viernes, 7 de diciembre de 2007

CON MUCHOS PUNTOS EN COMUN

¿HABRA LLEGADO EL
FIN DEL MERCOSUR?

Por Carlos Santiago (*)
BITACORA - MAYO de 2006

N. de R. Esta nota del excelente periodista de "Bitácora" es de Mayo del 2006. La volñvemos a publicar porque quien lea verá muchos puntos que son actuales hoy.

Un Presidente uruguayo que fue recibido con los mayores honores en México - la primera economía latinoamericana - y que en EEUU es halagado con el galardón de haberse retirado a Uruguay de la lista negra de los países a los que les ponían reparos al tema de los derechos de autor de las patentes y hoy se reúne con el Presidente George W. Bush, en un encuentro que se le asigna una importancia decisiva para nuestro país y para los equilibrios en la región.

El de Vázquez es un escenario internacional que Kirchner no tiene, porque solo Brasil lo escucha y el liderazgo de Lula parece reducirse ante el ímpetu de los petrodólares que está poniendo en todos lados el venezolano Hugo Chávez, que a la vez de participar en ''cumbres'' con Argentina y Brasil, mantiene buenas relaciones con Uruguay y los otros socios menores del MERCOSUR, en distinto grado, como son Paraguay, Chile y Bolivia, algunos de ellos - especialmente, Paraguay, que es el otro miembro pleno - desconformes con el funcionamiento del acuerdo regional.

Bush aguarda a Tabaré Vázquez en la Casa Blanca a fin acordar políticas que todavía no se explicitaron pero que seguramente redundarán en otro crecimiento de las exportaciones uruguayas. Quién escucha al ministro de Economía, Danilo Astori, decir que estamos ''ante una coyuntura que no debemos desperdiciar'', palabras que no explicitan en su valor, pero que se intuyen en sus sustancia, podemos intuir como se están haciendo las jugadas.

La otra cara en la coyuntura se da por la situación del argentino Kirchner, que no puede ni siquiera pisar México ni entrar en la Casa Blanca después del escándalo de Mar del Plata, donde los desplantes del presidente argentino fueron insólitamente agresivos e inesperados en contra los mandatarios que representaban a esos países.
Por otra parte hay que tener claro un matiz en la información manejada previamente. Brasil, antes de dar un tácito apoyo al presidente argentino sondeó ante Kirchner la posibilidad de una reunión del MERCOSUR para tratar el ilegal corte de los puentes protagonizado por los piqueteros de las 4 x 4 en Gualeguaychú, y Kirchner explotó en un ''no''. ''Y Brasil decidió esperar que otra ofuscación atempere la actual ofuscación del presidente argentino'', dijo Joaquín Morales Solá en su columna de La Nación, un periodista que no dice una cosa por otra y que generalmente maneja fuentes seguras. Esta versión muestra otro perfil que si bien en los hechos significa lo mismo, porque le permite a Kirchner el desplante de no convocar al Consejo del acuerdo regional, determina que el apoyo de Brasil no es irrestricto, que tiene un matiz importante con la información que se manejó anteriormente.

Tampoco los intercambios verbales entre Kirchner y Vázquez fueron justamente amables en ningún caso, lo que es una mala novedad ya que los presidentes deben ser parte de la solución y no del problema. El grado de la inservible tensión es ya insoportable, entre los dos gobiernos y las salidas al conflicto aparecen cada día como menos claras, especialmente teniendo en cuenta los mecanismos emocionales que han sido utilizados en el país hermanos que han llevado a mucha gente a un estado casi de beligerancia anti uruguaya.
Kirchner había prometido no hablar del conflicto de las plantas de celulosa ni agitar a los asambleístas de Gualeguaychú, pero está hablando de Uruguay todos los días, agitando aún más a la mediatizada sociedad del litoral, multiplicando el chauvinismo, en contra de la necesaria concordia que se debe reestablecer entre los hermanos separados por el río, a lo que contribuirá el acto que se anuncia para esta semana que encabezará el propio Kirchner, que de acuerdo a lo dicho por sus organizadores tiene como objetivo apoyar la presentación argentina ante el Tribunal de La Haya, ámbito de dudosa eficacia para sus intereses, porque la posición uruguaya es legalmente clara y le será muy difícil a los juristas argentinos demostrar que Uruguay violó algún tratado internacional, cuando el propio Kirchner.

