"EL FUTURO
DE ESPAÑA ESTÁ EN
LATINOAMÉRICA"
FUENTE: Agencia de Noticias–España
Por Diario de Cádiz Actualidad España
17 de diciembre de 2008
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FOTO:Secretaria de Estado
TRINIDAD JIMENEZ
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Trinidad Jiménez resalta que la inversión acumulada de las empresas españolas en el subcontinente alcanza a una cifra que equivale a más del 10% del PIB español. La secretaria de Estado para Iberoamérica, Trinidad Jiménez, lo tiene claro: el futuro de España está en Latinoamérica. Y no sólo se trata de historias e idiomas comunes, sino de las oportunidades que están por llegar.
"Compartimos tanto, que a veces no somos conscientes de la fuerza que tenemos de trabajar juntos y del valor añadido que eso supone". Jiménez aludió a la "extraordinaria fuerza y dimensión" de esta zona geográfica y apuntaló su afirmación con datos: la inversión acumulada de las empresas españolas en América Latina es de 130.000 millones de euros, más del 10% del Producto Interior Bruto (PIB) español.
Jiménez, que ayer participó en Málaga en el Foro Joly patrocinado por Cajamar -fue presentada por uno de sus copresidentes, Luis de la Maza-, hizo una encendida defensa del futuro de los países latinoamericanos y afirmó que es allí donde las empresas españolas "pueden equilibrar su cuenta de resultados" durante esta crisis internacional. A su juicio, esa apuesta es una realidad "desde hace muchos años" por parte del Gobierno español, todos los ejecutivos han diseñado su estrategia para estrechar lazos, dijo, y "ahora más que nunca".
Durante el coloquio, Jiménez fue interrogada sobre si existe seguridad jurídica en los estados latinoamericanos y despejó dudas: "Existe seguridad jurídica, y se ha avanzado mucho. Hay problemas, pero eso ocurre en todos los sitios; pasa aquí, en el Reino Unido, en China... A las empresas españolas les va muy bien, todas se han quedado, porque si existe inseguridad, no es algo exclusivo de allí". Y Jiménez advirtió que los empresarios deben desechar la idea de posibles sobornos a la clase política.
"Nunca hay que llevar maletines, hay que ir con las manos sobre la mesa, donde se vean; hay países que están ofertando obra pública de manera impresionante, como Panamá y México, y lo que hay que hacer es ir con las manos donde se vean". Relacionado también con el sector empresarial, se refirió a la posible entrada de la petrolera rusa Lukoil en Repsol, con una implantación muy importante en América Latina, y no interpretó esta posibilidad como un problema.
"Está presente [Repsol] en muchos países, y que Lukoil pueda entrar, ni significa perder capacidad de gestión ni la empresa en sí. De todas formas, no es una decisión que esté tomada", recordó la secretaria de Estado. El potencial de los estados de Iberoamérica fue uno de los puntales de la conferencia de Jiménez, que puso sobre la mesa el papel destacado que, a su juicio, debe jugar España en su relación con el resto del mundo.
Recordó que nuestro país ostentará la Presidencia de la Unión Europea en el primer semestre de 2010 y que es ahí donde debe jugar sus cartas. "Y para hacer visible nuestra doble alma, la europea y la latinoamericana, hay que potenciar la relación entre la UE e Iberoamérica", dijo Jiménez. Más aún, se trata también de "estrechar lazos" con Estados Unidos. "Tras la elección de Obama y por la nueva situación que vivimos, en este país hay una visión diferente a la que había antes.
Lo he percibido cuando he estado allí; estos estados deben acercarse más en lo político, mirarse sin recelo, y ahí debe tener un papel importante España". Por eso, para Jiménez, la celebración de los 200 años de independencia de muchos países de América Latina se presenta como "un desafío interesante", porque se puede "hacer desde una nueva perspectiva, no sólo histórica, sino también de futuro".
