lunes, 25 de mayo de 2009

EL MUNDO EN QUE ANDAMOS...

NO ES ORO
TODO LO QUE RELUCE
Desde Suecia nos llega por mail un análisis muy crítico sobre la realidad actual, en la que antes de sacarse el sombrero sería necesario tomar el mundo como un todo y ver como el capitalismo en su crisis va dejando huellas similares en todo el universo.

Ni Marx, ni Lenin, nunca hablaron de "modelo", sino de como intervenir en el desarrollo histórico de la humanidad defendiendo a la gente de la explotación del hombre por el hombre.- El capitalismo ahonda la fractura social y la gravedad de sus crisis, la tarea es unir a lo mejor de la humanidad para lograr imponer medidas de transición.-

Hay una izquierda que se adapta, hay otra que sueña con el aparato del estado y las estatizaciones, que muchas veces están plenamente justificadas como en la revolución del 17 o en Cuba, con el imperialismo enfrente.-

Pero lo que define hoy si una sociedad va o no al socialismo es la circulación del dinero y la moneda, y esto no se puede resolver en un país y aún por zonas hay que tomar el mundo como un todo. Esa es la tarea cuando se va agudizando la crisis más grande del sistema en la historia.-

A la derecha en su histeria, le sirve tanto el que niega la crisis, como los que proponen medidas que se aíslan de los centros mundiales (Organismos, Partidos, gobiernos, sindicatos, movimientos etc.) en los cuales tarde o temprano se tendrán que tomar decisiones que saldarán el destino humano por un montón de años.
JORGE ANICETO MOLINARI

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SUECIA:
CUANDO
LOS TIEMPOS
VAN BAJANDO

TURBIOS...

Foto:Rascacielo Turning Torso - Suecia

N. de R. Este mail recibido de Suecia, hace referencias a ciertas expresiones vertidas en la campaña electoral que se desarrolla ahora en Uruguay. Hemos omitido algunas partes, sacando de contexto elementos de la realidad sueca de hoy. fd

Según cifras oficiales, hace cuatro años había unas 17.000 personas sin techo, hoy en día son muchas más. Pero esas sólo son las que duermen en la calle o son obligadas a prostituirse para tener algún lugar dónde pasar la noche. Los hay quienes tienen la suerte de encontrar un lugarcito en un hogar para indigentes y, si las peleas entre borrachos y drogadictos no son muy continuas, hasta pueden conciliar el sueño por unas horas.

En realidad, son varios cientos de miles los habitantes de este país que viven en condiciones precarias. Las estadísticas no cuentan, por ejemplo, a decenas de miles de sin papeles que se apretujan hasta diez o quince en piecitas de apartamentos de los suburbios por las que pagan sumas escandalosas. Ser joven y sin plata significa para muchos andar saltando de cuarto en cuarto, alquilando a menudo sin contrato y arriesgando a que lo echen a uno en cualquier momento.

Suecia es un país que construye casinos y pistas de golf, hoteles y centros comerciales, casas de lujo y "gated communities", ¿apartamentos de alquiler para personas sin plata en el banco? No. No es rentable, dicen. En Suecia hay mucha gente que no vive bien. Y son cada vez más. Preguntarle a los 380.000 desempleados que hay en el país. Dentro de uno o dos años llegarán a ser más de 500.000 según el ministro de finanzas.

La mitad de ellos hoy en día no tiene seguro de desempleo porque el Gobierno aumentó las cuotas que hay que abonar. Uno de cada cuatro jóvenes está desempleado, la mitad o más de los jóvenes extranjeros están en el paro. Preguntarles a las 3.000 ó 4.000 personas al año que desde inicio de la década han sido expulsadas de sus casas por no poder pagar el alquiler. Un estudio de 2005 mostraba que uno de cada tres viejitos en los hogares de ancianos no reciben suficiente alimento.

