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AFP-VERÓNICA- BECERRIL.
SERVICIO ESPECIAL. ROMA
Roma es hoy una ciudad blindada, hasta con tiradores apostados en los tejados de los puntos estratégicos, para acoger la Conferencia sobre los nuevos retos relacionados con el cambio climático, la energía y los alimentos, que el organismo de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, la FAO, organiza desde hoy hasta el 5 de junio. Medio centenar de jefes de Estado y de gobierno se encuentran en la capital italiana para dar sus puntos de vista sobre cómo solucionar los problemas de hambre que 850 millones de personas sufren en todo el mundo, 820 de los cuales de los llamados países en desarrollo.
La cumbre se ha convertido en una excusa para que los jefes de Estado mantengan entrevistas entre ellos. O al menos eso es lo que pretenden algunos.
La cumbre, que se celebra en medio de una grave crisis por el aumento de los precios de los principales productos alimentarios, tocará un argumento delicado, el de los biocarburantes, a los que algunos países acusan de ser los causantes de tan fatal incremento. En este asunto se detendrá el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, quien culpa a la especulación de los mercados mundiales y al exceso de proteccionismo de los países más desarrollados de ser los causantes del aumento de los precios. (SACADO DE CONTEXTO)
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