, acudían para demostrar que estaban vivos. Cuando eso se aplicó aquí causó molestias, pero nada más.
El mes anterior ocurrió un atraso en el pago de las pensiones. Muchos tuvieron que madrugar o dormir en los alrededores del local de la seguridad social para intentar cobrar sus paupérrimas mensualidades. La realidad de los ancianos muy pocos la afrontan, apenas forman parte de una triste estadística marcada por un desprecio total. Nuevamente me voy a referir a Brasil, donde una de las dos grandes franquicias de comida rápida tuvo una idea sensacional.
Resulta que los fines de semana era común la ausencia de los jóvenes en sus puestos de trabajo; por eso la multinacional decidió contratar temporalmente a jubilados para que trabajen sábados y domingos. Principal requisito: edad mínima 65 años. Sí, suena a ficción, pero fue algo muy real. A los dos meses del experimento, uno de los diarios de Sao Paulo mostró el testimonio de muchos ancianos que prácticamente habían vuelto a vivir con la experiencia.
La autoestima mejoró y hasta los dolores de muchos de ellos habían desaparecido solo por el hecho de sentirse todavía útiles a la sociedad. La productividad de los restaurantes también mejoró, se eliminó el ausentismo y se comenzó a sentir una sociedad mucho más justa. El experimento apuntaba también hacia otras actividades laborales que perfectamente pueden ser desempeñadas por la tercera edad.
Es cuestión de sacarse la venda de los ojos y entender que la edad no debería ser una limitación cuando existe fuerza de voluntad y de superación. Por acá ocurre todo lo contrario. A los 40 años se considera a un hombre o a una mujer prácticamente viejos como para aspirar a un puesto de trabajo. Hace poco me enteré de que el promedio de edad de la Redacción de La Nación de Argentina superaba los 60 años. Y ese diario es el que goza de mayor credibilidad.
Los dominicanos eligieron presidente por última vez a Balaguer cuando ya había superado los 90 años. Puede ser una exageración, pero eso demuestra que la sociedad no debe discriminar por edad. En la actual temporada de ofertas navideñas con motivo de la asamblea constituyente, hemos escuchado muy poco sobre la situación de los jubilados y de cómo los tratan en nuestro querido IESS. ¿O será que la Patria es de todos, menos de los ancianos?

1 comentario:

Anónimo dijo...

En la vida todo lo que nace debe morir, por naturaleza el ser humano envejece y teniendo en cuenta que el proceso de transicion demografica de los paises latino americanos se produce hacia el envejecimiento, entonces las sociedades deben proyectar mas respeto a la dignidad del ser humano, las experiencias vividas se necesitan para la formacion de nuevas generaciones, el mundo es de los hombres sin importar edad, o raza.