martes, 3 de marzo de 2009

LA COLUMNA DE LEONARDO BOFF

SALVAR
EL CAPITAL
DE LA
ESPERANZA

Escribe
LEONARDO BOFF (*)

Publicado 1º de Julio de 2005
http://servicioskoinonia.org/boff/

Independientemente de su desenlace, la actual crisis política está provocando aquello que es propio de toda crisis: un proceso de acrisolamiento y de purificación. La crisis purifica nuestra visión de la realidad social brasileña, trayendo a la superficie lo que se esconde por debajo de la política vigente: un profundo vacío de legitimidad y de representatividad.

No se ha creado aquí una sociedad con autores autónomos y activos. Dentro del país hay otro país de masas desheredadas y anónimas. Desde su fundación el Estado ha sido excluyente y antipopular; ciertas élites se apropiaron de él y lo usan para garantizar sus privilegios y llevar a cabo sus intereses. Ellas no tienen un proyecto Brasil que incluya a todos, sino un proyecto para sí, excluyendo o subordinando a los demás. Un Estado sólo es verdaderamente soberano y una clase política representativa, cuando están asentados sobre una sociedad con actores autónomos y activos, que en realidad nunca ha existido consistentemente. Sin una sociedad organizada por ciudadanos participantes se vacía la democracia y se liquida la representatividad.

En un escenario como éste, el negocio, el tráfico de influencias, el reparto de prebendas y el asalto al bien público hacen que la corrupción sea sistémica. Es una moneda corriente que compra y vende todo. Casi todos participan, casi todos son cómplices, casi todos llegan a acuerdos y casi todos se cubren mutuamente. No pueden ser sorprendidos porque entonces comienzan a funcionar las leyes y los procesos que, debido a las muchas maniobras, normalmente terminan en nada. Esta ha sido la lógica dominante, con honrosas excepciones de figuras íntegras e incorruptibles, pero que no consiguieron modificar el rumbo.

La llegada del PT al gobierno central fue el primer gran ensayo de otra clase política, de otro sentido de Estado y de otra ética pública. El Presidente Lula encarna en su biografía este giro en la historia política brasilera. Fue elegido por la convocatoria de las banderas de la ética y de los cambios.

Ha tenido que enfrentarse al peso de toda una historia de siglos y una coyuntura extremadamente vulnerable. No teniendo mayoría en el Parlamento tuvo que hacer composiciones para garantizar la gobernabilidad. ¿Hasta qué punto estratos de su gobierno no fueron contaminados por la lógica corrupta de las cosas? ¿Hasta qué punto faltó prudencia política en las alianzas con partidos poco confiables? No nos cabe anticipar desenlaces.

Independientemente de los juicios que podamos hacer sobre la actuación del gobierno Lula, consideramos de fundamental importancia, en una perspectiva de futuro, continuar sustentando las dos banderas, la de la ética y la de los cambios.

Sin cambios sustantivos jamás vamos a fundar una sociedad de ciudadanos participativos y recrear un Estado con sentido social, abierto a la fase globalizada de la historia humana. Sin una ética de la transparencia, del valor del servicio público y sin control sobre los posibles desvíos, faltará el aceite que haga funcionar todo. Urge salvar el capital de la esperanza.

Estoy convencido de que el PT y el Presidente Lula todavía viven de este sueño. La crisis los purificará y madurará. Junto con la base parlamentaria importa alimentar la base popular, ya ofrecida por decenas de entidades que escribieron la Carta a los Brasileros, apoyando y reclamando al Gobierno, conscientes de su autonomía pero también de su responsabilidad. Entonces será verdad lo que escribió Platón: «todas las cosas grandes suceden en la crisis».
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(*)Leonardo Boff es un teólogo, filósofo y escritor nacido en Concordia, Estado de Santa Catarina, Brasil Es uno de los fundadores de la Teología de la Liberación, junto con
Gustavo Gutiérrez Merino. En 1985, la Congregación para la Doctrina de la Fe, dirigida por el ya cardenal Ratzinger (hoy Papa Benedicto XVI) le silenció por un año por su libro La Iglesia, Carisma y Poder, que estaba en contra de la Doctrina de la Iglesia Católica.Ha trabajado como profesor en los campos de teología, ética y filosofía en Brasil, además de dar conferencias en muchas universidades en el extranjero, como Heidelberg, Harvard, Salamanca, Barcelona, Lund, Lovaina, París, Oslo, Turín. Ha escrito más de 100 libros, traducidos a muchas lenguas.En 1997, el Parlamento Sueco le otorgó el premio Right Livelihood


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