jueves, 8 de noviembre de 2007

OYENDO AUDICIÓN de AGRUPACION 942


ROQUE AVERO:
“LAS COINCIDENCIAS
CON ANTONIO ELIAS"


El Poder Ejecutivo como respuesta a las enormes dificultades de la Caja Bancaria propuso una fórmula en el mes de marzo. No ha habido otra propuesta. En todo caso una muy similar, una especie de calco de aquella que se hizo en marzo. Aquella “formula” la describe el economista Antonio Elías y hace otros comentarios en lo que sigue, que hemos extraído del artículo: “LOS JUBILADOS BANCARIOS TIENEN DERECHOS, NO PRIVILEGIOS” que integrara una contratapa en el matutino “La República” del 19 de agosto. Y estos es lo sacado de contexto:

“En sus 82 años de vida la Caja no ha recibido nunca aportes del Estado a pesar de que su patrimonio fue gravemente afectado en diversas oportunidades. La primera en la década del cincuenta, cuando adquirió Bonos de Deuda municipales y nacionales para las obras de infraestructura del país ­carreteras, represas, aeropuertos­. Estos papeles perdieron su valor como consecuencia del proceso inflacionario de fines de los 50.”

“La segunda, durante la dictadura, cuando fue intervenida y sus fondos jubilatorios saqueados; nunca fueron recuperados. La tercera, ya en democracia, cuando se hizo cargo de la reparación a los destituidos, recursos que no recuperó aun a pesar de haber ganado un recurso judicial por 38 millones de dólares. Esta capacidad de autofinanciarse durante casi un siglo contrasta con la situación de las cajas estatales. Al BPS el Estado vuelca de Rentas Generales más o menos la mitad de su presupuesto, y más de ese porcentaje en el caso de los Servicios Militares y Policiales.”

“Lo que deben ser financiadas por la población en general mediante tributos afectados a ese fin, como los 7 puntos de IVA, y del aporte directo de rentas generales. De las 270 empresas que hacen intermediación financiera, solamente 70 aportan a la Caja bancaria. La propuesta de los bancarios para resolver la crisis tiene tres pilares fundamentales, los que ya le habían sido propuestos por el Consejo Honorario de la Caja Bancaria en el año 2001 al gobierno del doctor Jorge Batlle”

“En primer lugar se propone incluir en el campo afiliatorio de la Caja a todos los trabajadores de empresas que realizan actividades financieras, lo cual mejoraría sustancialmente la relación activos/pasivos. En segundo término, se plantea un cambio en el modelo de financiamiento de la Seguridad Social, dado que se entiende que no es posible financiarla a partir del aporte obrero-patronal. Para ellos se propone un gravamen sobre el movimiento de capital que se desarrolla en el sector financiero.”

“Esto redundará a favor de los bancos que actúan en el mercado interno y que tienen diez veces más operaciones y, por tanto, más funcionarios que la gran banca internacional, que opera por cifras multimillonarias y tiene un núcleo reducido de funcionarios. El Poder Ejecutivo, como respuesta a las enormes dificultades de la Caja bancaria propuso, mediante los subsecretarios Mario Bergara y Jorge Bruni, topear los ingresos de los pasivos en $ 26.421. “

“Para ello propone un impuesto progresional que tiene un mínimo no imponible de $ 9.816 y luego la primera tasa es de 40% para aquellos que perciben entre $ 9.816 y $ 16.360; luego sube a 45% para aquellos que reciben entre $ 16.360 y $ 24.250; la tasa es de 50% para aquellos que cobren entre $ 24.540 y $ 40.900 y, por último, pretende aplicarle el 100% a todo ingreso por encima de esa cifra. Una verdadera expropiación que no se compadece con otras “flexibilidades”.

“Como la que acostumbran a tener con las deudas de los capitalistas extranjeros ni con las empresas que incumplen con los contratos realizados en el marco de licitaciones públicas, donde se perdonan deudas con enorme facilidad. Las propuestas de los bancarios han sido "agriamente" cuestionadas por aquellos que apuntan en forma permanente contra los derechos de los trabajadores y pasivos aludiendo a los supuestos "privilegios" de aquellos que ganan más respecto a los que ganan menos.”

“En este caso comparan los $ 20 mil de ingresos promedio en la Caja con los $ 5 mil de promedio en el BPS, mientras callan antes los privilegios del capital. Esos que quieren igualar por abajo a los trabajadores no reclaman que el IRPF a las rentas del capital tenga las mismas tasas progresionales que tienen los ingresos del trabajo. Son, a su vez, los mismos que agigantan los errores del Estado en el proceso económico y minimizan las fallas del mercado, las estafas y la corrupción en el sector privado de la economía.”

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