martes, 19 de enero de 2010

CRISIS FINANCIERA MUNDIAL: EL LADO OSCURO DE LA LUNA (1)


ESTADOS UNIDOS:
EN EL ABISMO
DE LA RECESIÓN

Nota UNO

FUENTE
“LA TRIBUNA HISPANA USA”
19 de enero de 2010
ESCRIBE
ALEXANDR MONDRAGÓN

En el ojo del huracán de una recesión económica, los que más sufren no son únicamente los que tienen menos, sino también los que viven en las sombras de la ilegalidad, como son los jornaleros hispanos que no tienen un lugar donde vivir. Y aunque algunos les ofrecen caridad, ellos solo buscan trabajar, como antes lo hicieron, y un estatus legal que les permita tener las oportunidades que otros tienen.

Cuando se ven los documentos gráficos de la recesión económica de los Estados Unidos en los años 1930's, se suele ver a personas haciendo filas para comer o rostros angustiados en medio de una pobreza patética. Hoy, cuando se habla de la actual recesión económica, que empezó a finales del 2008, muchos creen que esas imágenes del pasado nunca se repetirán. La realidad, sin embargo, es que iguales o imágenes más crudas pueden mostrarse de los impactos de la recesión actual.

Un pequeño sendero nos introduce a un enmarañado y pequeño bosque, al lado del Manor Field Park, en Huntington Station, Nueva York, donde, tras caminar unos ciento cincuenta metros, se advierte la primera tienda, forrada con un plástico azul, aparentemente cerrada por todos lados. Pero el camino continúa, entre árboles con ramas peladas, desechos y basura, latas, botellas y otros, todo sobre un manto de nieve, hasta llegar a otros refugios hechos de ramas de árboles y cubiertos con plásticos, cartones, pedazos de maderas y frezadas, donde un grupo de hombres desamparados viven aferrados a la vida, y con las esperanzas de algún día dejar de vivir allí.

Del por qué y cómo llegaron estos hombres a vivir aquí, algunos pueden pensar que se tratan de seres que abandonaron toda esperanza y prefirieron vivir así. Otros alzan sus voces de consolidación y simplemente tratan de darles la mano con donaciones y otros tipos de ayuda, para que hagan su vida más llevadera.

Sin embargo, muy pocos logran percatarse de que estos hombres están aquí porque la recesión económica los ha golpeado a tal extremo, que no les queda otra cosa que sobrevivir así, y porque otros, viviendo en las sombras de la ilegalidad, no pueden acceder a lo más mínimo de la asistencia social. "Nosotros estamos aquí porque no tenemos trabajo", nos dijo Santiago, un salvadoreño oriundo de Chalatenango que, según sus propias palabras, lleva más de un año pernoctando en este lugar.

"Yo antes podía alquilar un cuarto con otro compañero, pagando 250 dólares mensuales cada uno, pero ahora, trabajando de vez en cuando, ganado apenas para comer", no queda otra que estar aquí", sentenció. La última vez que Santiago encontró un trabajo fue después de la nevada que cayó antes de la pasada Navidad. "En un día me gané como 130 dólares, pero desde entonces no he ganado nada más", dijo, relatando además que hace tiempo no puede enviarle nada de dinero a su familia que dejó en El Salvador.

"Apenas los llamo por teléfono para decirles que aún estoy vivo", relató, mientras masticaba unos caramelos para obtener un poco de calorías y resistir el frío, al lado de una hoguera improvisada. Y el problema de encontrar trabajo no es solo por la recesión económica, es también porque no tiene permiso para trabajar en los Estados Unidos o, incluso, algunos que lo tuvieron alguna vez no pudieron renovar sus documentos, porque no tenían dinero por falta de trabajo.

Este es el caso de Mario (el nombre ficticio de un salvadoreño que prefirió que su nombre real quedara en el anonimato), quien hasta hace un año contaba con un permiso para trabajar, gracias a que era un beneficiado del TPS, pero que no pudo renovar el permiso porque no tenía dinero para hacerlo. Cuando a finales del 2008 hubo el último período de renovación del TPS para los salvadoreños, "yo no tenía trabajo y menos aún dinero para pagar por la renovación", relató. Cabe recordar que, de acuerdo a las autoridades salvadoreñas, debido a la recesión económica, decenas de miles no pudieron renovar el TPS a fines del 2008.

Y Mario también afirmó que le toca pernoctar en el "monte", porque no tiene trabajo y lo poco que a veces puede ganar, si lo contratan en las esquinas, es para poder comer. Recientemente, funcionarios del condado de Suffolk dijeron que ellos no pueden proporcionar alojamiento de emergencia a largo plazo para los jornaleros que viven en los bosques de Huntington Station, porque son inmigrantes indocumentados y no son elegibles bajo las políticas del condado y del estado.
(FINALIZA EN LA NOTA DOS)

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