Compañero Jorge: Me lo envió un ex-compañero de trabajo, Croata, con quien solemos intercambiar algún material interesante que nos ayuden a pensar un poco. LEONEL
APOCALIPSIS
AHORA
Escribe
FREI BETTO (*)
El fin del mundo siempre me pareció algo muy lejano. Incluso un contrasentido. ¿Habría de destruir Dios su creación?
Hoy estoy convencido de que Dios no necesita pensar en otro diluvio. El mismo ser humano comenzó a provocarlo, a través de la degradación de la naturaleza.
Los bienes de la Tierra se han vuelto posesión privada de empresas y oligopolios. La causa de que 4 mil millones de seres humanos vivan por debajo de la línea de la pobreza, y de que 1.2 mil millones padezcan hambre, es una sola: toda esa gente ha visto impedido su acceso a la tierra, al agua, a las semillas, a las nuevas técnicas de cultivo y a los sistemas de comercialización de los productos.
La decisión de los Estados Unidos y China de ignorar la Conferencia de Copenhague sobre Cambio Climático vuelve más agónico el grito de la Tierra. Ambos países son los principales emisores de CO2 a la atmósfera.
Son los grandes acusados del calentamiento global. Al decidir boicotear Copenhague y no firmar el compromiso de reducir sus emisiones, ellos abrevian la agonía del planeta.
Por suerte, el 25 de noviembre el presidente Obama, bajo fuerte presión, cambió de actitud y se desdijo de lo que habló en Beijing. Los EE.UU., responsable del 23 % de las emisiones mundiales de CO2, prometerán en Copenhague reducir, hasta el año 2020, el 17 % de las emisiones de gases de efecto invernadero; el 30 % hasta el 2025; y el 42 % hasta el 2030.
¿Por qué retrocedió? Además de la presión de los ecologistas, Obama se dio cuenta de que quedaría mal en la foto si ignorase Copenhague y apareciese en Oslo el 10 de diciembre -cuando se conmemora el 61º aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos- para recibir el premio Nobel de la Paz. Por lo cual estará la víspera en la capital de Dinamarca.
Es curioso: todos los premios Nobel son entregados en Estocolmo, excepto el de la Paz. Por una sencilla y cínica razón: la fortuna de la Fundación Nobel, asentada en Suecia, es el resultado de la herencia del inventor de la dinamita, Alfred Nobel (1833-1896), utilizada como explosivo en las guerras. Como no tuvo hijos, Nobel destinó los ingresos obtenidos por su patente a quien se destaque en determinadas áreas del saber.
Hay una lógica detrás de la postura ecocida de los EE.UU. y de China.
Son dos países capitalistas. El primero sigue el capitalismo de mercado; el segundo el capitalismo de Estado. Ambos coinciden en el objetivo fundamental: la lucratividad, no la sustentabilidad.
El capitalismo, en cuanto sistema, no tiene solución para la crisis
Ecológica. Sabe que las medidas efectivas redundarán inevitablemente en la reducción de las ganancias, del crecimiento del PIB, de la acumulación de riquezas.
Si viviera hoy, Marx tendría que admitir que la crisis del capitalismo ya no procede de las contradicciones de las fuerzas productivas, sino del proyecto tecnocientífico que beneficia casi exclusivamente a apenas un 20 % de la población mundial. Ese proyecto se apoya en una visión de calidad de vida que coincide con la opulencia y el lujo. Su lógica se resume en: “consumo luego existo”. Como decía Gandhi: “La Tierra satisface las necesidades de todos, menos la voracidad de los consumistas”.
Ejemplo de ello es la reciente crisis financiera. Ante la amenaza de quiebra de los bancos, ¿cómo reaccionaron los gobiernos de las naciones ricas? ¿Les facilitaron recursos a las familias morosas, para posibilitarles mantener sus viviendas? Nada de eso. Canalizaron verdaderas fortunas -un total de US$ 18 mil billones- hacia los bancos responsables de la crisis. Tal era la desesperación del sector, que Eduardo Galeano llegó a pensar en lanzar la campaña “Adopte un banquero”.
El planeta en que vivimos ya alcanzó sus límites físicos. Y no hay cómo buscar recursos fuera de él. El objetivo es preservar lo que todavía no ha sido totalmente destruido por el afán de ganancia humano, como las fuentes de agua potable, y tratar de recuperar lo que sea posible mediante la descontaminación de ríos y mares y la replantación de áreas deforestadas.
