N. de R. Este libro sobre la Vejez se edito en España casi 30 años. Es considerado una de las obras capitales en el tema, en lengua española. En el primer año de su edición amerito cinco ediciones. Su autor es un reconocido especialista colombiano. Ofrecemos aqui dos opiniones sobre el libro. Desde mañana y en forma diaria vamos a ofrecer textos seleccionados:––––
ENVEJECER NO ES
DETERIORARSE
Gonzalo Canal Ramírez, colombiano
Editado en España
Primera edición octubre 1980
La quinta edición fué en abril de 1981
-
Opinion de:
JUAN MENDOZA VEGA
Cirujano neurólogo.
Miembro de la Academia
Gonzalo Canal Ramírez, colombiano
Editado en España
Primera edición octubre 1980
La quinta edición fué en abril de 1981
-
Opinion de:
JUAN MENDOZA VEGA
Cirujano neurólogo.
Miembro de la Academia
Nacional de Medicina de Colombia
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De los períodos vitales que recorre ineluctablemente el ser humano, suele ser la vejez el que recibe menos atención. Cual si marcharan al compás de las frases hechas que señalan a los últimos años de la vida como una especie de improductivo desierto donde ni siquiera reverdecen ya las ilusiones, quienes del tema se ocupan lo hacen con tono que varía de la conmiseración al franco desprecio, y de ello no se libran casi ni las graves disquisiciones de los científicos.
Encontrar un autor y un libro que no solamente escapen a esa postura predominante sino la contradigan, y con excelentes argumentos, produce por lo mismo el grato efecto de una brisa refrescante tras reiteradas horas de bochorno. Y eso precisamente ocurre con esta nueva criatura intelectual de Gonzalo Canal Ramírez, aquilatado analista de las realidades humanas, que hoy aparece con el diciente título de “Envejecer no es Deteriorarse”
Resulta difícil encontrar en este libro una sección, un capítulo que puedan singularizarse como más interesantes o importantes que las demás. La calidad es uniforme y alta, con cada palabra de cada frase encaminada a mostrar como el paso de los años no tiene porque significar para el ser humano el desmoronamiento progresivo, la anulación forzosa ni ese desencanto que lleva a sentarse con la mirada perdida en el vacío. Por supuesto, las lucubraciones de Gonzalo Canal Ramírez no se limitan a los aspectos literarios de la vejez, tomando ese adverbio en su más amplia y elevada acepción. (SACADO de CONTEXTO)
––––
Opinion de:
FERNANDO VALENCIA CESPEDES
Gerontólogo. Director de Clínicas Médicas.
He leído detenidamente este libro documentado, serio, novedoso, original y de provecho para aprender a envejecer y a vivir con utilidad y satisfacción la vejez.
Fue una sorpresa agradable para mi que Gonzalo Canal Ramírez, me solicitara escribir unas palabras para “ENVEJECER NO ES DETERIORARSE”. No hablamos de condiciones y no hubo ninguna conseja para estos pensamientos; me dejó libre, como lo he sido siempre, para expresar mis ideas sobre el “viejo”. Creo que me escogió, parea poner este libro universal en mis manos, por el hecho de tener más de sesenta años, haber vivido intensamente situaciones de riqueza y de pobreza, y el hecho no buscado de haber vivido en tres Continentes culturales (Iberoamérica, Europa y Estados Unidos de América.
Toca este libro una gran cantidad de factores que le hacen realizar al lector situaciones no planteadas claramente en otras publicaciones. Y, en cambio, aquí expuestas con nitidez. El Humanismo, bajo cuyo enfoque este libro se desarrolla, es importante, pues, al llegar a mi edad ejerciendo medicina activamente, he visto que se ha perdido este concepto y que hay que recordarlo, ya que enseñar humanismo es tan difícil. Y el viejo, como lo prueba esta obra “sigue siendo el hombre que era”.
(SACADO de CONTEXTO)
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De los períodos vitales que recorre ineluctablemente el ser humano, suele ser la vejez el que recibe menos atención. Cual si marcharan al compás de las frases hechas que señalan a los últimos años de la vida como una especie de improductivo desierto donde ni siquiera reverdecen ya las ilusiones, quienes del tema se ocupan lo hacen con tono que varía de la conmiseración al franco desprecio, y de ello no se libran casi ni las graves disquisiciones de los científicos.
Encontrar un autor y un libro que no solamente escapen a esa postura predominante sino la contradigan, y con excelentes argumentos, produce por lo mismo el grato efecto de una brisa refrescante tras reiteradas horas de bochorno. Y eso precisamente ocurre con esta nueva criatura intelectual de Gonzalo Canal Ramírez, aquilatado analista de las realidades humanas, que hoy aparece con el diciente título de “Envejecer no es Deteriorarse”
Resulta difícil encontrar en este libro una sección, un capítulo que puedan singularizarse como más interesantes o importantes que las demás. La calidad es uniforme y alta, con cada palabra de cada frase encaminada a mostrar como el paso de los años no tiene porque significar para el ser humano el desmoronamiento progresivo, la anulación forzosa ni ese desencanto que lleva a sentarse con la mirada perdida en el vacío. Por supuesto, las lucubraciones de Gonzalo Canal Ramírez no se limitan a los aspectos literarios de la vejez, tomando ese adverbio en su más amplia y elevada acepción. (SACADO de CONTEXTO)
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Opinion de:
FERNANDO VALENCIA CESPEDES
Gerontólogo. Director de Clínicas Médicas.
He leído detenidamente este libro documentado, serio, novedoso, original y de provecho para aprender a envejecer y a vivir con utilidad y satisfacción la vejez.
Fue una sorpresa agradable para mi que Gonzalo Canal Ramírez, me solicitara escribir unas palabras para “ENVEJECER NO ES DETERIORARSE”. No hablamos de condiciones y no hubo ninguna conseja para estos pensamientos; me dejó libre, como lo he sido siempre, para expresar mis ideas sobre el “viejo”. Creo que me escogió, parea poner este libro universal en mis manos, por el hecho de tener más de sesenta años, haber vivido intensamente situaciones de riqueza y de pobreza, y el hecho no buscado de haber vivido en tres Continentes culturales (Iberoamérica, Europa y Estados Unidos de América.
Toca este libro una gran cantidad de factores que le hacen realizar al lector situaciones no planteadas claramente en otras publicaciones. Y, en cambio, aquí expuestas con nitidez. El Humanismo, bajo cuyo enfoque este libro se desarrolla, es importante, pues, al llegar a mi edad ejerciendo medicina activamente, he visto que se ha perdido este concepto y que hay que recordarlo, ya que enseñar humanismo es tan difícil. Y el viejo, como lo prueba esta obra “sigue siendo el hombre que era”.
(SACADO de CONTEXTO)
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