Otro soporte de su discurso fue el "nuevo orden mundial" que, en su opinión, debe construirse aprovechando las circunstancias actuales. "Hay un momento de cambio y debemos aprovechar eso para convertir la crisis en una oportunidad". "Los viejos instrumentos no son suficientes para dar respuesta a la nueva estructura internacional", dijo, y recordó la fuerza cada vez mayor de los países emergentes, que "empiezan a contar en el mundo". Para Jiménez, esto ha quedado claro en la última cumbre del G20 en Washington, la convocada para analizar la crisis financiera.
Su idea es cambiar instituciones como la ONU, el FMI o el Banco Mundial para convertirlas en verdaderos instrumentos que ofrezcan soluciones. "No estoy pensando en un nuevo gobierno mundial, pero sí en nuevas reglas de gobernanza, y ése es el gran reto: si los problemas los tenemos todos, las soluciones debemos darlas todos, y debe haber un traspaso de soberanía y poder para que las medidas que se adopten sean de obligado cumplimiento", subrayó.
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TELEFÓNICA, EMPRESA CON MAYOR
SENSIBILIDAD HACIA LATINOAMÉRICA
Boletín LATAM- 67.649 SUSCRIPTORES
Diciembre 16 de 200
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IPSOS Consulting ha presentado la segunda oleada del estudio KAR 2008, informe que mide la reputación corporativa de las principales empresas españolas. Telefónica se postula como la compañía con mayor sensibilidad hacia Latinoamérica. Uno de los aspectos que mide este estudio es la sensibilidad de las empresas españolas hacia Latinoamérica. En este sentido, destaca Telefónica, que lidera el ranking en esta categoría, seguida del Banco Santander, Repsol YPF y el BBVA. A más distancia en esta categoría se sitúan Iberia, Endesa, Iberdrola, Sol Meliá, Inditex y Caja Madrid.
El KAR, que con ésta cumple su cuarta edición, analiza diez sectores empresariales del mercado español, además de ofrecer una radiografía general acerca de la actual situación económica de este país y su comportamiento de cara a 2009. Para ello, Ipsos ha contado con la participación de cerca de 250 profesionales de diferentes ámbitos, ya sean políticos, analistas financieros, periodistas, directivos o académicos.
TELEFÓNICA lidera, además, otras categorías analizadas (empresa con más éxito, mayor proyección, presencia internacional y sensibilidad hacia Latinoamérica). Los dos grandes Bancos de nuestro país -Santander y BBVA- y Repsol completan el cuarteto de cabeza de una edición en la que se han incluido dos novedades: la calidad de los productos y servicios de las empresas y la atención de las empresas a sus clientes, ambas comandadas por Mercadona.
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UN ENFOQUE DESDE ESPAÑA
A LA REUNION DE BRASIL...
FUENTE: Enviada de Agencia Española
Soledad Gallego Díaz - Sauípe - 16/12/2008
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Lugo asume la presidencia de MERCOSUR y pide la adhesión de más países. Cuba se incorpora al Grupo de Río de la mano de Lula. El esfuerzo diplomático de Brasil ha sido enorme: en total acudirán a Sauípe, a una u otra reunión, 29 de los 32 jefes de Estado del área, incluidos el mexicano Felipe Calderón y el cubano Raúl Castro, que asiste por primera vez a un encuentro multilateral. Las ausencias más llamativas son las del peruano Alan García y la del colombiano Álvaro Uribe.
Lula ha enviado incluso aviones de la Fuerza Aérea para recoger a los presidentes de algunos de los países centroamericanos y caribeños más pobres, con tal de asegurar su presencia. Diplomáticos brasileños llevan semanas preparando un comunicado final en el que se exprese esa voluntad de crear una visión propia latinoamericana, pero los avances no son fáciles porque el pretendido liderazgo de Brasil despierta, también, recelos en otros países de la región.