Ecología viene del griego ‘oikos’, que significa casa, y ‘logos’,
conocimiento. Por tanto es la ciencia que estudia las condiciones de la naturaleza y las relaciones entre todo lo que existe, pues todo lo que existe coexiste, preexiste y subsiste. La ecología trata, pues, de las conexiones entre los organismos vivos, como plantas y animales (incluyendo hombres y mujeres), y su medio ambiente.
Esa visión de interdependencia entre todos los seres de la naturaleza ha sido perdida por el capitalismo. A lo cual también ayudó una interpretación equivocada de la Biblia: la idea de que Dios creó todo y finalmente lo entregó a los seres humanos para que ‘dominasen’ la Tierra. Ese dominio quedó como sinónimo de expoliación, estupro, explotación. Los ríos fueron polucionados, los mares contaminados, el aire que respiramos envenenado.
Ahora corremos contra el reloj del tiempo. El Apocalipsis despunta en el horizonte y sólo hay una manera de evitarlo: pasar del paradigma de lucratividad al de sustentabilidad. (Traducción de J.L.Burguet)
.
(*)Carlos Alberto Libânio Christo (Frei Betto –1944) Fraile dominico brasileño, teólogo de la liberación. Es autor de más de 50 libros y de más de 20 Premios a su obra. En 1966, en dictadura fue encarcelado y torturado. En 1966 paso 4 años en la cárcel militar. Al ser liberado se mudo a una favela de São Paulo. Allí a Lula da Silva. Es su amigo personal y de Leonardo Boff. En los años ’80 empezó a asesorar a algunos «países socialistas» sobre las relaciones Iglesia-Estado. Viajó a Cuba, Checoslovaquia, China, la Unión Soviética, Nicaragua y Polonia
–––––
COMENTARIO
APOCALIPSIS
AHORA
Escribe
FREI BETTO (*)
El fin del mundo siempre me pareció algo muy lejano. Incluso un contrasentido. ¿Habría de destruir Dios su creación?
Hoy estoy convencido de que Dios no necesita pensar en otro diluvio. El mismo ser humano comenzó a provocarlo, a través de la degradación de la naturaleza.
Los bienes de la Tierra se han vuelto posesión privada de empresas y oligopolios. La causa de que 4 mil millones de seres humanos vivan por debajo de la línea de la pobreza, y de que 1.2 mil millones padezcan hambre, es una sola: toda esa gente ha visto impedido su acceso a la tierra, al agua, a las semillas, a las nuevas técnicas de cultivo y a los sistemas de comercialización de los productos.
La decisión de los Estados Unidos y China de ignorar la Conferencia de Copenhague sobre Cambio Climático vuelve más agónico el grito de la Tierra. Ambos países son los principales emisores de CO2 a la atmósfera.
Son los grandes acusados del calentamiento global. Al decidir boicotear Copenhague y no firmar el compromiso de reducir sus emisiones, ellos abrevian la agonía del planeta.
Por suerte, el 25 de noviembre el presidente Obama, bajo fuerte presión, cambió de actitud y se desdijo de lo que habló en Beijing. Los EE.UU., responsable del 23 % de las emisiones mundiales de CO2, prometerán en Copenhague reducir, hasta el año 2020, el 17 % de las emisiones de gases de efecto invernadero; el 30 % hasta el 2025; y el 42 % hasta el 2030.
¿Por qué retrocedió? Además de la presión de los ecologistas, Obama se dio cuenta de que quedaría mal en la foto si ignorase Copenhague y apareciese en Oslo el 10 de diciembre -cuando se conmemora el 61º aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos- para recibir el premio Nobel de la Paz. Por lo cual estará la víspera en la capital de Dinamarca.
Es curioso: todos los premios Nobel son entregados en Estocolmo, excepto el de la Paz. Por una sencilla y cínica razón: la fortuna de la Fundación Nobel, asentada en Suecia, es el resultado de la herencia del inventor de la dinamita, Alfred Nobel (1833-1896), utilizada como explosivo en las guerras. Como no tuvo hijos, Nobel destinó los ingresos obtenidos por su patente a quien se destaque en determinadas áreas del saber.
Hay una lógica detrás de la postura ecocida de los EE.UU. y de China.
Son dos países capitalistas. El primero sigue el capitalismo de mercado; el segundo el capitalismo de Estado. Ambos coinciden en el objetivo fundamental: la lucratividad, no la sustentabilidad.
