MANUEL FLORES SILVALOS NUMEROS
QUE HAY DETRAS DE LA
INTERPELACION A ASTORI
(Parte UNO)
Publicado en "La República" 22 de abril
Más allá de las pujas políticas que se buscarán dirimir en la instancia de la anunciada interpelación al Ministro de Economía, las que no son objeto de esta nota, el debate no debería perder de vista los datos económicos duros.
1.- La base del sistema nuevo es el IVA no el IRPF. La administración no ha cambiado el sistema fiscal nacional, apenas lo ha retocado.
El IVA es ahora el 60% (aprox) de la recaudación de la DGI, esto es, de IVA se paga más de 3.000 millones de dólares por año (llevamos a 12 meses los dos únicos datos oficiales de la DGI pos reforma, agosto y setiembre de 2007). Como la eliminación del Cofis y el descenso de la tasa (23% a 22%) ha sido compensado por la extensión de los productos que pagan IVA y por el Imesi al gasoil, entre otros; en realidad la participación del IVA en el total de impuestos recaudados no ha descendido sino se ha incrementado. Ahora se recauda más, pero lo que se recauda por IVA participa bastante más en la torta de la recaudación que el IVA anterior y el Cofis sumados.
El IRPF es el 10% (aprox) de la recaudación de la DGI, esto es 480 millones de dólares por año. Es decir, la "justicia tributaria" alcanzaría sólo al 10% de la recaudación de la DGI y, además, como veremos, ella no agrega justicia sino que le saca justicia a un sistema ya injusto.
La administración, sin embargo, habla como si hubiese transformado todo el sistema a un sistema de impuestos directos y progresivos, cuando lo ha hecho con el 10%, el que, por lo demás, como veremos, ya era directo y progresivo. Sólo que más.
El sistema fiscal implantado se apoya pues en el IVA y en el concepto de tributo indirecto. Está recaudando más que nunca y es el buque insignia del régimen instaurado. Por él, desde luego, se le cobran los mismos impuestos, incluidos en los productos de primera necesidad, tanto al rico como al pobre.
Publicado en "La República" 22 de abril
Más allá de las pujas políticas que se buscarán dirimir en la instancia de la anunciada interpelación al Ministro de Economía, las que no son objeto de esta nota, el debate no debería perder de vista los datos económicos duros.
1.- La base del sistema nuevo es el IVA no el IRPF. La administración no ha cambiado el sistema fiscal nacional, apenas lo ha retocado.
El IVA es ahora el 60% (aprox) de la recaudación de la DGI, esto es, de IVA se paga más de 3.000 millones de dólares por año (llevamos a 12 meses los dos únicos datos oficiales de la DGI pos reforma, agosto y setiembre de 2007). Como la eliminación del Cofis y el descenso de la tasa (23% a 22%) ha sido compensado por la extensión de los productos que pagan IVA y por el Imesi al gasoil, entre otros; en realidad la participación del IVA en el total de impuestos recaudados no ha descendido sino se ha incrementado. Ahora se recauda más, pero lo que se recauda por IVA participa bastante más en la torta de la recaudación que el IVA anterior y el Cofis sumados.
El IRPF es el 10% (aprox) de la recaudación de la DGI, esto es 480 millones de dólares por año. Es decir, la "justicia tributaria" alcanzaría sólo al 10% de la recaudación de la DGI y, además, como veremos, ella no agrega justicia sino que le saca justicia a un sistema ya injusto.
La administración, sin embargo, habla como si hubiese transformado todo el sistema a un sistema de impuestos directos y progresivos, cuando lo ha hecho con el 10%, el que, por lo demás, como veremos, ya era directo y progresivo. Sólo que más.
El sistema fiscal implantado se apoya pues en el IVA y en el concepto de tributo indirecto. Está recaudando más que nunca y es el buque insignia del régimen instaurado. Por él, desde luego, se le cobran los mismos impuestos, incluidos en los productos de primera necesidad, tanto al rico como al pobre.
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