En cualquier caso, la reunión de Sauípe tiene un especial significado porque se celebra, además, a sólo cuatro meses de la próxima Cumbre de las Américas, a la que sí asistirán Estados Unidos y Canadá (y no Cuba) y en la que se debatirá la marcha del ALCA, el tratado de libre comercio que Washington intenta extender, paso a paso, por Latinoamérica. Brasil defiende que los avances en el proceso para lograr cierta integración de América Latina y del Caribe exigen la presencia de Cuba en esos foros de diálogo político exclusivamente latinoamericanos.
De ahí la urgencia de que forme parte del Grupo de Río y de que el nuevo Gobierno de EE UU acepte que Brasil, y América Latina en su conjunto, y no sólo México, tienen algo que decir sobre el inminente proceso de cambio en la isla. Y en sentido inverso, la urgencia de sentar a Raúl Castro en un foro latinoamericano en el que tenga que dialogar y analizar con algún realismo la situación global. Pero Brasil ha advertido que no se trata de enfrentarse con EE UU, con el que Lula mantiene una relación privilegiada, sino de reclamar un protagonismo imprescindible.
Las cumbres de Sauípe son también un buen termómetro para valorar los avances del pretendido liderazgo regional de Brasil. Extrañamente, está previsto que la cumbre de Unasur, el organismo suramericano (sin México) que impulsa también Brasil, dure sólo una hora, pero aun así será importante saber en qué se centran las cortas intervenciones de los distintos presidentes. El de Ecuador, Rafael Correa, tiene pendiente su duro enfrentamiento con Brasilia.
Por la deuda con el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) de Brasil, que pretende no pagar por considerar ilegítima. Brasilia necesita demostrar no tanto que se le paga la deuda, como que un país como Ecuador no puede actuar como lo ha hecho Correa, sin antes intentar dialogar y pactar con la potencia regional. Lo mismo sucede con Paraguay, que reclama un aumento de las tarifas de la energía que vende a Brasil.
El ministro paraguayo de Exteriores anunció que los dos presidentes mantendrán un encuentro personal para tratar el tema. Las cosas se le han complicado incluso con Argentina. Los argentinos dicen estar "frustrados" por el apoyo de Brasil en la Ronda de Doha (OMC) a una elevada reducción de aranceles para productos industriales y servicios que Buenos Aires rechaza. Aun así, y por el mero hecho de ser capaz de convocarlas, las cumbres de Sauípe pueden servir para demostrar la enorme capacidad de Brasil y de Lula en el nuevo panorama político global.
Una de las principales batallas que se desarrolla en Sauípe, entre bastidores, es la negociación sobre la secretaría general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), el organismo que ha revitalizado Brasil como foro político y que obtuvo recientemente un importante logro al mediar en el conflicto interno de Bolivia. La pelea la protagonizan Argentina y Uruguay, dos países que deberían ser uña y carne por motivos geográficos y económicos y que, sin embargo, protagonizan en estos momentos uno de los enfrentamientos más duros, e incomprensibles, de América Latina.
Argentina aspira a que el ex presidente Néstor Kirchner ocupe la cada vez más atractiva secretaría general de Unasur, pero Uruguay ha amenazado, incluso, con abandonar la organización si Kirchner se sale con la suya. En el conflicto argentino-uruguayo hay también un trasfondo que aparece en otras batallas regionales: el deseo de los países pequeños de no verse avasallados por los grandes. En este caso, Uruguay se niega a validar nada que afecte a Argentina mientras que ese país no acabe con el bloqueo del puente internacional de Gualeguaychú, cerrado desde hace dos años por ecologistas que protestan por la instalación de una empresa papelera en la ribera uruguaya del río que hace frontera.
El bloqueo comenzó con el Gobierno de Néstor Kirchner y ha seguido con el de su esposa, la presidenta Cristina Fernández, sin que ninguno de los dos haya encontrado solución a una situación manifiestamente ilegal y que, probablemente, exigiría el empleo de la fuerza, algo en lo que los Kirchner no quieren verse involucrados.
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