El capitalismo, en cuanto sistema, no tiene solución para la crisis
Ecológica. Sabe que las medidas efectivas redundarán inevitablemente en la reducción de las ganancias, del crecimiento del PIB, de la acumulación de riquezas.
Si viviera hoy, Marx tendría que admitir que la crisis del capitalismo ya no procede de las contradicciones de las fuerzas productivas, sino del proyecto tecnocientífico que beneficia casi exclusivamente a apenas un 20 % de la población mundial. Ese proyecto se apoya en una visión de calidad de vida que coincide con la opulencia y el lujo. Su lógica se resume en: “consumo luego existo”. Como decía Gandhi: “La Tierra satisface las necesidades de todos, menos la voracidad de los consumistas”.
Ejemplo de ello es la reciente crisis financiera. Ante la amenaza de quiebra de los bancos, ¿cómo reaccionaron los gobiernos de las naciones ricas? ¿Les facilitaron recursos a las familias morosas, para posibilitarles mantener sus viviendas? Nada de eso. Canalizaron verdaderas fortunas -un total de US$ 18 mil billones- hacia los bancos responsables de la crisis. Tal era la desesperación del sector, que Eduardo Galeano llegó a pensar en lanzar la campaña “Adopte un banquero”.
El planeta en que vivimos ya alcanzó sus límites físicos. Y no hay cómo buscar recursos fuera de él. El objetivo es preservar lo que todavía no ha sido totalmente destruido por el afán de ganancia humano, como las fuentes de agua potable, y tratar de recuperar lo que sea posible mediante la descontaminación de ríos y mares y la replantación de áreas deforestadas.
Ecología viene del griego ‘oikos’, que significa casa, y ‘logos’,
conocimiento. Por tanto es la ciencia que estudia las condiciones de la naturaleza y las relaciones entre todo lo que existe, pues todo lo que existe coexiste, preexiste y subsiste. La ecología trata, pues, de las conexiones entre los organismos vivos, como plantas y animales (incluyendo hombres y mujeres), y su medio ambiente.
Esa visión de interdependencia entre todos los seres de la naturaleza ha sido perdida por el capitalismo. A lo cual también ayudó una interpretación equivocada de la Biblia: la idea de que Dios creó todo y finalmente lo entregó a los seres humanos para que ‘dominasen’ la Tierra. Ese dominio quedó como sinónimo de expoliación, estupro, explotación. Los ríos fueron polucionados, los mares contaminados, el aire que respiramos envenenado.
Ahora corremos contra el reloj del tiempo. El Apocalipsis despunta en el horizonte y sólo hay una manera de evitarlo: pasar del paradigma de lucratividad al de sustentabilidad. (Traducción de J.L.Burguet)
.
(*)Carlos Alberto Libânio Christo (Frei Betto –1944) Fraile dominico brasileño, teólogo de la liberación. Es autor de más de 50 libros y de más de 20 Premios a su obra. En 1966, en dictadura fue encarcelado y torturado. En 1966 paso 4 años en la cárcel militar. Al ser liberado se mudo a una favela de São Paulo. Allí a Lula da Silva. Es su amigo personal y de Leonardo Boff. En los años ’80 empezó a asesorar a algunos «países socialistas» sobre las relaciones Iglesia-Estado. Viajó a Cuba, Checoslovaquia, China, la Unión Soviética, Nicaragua y Polonia
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COMENTARIO
de JORGE ANICETO MOLINARI (*)
"LOS BANCARIOS
NO GENERAN PLUSVALIA
AUMENTAN PLUSVALOR,
QUE ES OTRA COSA ..."
LEONEL:
La contradicción e incomprensión de Frei Betto (con las disculpas del caso por inmodestia), está precisamente en esta frase:
Si viviera hoy, Marx tendría que admitir que la crisis del capitalismo ya no procede de las contradicciones de las fuerzas productivas, sino del proyecto tecnocientífico que beneficia casi exclusivamente a apenas un 20 % de la población mundial. Ese proyecto se apoya en una visión de calidad de vida que coincide con la opulencia y el lujo. Su lógica se resume en: “consumo luego existo”. Como decía Gandhi: “La Tierra satisface las necesidades de todos, menos la voracidad de los consumistas”.
Marx mostró como la apropiación de la plusvalía (hay una enorme falta de estudio de la obra de Marx, los bancarios creen en una gran mayoría que generan plusvalía, cuanto en realidad lo que hacen es aumentar plusvalor que es otra cosa), necesita obligatoriamente convertirse no en atesoramiento sino es plusvalor.-
Esto tiene límites, el burgués necesita invertir en lo que sea, pero no puede dejar de invertir, esa es la contradicción de la fuerzas productivas en su impresionante desarrollo tecnológico.