Porque los recortes de personal y los métodos industriales de atención hacen que se les dé a todos raciones iguales. Unos cien mil niños al año son víctimas del acoso escolar por parte de sus compañeros, producto de una cultura cada vez más violenta e inhumana. Al mismo tiempo, más de un tercio de las escuelas de este país, antes conocido por la famosa calidad de su educación, carecen de biblioteca.
Entre 1985 y 2005, las ganancias de los capitalistas aumentaron más del triple. A finales de los ‘90, el 30 por ciento más pobre de la población ganaba 4.000 millones de coronas al año mientras que el 10 por ciento más rico, ganaba 330.000 millones. Esa décima parte de la población controla alrededor del 86 por ciento del capital accionario.

Los niveles de desigualdad en la Suecia de hoy en día son los mismos de antes de la instauración del "socialismo" sueco. Este es el "avance" logrado por los "pacientes políticos reformistas" que han gobernado a Suecia durante los últimos casi treinta de años: una reforma impositiva de 1982 que empezó a desmontar el sistema de impuestos progresivos, la desregulación del sistema bancario que desató la economía especulativa.

Una "adaptación" a la política económica de la Unión Europea basada en la lucha contra la inflación y el abandono del pleno empleo, dos paquetes anticrisis en 1992 con los que se pagaron las deudas de los bancos con la plata de los fondos de pensiones y recortaron sensiblemente el sector público, y después, varios años de neoliberalismo a fuego lento, con gobiernos de "izquierda" que poco a poco fueron desmontando lo que quedaba.

"Como el Uruguay no hay" pensaban algunos (cada vez menos) en aquellos años 60 en los que los uruguayos trataban de aferrarse al mito de Maracaná, de la tacita de plata y de la Suiza de América. Por aquel entonces Benedetti (que en paz descanse) escribía "El País de la Cola de Paja" y una generación cometió el "error fiero" que consistía en pensar un futuro para el Uruguay más allá del capitalismo.

Por aquellos tiempos los suecos, como buenos chauvinistas que son, les enseñaban a los niños en la escuela que Uruguay era "la Suecia de América". Diez años más tarde, y gracias al reformismo progresista de aquella Suecia que ya no existe, éste país recibía a miles de uruguayos que huían de la tacita de plata. Preguntarles a esos uruguayos por la Suecia de hoy en día.

Preguntarle cómo ven el ascenso del partido fascista Sueco demócrata, que probablemente entre al parlamento en las próximas elecciones. Pregúntele por los bonos "paracaídas" de jubilación de cientos de miles de euros que los jefes de las empresas se auto recetan por no haber hecho más que ganar plata toda su vida, pregúntele a esos uruguayos cómo ven su futuro.

Esta Suecia de "capitalismo decente" vive entre otras cosas de hacen miras láser para los helicópteros que tiran bombas en Irak y Afganistán. El avión de guerra sueco JAS 39 Gripen, que nadie lo quería comprar, se lo quisieron meter a los checos y a los húngaros, entre otros, a punta de coimas. Los bancos de este país de capitalismo de rostro humano les metieron una cantidad extraordinaria de millones de euros a los países del báltico en préstamos basura.

Ahora, como los países del báltico no tienen con qué pagar, a través del FMI los bancos suecos les exigen que recorten sus presupuestos en un 30, 40 ó 50 por ciento, que dejen a miles en la calle, que vendan sus hospitales y sus escuelas. Claro, yo sé que me van a explicar que no hay que ser así, que la situación en Uruguay es de terror.

Van a explicar que vistos todos los males, la sociedad sueca parece muy decente y humana, y de que vista desde allá esto de acá sabe bastante apetecible. A los uruguayos revoltosos de los años 60 se les explicaba pacientemente, y antes de militarizar los puestos de trabajo, reprimir las manifestaciones, encarcelar a la gente, torturarla, etcétera, que el Uruguay estaba muy bien comparado con Biafra.

Se les explicaba que la gente se quejaba por puro gusto, por ganas de joder la pava o por las famosas “ideas foráneas”. Es más o menos el mismo argumento de la clase política sueca de hoy en día (lo de las “ideas foráneas” ha sido substituido por “populismo” o “ideas fallidas”). Es el argumento de nuestro ministro de estado Fredrik Reinfeldt, cuyo partido “moderado” (más reaccionario que Bush con escafandra) tiene como socios políticos en América Latina.

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