miércoles, 4 de noviembre de 2009

LOS PULMONES VERDES PELIGRAN


LA AMAZONÍA Y
PUEBLOS INDÍGENAS
AMENAZADOS POR

LA EXPLOTACIÓN
PETROLERA

MATT FINER, CLINTON N. JENKINS
(THE GUARDIAN UK)
Miércoles 4 de noviembre de 2009
(Especial para ARGENPRESS.info)

La Amazonía occidental, hogar de la mayor biodiversidad y selva tropical todavía intacta en la tierra, pronto se puede cubrir de oleoductos y tuberías. Los conservacionistas advirtieron que está en riesgo la biodiversidad de vastas franjas de la región porque al abrirse a la exploración de petróleo y gas cae en riesgo la vida variada que existe en la selva y lo más prístino del planeta, así como el hábitat de decenas de pueblos indígenas.

Un nuevo estudio ha encontrado que por lo menos 35 corporaciones transnacionales de petróleo y gas operan en 180 “bloques” -áreas zonificadas para exploración y desarrollo- en las selvas amazónicas de Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y el occidente de Brasil, donde tienen su hábitat muchos grupos étnicos indígenas, incluso algunos de los últimos pueblos sin contacto con el mundo, quienes prefieren vivir en aislamiento voluntario total.

Los científicos ambientales describen a esta región como pulmones del planeta porque contiene la más extraordinaria diversidad biológica y cultural, pero también alberga grandes reservas de petróleo y gas. La demanda global de hidrocarburos cada vez mayor estimula niveles sin precedentes de nuevas exploraciones petrolíferas y extracción de petróleo y gas que amenazan con la devastación ambiental y cultural.

Durante un período de cuatro años los investigadores siguieron las actividades de hidrocarburos a través de la región y generaron un mapa completo de las exploraciones de petróleo y gas. Los investigadores confeccionaron su carta utilizando información oficial, suministrada por los propios gobiernos, respecto a tierras que durante los últimos cuatro años se arrendaron o concesionaron a transnacionales energéticas para que busquen petróleo y gas en la Amazonía de Brasil, Perú, Ecuador, Bolivia y Colombia.

El mapa muestra que las regiones señaladas para proyectos de petróleo y gas cubren ya más de dos tercios de la Amazonía en Perú y Ecuador. De 64 bloques de petróleo y gas que cubren el 72% de la Amazonía peruana, ocho ya están aprobados desde 2003 y por lo menos 16 fueron firmados en 2008. Se esperan mayores incrementos de esta actividad en Bolivia y el occidente de Brasil.

El resultado ha sido una evaluación alarmante de las amenazas que se ciernen sobre la biodiversidad y la población indígena de la región. El trazado muestra en detalle los proyectos de extracción de petróleo y gas de 35 compañías transnacionales en las áreas del Amazonas más propicias para la vida de diferentes especies de mamíferos, pájaros y anfibios.

“Hemos estado siguiendo los desarrollos de petróleo y gas en la Amazonía desde 2004 y el cuadro ha cambiado antes de nuestros ojos”, dijo Matt Finer, de Salvemos la Selva de América, un grupo ambiental establecido en EEUU. “Cuando se examina dónde están los bloques de petróleo y gas, se observa que coinciden perfectamente con sectores clave de la mayor biodiversidad, casi como por diseño, y éste en uno de los más grandes, si no el mayor, lugar de la biodiversidad en la tierra”.

En un artículo escrito para el periódico “PLoS One”, Finer y otros científicos de la Universidad de Duke y de la ONG Tierra es Vida (Land is Life), un grupo medioambiental de Massachussets, llamaron a los gobiernos a que repiensen cómo se explotarán las reservas energéticas de la Amazonía. “No están observando el cuadro completo de lo que sucederá, ni tampoco verifican si, al mismo tiempo, existen cerca otros proyectos similares por ejecutarse”, dijeron. “Cada compañía podría estar creyendo individualmente que está actuando de manera relativamente responsable y custodiará bajo su control sus propias redes de carreteras, y así sucesivamente, pero ¿qué sucede cuando existen otros 15 proyectos alrededor?”, preguntó Finer. “De pronto, cuando se observe el cuadro completo, saltará a la vista una extensa red de caminos”, añadió. La creación de extensas redes de carreteras hará previamente inaccesible a la selva, a riesgo de la deforestación, la caza ilegal, depredación del bosque y transporte de troncos de árboles”, argumentaron los autores. (SACADO de CONTEXTO)

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