El ex Presidente Jorge Batlle, en un interesante reportaje con la prensa argentina, dice que ''los argentinos se opusieron a las plantas en forma permanente. Insistimos en la idea - cuenta más adelante - porque entendíamos que las informaciones técnicas que se daban cumplían con las exigencias internacionales. Los procedimientos se fueron encaminando en Uruguay y la CARU. Hay actas firmadas por todos los delegados que así lo establecen. Los entonces cancilleres Opertti y Bielsa se encontraron e hicieron declaraciones y Kirchner lo dejó por escrito en un mensaje a la Nación, según consta en la página 127 de la memoria anual. Dijeron que el tema estaba solucionado''

¿Entonces porqué tal cambio en las posición argentina? Pueden existir muchas explicaciones, las especulaciones al respecto podrían alargar notas, llenar carillas y detonar especulaciones de todo tipo. Sin embargo los hechos están dados y Argentina y Uruguay siguen en una espiral de enfrentamientos verbales, a lo que se sumó la insólita agresión en contra la economía oriental que significaron los cortes de rutas que llevan a los puentes que, actualmente, se levantaron con el ingenuo argumento que de esta forma se reducirá la eficacia de la argumentación que manejará Uruguay ante la Corte de La Haya, como si los delitos dejaran de tener vigencia penal por haberse cesado de cometer.

Pero el diputado kichnerista, Jorge Argüello, sólo memorable por ''sus sucesivas y contradictorias lealtades'', protagonizó el acto de mayor hostilidad contra Uruguay que nuestro gobierno debería responder de alguna manera. Dijo - con una torpeza fuera de toda medida - que viajaba a Washington para ''embarrar la cancha de los créditos de las papeleras en el Banco Mundial''

Por supuesto que ayer miércoles el Presidente Vázquez visitó la entidad crediticia mundial, en donde se le aseguró que el trámite de los créditos no sufrirá demora alguna.
Este es un panorama difícil, que muestra a una Argentina sola en una posición que no puede sostener mucho tiempo más, con un MERCOSUR, que se desgrana rápidamente y un Brasil, pese a los esfuerzos que hace Lula, que está perdiendo su ''natural'' liderazgo en el continente.

Es evidente que la próxima jugada vendrá desde el gobierno uruguayo para lo cual la reunión de hoy con el presidente de EEUU parese clave, pues del mejoramiento del comercio bilateral entre los dos países, puede depender la confirmación de la ''bomba'' informativa que lanzó el periodista de Canal 10 y La Nación de Buenos Aires, Nelson Fernández, que sin duda, fue elegido especialmente por el Presidente uruguayo, para que trasmitiera un mensaje que, obviamente, provocó un cataclismo político en la región.

Parece evidente que las cosas han llegado a un punto de inflexión en el MERCOSUR. En lo comercial, Uruguay no puede vender sus bicicletas a la Argentina y sigue con sus problemas para colocar el arroz en Brasil, mostrando que en lo comercial las fallas del acuerdo regional son muchas dentro de mecanismos que solo son cumplidos en plenitud - eso es evidente - por los socios menores.
En lo político, tampoco el MERCOSUR, ha mostrado una importante vitalidad. Cuando Uruguay, con una poco explicable morosidad, recurrió al acuerdo regional para reclamar una reunión con el fin de considerar el tema de los cortes de rutas en Gualeguaychú, por una razón u otra, Argentina (detentando la presidencia Pro Tempore), y Brasil, tratando de no malquistarse con el iracundo Kirchner, bloquearon la reunión, afirmando que se trata de un diferendo binacional y que se tiene que resolver en ese marco, aunque Kirchner meta en el asunto a Finlandia, castigue verbalmente a España y trate de influir ante terceros países para evitar que los créditos le lleguen a las empresas que construyen las plantas.

Entonces, ¿Por qué no pasar a un status distinto, parecido al de Chile, que determina también obligaciones pero muchos beneficios, como el de poder comerciar sin límites ni permisos expresos con todos los países del mundo?

Argentina, por más que no convoque a la reunión del Consejo del MERCOSUR, tiene en su contra un laudo histórico, de la mayoría de los países, en favor de la posición contraria a la ilegalidad que representaron los cortes de las rutas, pese a que ha sabido mover la fibras más íntimas de un pueblo que se está ''encegueciendo'' a favor de una causa injusta.

Es que Kirchner está quedando solo, pese a la momentánea alianza con Brasil. Porque, por más que quiera, no puede sumar en la misma a Venezuela.

Ello sería otro despropósito.

(* ) Periodista, secretario de redacción de Bitácora

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