ABUELOS SON UNOS QUE SIEMPRE
TE ESTÁN DICIENDO APÚRATE..!!
POR: JUAN RECAREDO
FUENTE: EL SIGLO DEL TORREON- MÉXICO
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En alguna institución humanista de cuyo nombre no quiero (o no puedo) acordarme, se hacen estudios muy serios de Gerontología. Antes de que me vea usted con cara de ¿what? le diré que la Gerontología es la ciencia que estudia la vejez y sus consecuencias (“… y los fenómenos que la caracterizan”, dice el Diccionario de la Lengua Española).
Entre esos sesudos estudios gerontológicos aparece una encuesta muy divertida: se les preguntó a niños y niñas de 8 años de edad que cursaban el segundo año de primaria ¿Qué es un abuelo? y las respuestas que dieron los chamaquitos resultaron tan variadas e ingeniosas que te hacen reír, pero también te conmueven hasta la ternura y te dejan pensando seriamente, sobre todo cuando ya ingresaste a ese controvertido mundo de la “abuelez” como es el caso de “su seguro servilleta”.
¿Qué es un abuelo? Pues “un abuelo es una abuela, pero hombre”, contesta uno de estos chavitos. Otro dijo que “las abuelas son unas señoras bien gordas” y algún otro dio una definición-queja que decía “Los abuelos son unos que siempre están diciendo apúrate”.
Y digo que las respuestas te dejan pensando seriamente en tu calidad de abuelo, porque uno se siente feliz de tratar con los nietos pero pocas veces se pone a pensar en cómo nos ven ellos “de allá pa´cá”.
“Los abuelos son gente que no tiene nada qué hacer, sólo están ocupados cuando nosotros los vamos a visitar” Ésa es otra respuesta de los peques que me dejó medio turulato, pensando en que, para el chamaco, el abuelo existe sólo cuando está con él. Cuando no ocurre eso, cuando los nietos no los visitan, los abuelos se quedan congelados como momias, (ahora sí que literalmente como momias), esperando a que vengan los nietos a “desencantarlos”, tomando el verbo “desencantar” según las reglas del encantador juego aquel de “los encantados” que tan encantados jugábamos cuando los pequeños éramos nosotros.
¿Qué es un abuelo? Pues etimológicamente, es decir. de acuerdo con sus raíces, la palabra se explica así: “abuelo” en latín era avus y “abuelito” era aviolus, el bisabuelo era el proavus o el abavus y el tatarabuelo en latín venía siendo el atavus, de donde surge también el adjetivo “atávico” que se refiere al que se la pasa atado a las costumbres o tendencias de sus antepasados.
También alguien ha dicho que la palabra “abuelo” puede ser una de las formas conjugacionales que le faltan al verbo “abolir” porque es un verbo defectivo o sea que nació con defecto de fábrica: sería en esta caso el presente de indicativo: yo abuelo, tu abuelas, él abuela, etc, pero no. El defecto del verbo abolir es que no puede conjugarse en algunos tiempos y personas y éste y ésta son dos de ellos.
En el mismo estudio se narra que a un niño de 6 años le preguntaron donde vivía su abuelita y contestó: “ella vive en el aeropuerto, cuando la necesitamos vamos allá y la buscamos y cuando queremos que regrese a su casa, la volvemos a llevar a SU aeropuerto.
TE ESTÁN DICIENDO APÚRATE..!!
POR: JUAN RECAREDO
FUENTE: EL SIGLO DEL TORREON- MÉXICO
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En alguna institución humanista de cuyo nombre no quiero (o no puedo) acordarme, se hacen estudios muy serios de Gerontología. Antes de que me vea usted con cara de ¿what? le diré que la Gerontología es la ciencia que estudia la vejez y sus consecuencias (“… y los fenómenos que la caracterizan”, dice el Diccionario de la Lengua Española).
Entre esos sesudos estudios gerontológicos aparece una encuesta muy divertida: se les preguntó a niños y niñas de 8 años de edad que cursaban el segundo año de primaria ¿Qué es un abuelo? y las respuestas que dieron los chamaquitos resultaron tan variadas e ingeniosas que te hacen reír, pero también te conmueven hasta la ternura y te dejan pensando seriamente, sobre todo cuando ya ingresaste a ese controvertido mundo de la “abuelez” como es el caso de “su seguro servilleta”.
¿Qué es un abuelo? Pues “un abuelo es una abuela, pero hombre”, contesta uno de estos chavitos. Otro dijo que “las abuelas son unas señoras bien gordas” y algún otro dio una definición-queja que decía “Los abuelos son unos que siempre están diciendo apúrate”.
Y digo que las respuestas te dejan pensando seriamente en tu calidad de abuelo, porque uno se siente feliz de tratar con los nietos pero pocas veces se pone a pensar en cómo nos ven ellos “de allá pa´cá”.
“Los abuelos son gente que no tiene nada qué hacer, sólo están ocupados cuando nosotros los vamos a visitar” Ésa es otra respuesta de los peques que me dejó medio turulato, pensando en que, para el chamaco, el abuelo existe sólo cuando está con él. Cuando no ocurre eso, cuando los nietos no los visitan, los abuelos se quedan congelados como momias, (ahora sí que literalmente como momias), esperando a que vengan los nietos a “desencantarlos”, tomando el verbo “desencantar” según las reglas del encantador juego aquel de “los encantados” que tan encantados jugábamos cuando los pequeños éramos nosotros.
¿Qué es un abuelo? Pues etimológicamente, es decir. de acuerdo con sus raíces, la palabra se explica así: “abuelo” en latín era avus y “abuelito” era aviolus, el bisabuelo era el proavus o el abavus y el tatarabuelo en latín venía siendo el atavus, de donde surge también el adjetivo “atávico” que se refiere al que se la pasa atado a las costumbres o tendencias de sus antepasados.
También alguien ha dicho que la palabra “abuelo” puede ser una de las formas conjugacionales que le faltan al verbo “abolir” porque es un verbo defectivo o sea que nació con defecto de fábrica: sería en esta caso el presente de indicativo: yo abuelo, tu abuelas, él abuela, etc, pero no. El defecto del verbo abolir es que no puede conjugarse en algunos tiempos y personas y éste y ésta son dos de ellos.
En el mismo estudio se narra que a un niño de 6 años le preguntaron donde vivía su abuelita y contestó: “ella vive en el aeropuerto, cuando la necesitamos vamos allá y la buscamos y cuando queremos que regrese a su casa, la volvemos a llevar a SU aeropuerto.
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