VEJEZ ES UNA PARTE DE LA VIDA...

«CONSERVAR
EMOCION por VIVIR
ENLENTECE VEJEZ
DEL CEREBRO»

FRANCISCO MORA (*)
CATEDRÁTICO DE
FISIOLOGÍA HUMANA
Foto: el autor
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El cerebro es una parte de nuestro organismo, pero es diferente porque le han ocurrido cosas que no le han sucedido al resto del cuerpo. Por ejemplo, nosotros tenemos el mismo genoma que el del chimpancé para todo lo que es el cuerpo menos la laringe, el pelo y el cerebro. Y la diferencia es un kilo de cerebro. Pero nuestro genoma, lo que significa la construcción de los órganos, los músculos, los huesos... no es como el del chimpancé, con un estilo de vida que es constantemente saltar, gritar.

Y nosotros somos sedentarios. ¿Que ha ocurrido? Que hace dos millones de años nos creció desmesuradamente el cerebro, y con él apareció la conciencia, el preguntarnos por las cosas... 'Y si estoy más cómodo sentado, ¿por qué tengo que estar saltando y corriendo?' Ahí nació en la evolución la gran esquizofrenia, la dicotomía entre el resto del cuerpo y el cerebro.

Sin nuestro cerebro no hubiéramos podido avanzar. La esquizofrenia de la que hablo, la locura, ha estado en hacer crecer un cerebro que no se ha acoplado al diseño genómico del resto del cuerpo. El sedentarismo crea casi todas las enfermedades con que nos enfrentamos. Lo que hoy nos damos cuenta es que se puede envejecer de muchas maneras. Y envejecer como se quiere ahora, con éxito, despacio y lento, sin enfermedades, tiene que ver mucho con los estilos de vida que uno desarrolla.

Correr es un descubrimiento tan grande como darnos cuenta de que el cerebro cambia a mejor en el que hace ejercicio físico aeróbico. Corre y consume el oxígeno a medida que lo necesites; nunca te quedes en débito de oxígeno. Nunca jadees.

Comemos infinitamente más de lo que es necesario para mantener nuestro ritmo, sobre todo durante el envejecimiento. Estamos gordos en demasía.
El que come menos tiene más capacidad, frescura, Y el cerebro en cuanto a física, química, anatomía, bioquímica y fisiología está mucho más templado. El que come poco y hace mucho ejercicio envejece más lentamente.

Recomiendo ejercicio físico aeróbico todos los días, comer mucho menos de lo que se come, como decía Grande Covián, de todo, pero menor cantidad. Un equilibrio de proteínas, grasas, vitaminas... Y la activación de los procesos mentales, que significa aprender y memorizar . Y en la medida de lo posible viajar y mantener la emoción por estar vivo.

En Estados Unidos han empezado a ver que personas que mueren de 75, 80 años, cuando se les han hecho necropsias cuidadosas se ha descubierto que no hay causas orgánicas que justifiquen la muerte. Y cuando se ha estudiado la patobiografía de sus últimos cinco años resulta que son personas que fundamentalmente han tomado una postura cómoda, de las de yo eso ya lo he visto, déjame tranquilo, déjame donde estoy... Falta de emoción. El fuego emocional es lo que te mantiene vivo. Si lo que te rodea no te dice nada, si no tienes energía para poder decir algo a ti mismo... te estás apagando.

En el proceso de envejecimiento lo que primero se pierde o se deteriora es la memoria Pero hay una regla de oro, en el Alzheimer o en la demencia, lo que se va no vuelve. Lo otro es el 'síndrome del olvido benigno', algo que a partir de los cuarenta le pasa a casi todo el mundo. Es benigno, no es un daño superior más que cierto embarazo social... Y no va en detrimento de su inteligencia ni de su capacidad de trabajo. No es premonitorio de ninguna enfermedad.
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(*) Francisco Mora es doctor en medicina por la Universidad de Granada y doctor en neurociencias por la Universidad de Oxford. Asimismo, es catedrático de fisiología humana en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid y catedrático adscrito del departamento de fisiología y biofísica de la Facultad de Medicina en la Universidad de Iowa en Estados Unidos. Es autor de una veintena de libros publicados