Y no es que tome a Marx como la verdad revelada; lo que no es correcto es pasar por encima de sus analisis cuando la realidad del sistema lo muestran claramente.-
Dejó si una gran incognita planteada por el Ing. Grompone, de que nunca en la historia de la lucha de clases, una clase dominada pasó a ser dominadora.- Entonces Frei Betto, cuando habla del fin del mundo, es por que imagina a los capitalistas sustituidos por los proletarios y al ver que esto no puede suceder llega a la conclusión de que no hay solución posible.
Hoy el método de Marx y de Lenin, entre otros, nos llevan a plantear la unidad de los ciudadanos del mundo, para centrar la lucha por la democracia, particularmente económica, en dos centros: la moneda y un sistema impositivo basado en su circulación.-
El dilema se resume en Socialismo o Barbarie, y nuestra preocupación es que gente importante como Frei Betto, no empujen en el mismo sentido.-
Un abrazo y Feliz Navidad.
.
(*) JORGE ANICETO MOLINARI: Militante sindical y político desde épocas estudiantiles (en Paysandú) Dirigente y militante gremial en AEBU, CNT. Participó en la fundación del Frente Amplio. Actual miembro titular en el Consejo Honorario de Caja Bancaria (por Jubilados y Pensionistas) Consecuente estudioso del camino que abriera Carlos Marx y empecinado en creer que un mundo mejor es posible. Partidario de la moneda única universal y del impuesto a las transacciones financieras, militante de ATTAC
"LOS BANCARIOS
NO GENERAN PLUSVALIA
AUMENTAN PLUSVALOR,
QUE ES OTRA COSA ..."
LEONEL:
La contradicción e incomprensión de Frei Betto (con las disculpas del caso por inmodestia), está precisamente en esta frase:
Si viviera hoy, Marx tendría que admitir que la crisis del capitalismo ya no procede de las contradicciones de las fuerzas productivas, sino del proyecto tecnocientífico que beneficia casi exclusivamente a apenas un 20 % de la población mundial. Ese proyecto se apoya en una visión de calidad de vida que coincide con la opulencia y el lujo. Su lógica se resume en: “consumo luego existo”. Como decía Gandhi: “La Tierra satisface las necesidades de todos, menos la voracidad de los consumistas”.
Marx mostró como la apropiación de la plusvalía (hay una enorme falta de estudio de la obra de Marx, los bancarios creen en una gran mayoría que generan plusvalía, cuanto en realidad lo que hacen es aumentar plusvalor que es otra cosa), necesita obligatoriamente convertirse no en atesoramiento sino es plusvalor.-
Esto tiene límites, el burgués necesita invertir en lo que sea, pero no puede dejar de invertir, esa es la contradicción de la fuerzas productivas en su impresionante desarrollo tecnológico.
Y no es que tome a Marx como la verdad revelada; lo que no es correcto es pasar por encima de sus analisis cuando la realidad del sistema lo muestran claramente.-
Dejó si una gran incognita planteada por el Ing. Grompone, de que nunca en la historia de la lucha de clases, una clase dominada pasó a ser dominadora.- Entonces Frei Betto, cuando habla del fin del mundo, es por que imagina a los capitalistas sustituidos por los proletarios y al ver que esto no puede suceder llega a la conclusión de que no hay solución posible.
Hoy el método de Marx y de Lenin, entre otros, nos llevan a plantear la unidad de los ciudadanos del mundo, para centrar la lucha por la democracia, particularmente económica, en dos centros: la moneda y un sistema impositivo basado en su circulación.-
El dilema se resume en Socialismo o Barbarie, y nuestra preocupación es que gente importante como Frei Betto, no empujen en el mismo sentido.-
Un abrazo y Feliz Navidad.
.
(*) JORGE ANICETO MOLINARI: Militante sindical y político desde épocas estudiantiles (en Paysandú) Dirigente y militante gremial en AEBU, CNT. Participó en la fundación del Frente Amplio. Actual miembro titular en el Consejo Honorario de Caja Bancaria (por Jubilados y Pensionistas) Consecuente estudioso del camino que abriera Carlos Marx y empecinado en creer que un mundo mejor es posible. Partidario de la moneda única universal y del impuesto a las transacciones financieras, militante de ATTAC
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