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JOSE CARBAJAL “El Sabalero”CONMOVIO Y DESLUMBRÓ
EN EL TEATRO SOLIS
Escribe
Carlos R. Oroño (*)
“La República”
14 de abril de 2010
El sábado pasado (10 de abril), El Sabalero José Carbajal presentó en el Teatro Solís –con localidades agotadas con dos días de anticipación– un espectáculo vibrante, creativo y pletórico de emociones, en el que los asistentes aplaudieron hasta las lágrimas y ovacionaron de pie al artista lacacino. José Carbajal no necesita presentación. Es un autor maduro, en la plenitud de su talento. Se hizo conocer en la ebullición del canto popular en la década de los sesenta.
“La República”
14 de abril de 2010
El sábado pasado (10 de abril), El Sabalero José Carbajal presentó en el Teatro Solís –con localidades agotadas con dos días de anticipación– un espectáculo vibrante, creativo y pletórico de emociones, en el que los asistentes aplaudieron hasta las lágrimas y ovacionaron de pie al artista lacacino. José Carbajal no necesita presentación. Es un autor maduro, en la plenitud de su talento. Se hizo conocer en la ebullición del canto popular en la década de los sesenta.
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El sábado en el Teatro Solís, el coliseo más importante de nuestra capital, cantó quince canciones. Lo más llamativo del macro recital fue la puesta en escena que dibujó Carbajal en el escenario del teatro. Ha sido una decisión elaborada por el músico con minuciosidad y talento. Desde ese trapecio se lanzó a la arena. Combinando relatos con la génesis de sus canciones, más la solvencia de una banda musical integrada por seis ejecutantes, fue armando un sensible retrato, sin prisa y sin pausa. "Estas canciones fueron apareciendo así como así. Como por encanto. Eran tan simples que no valía la pena llamarlas canciones.
El sábado en el Teatro Solís, el coliseo más importante de nuestra capital, cantó quince canciones. Lo más llamativo del macro recital fue la puesta en escena que dibujó Carbajal en el escenario del teatro. Ha sido una decisión elaborada por el músico con minuciosidad y talento. Desde ese trapecio se lanzó a la arena. Combinando relatos con la génesis de sus canciones, más la solvencia de una banda musical integrada por seis ejecutantes, fue armando un sensible retrato, sin prisa y sin pausa. "Estas canciones fueron apareciendo así como así. Como por encanto. Eran tan simples que no valía la pena llamarlas canciones.
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Eran las cositas de todos los días. La infancia, los amigos, las travesuras, los trabajos. Y el amor...el amor". El desafío de Carbajal era relatar con voz coloquial, cómo nacieron muchas de sus canciones. El autor se entregó con pasión y coraje a la senda de la metamorfosis creativa. Ahí Carbajal se elevó a la cumbre de la nostalgia y la sensibilidad para narrar historias que sucedieron en su infancia, en su adolescencia, en el exilio, en su vida toda, con una puntualidad pasmosa que hizo vibrar al auditorio. La tragedia de su hermano Pedro (No te vayas Pedro), Así como A mi gente, los nítidos perfiles de su familia proletaria trabajando en las fábricas de Juan Lacaze (Techos de zinc, Pal abrojal, Colmeneras).
Eran las cositas de todos los días. La infancia, los amigos, las travesuras, los trabajos. Y el amor...el amor". El desafío de Carbajal era relatar con voz coloquial, cómo nacieron muchas de sus canciones. El autor se entregó con pasión y coraje a la senda de la metamorfosis creativa. Ahí Carbajal se elevó a la cumbre de la nostalgia y la sensibilidad para narrar historias que sucedieron en su infancia, en su adolescencia, en el exilio, en su vida toda, con una puntualidad pasmosa que hizo vibrar al auditorio. La tragedia de su hermano Pedro (No te vayas Pedro), Así como A mi gente, los nítidos perfiles de su familia proletaria trabajando en las fábricas de Juan Lacaze (Techos de zinc, Pal abrojal, Colmeneras).
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La infancia con mayúscula (Chiquillada, Los panaderos, Pa' acarrear el agua), que transfiere todo su valor sentimental a quienes también fuimos niños. Las plantas, las flores, el olor a terruño, el lecho del río, las tardecitas de mate y tortas fritas en Villa Pancha. Con él, en ese escarbar en el pasado, parece que dormíamos la siesta y jugábamos al fútbol en la canchita del baldío, sembrado de zapallos de hojas grandes y verdes, nacidos entre la basura. Eramos él y nosotros, el público, en el ensueño de las travesuras y correrías. Esta transferencia de lo terrenal elevado a la categoría de lo sublime, es lo más valioso y rescatable, a nuestro juicio, y son las conclusiones más verosímiles de un recital inédito en nuestro medio.
La infancia con mayúscula (Chiquillada, Los panaderos, Pa' acarrear el agua), que transfiere todo su valor sentimental a quienes también fuimos niños. Las plantas, las flores, el olor a terruño, el lecho del río, las tardecitas de mate y tortas fritas en Villa Pancha. Con él, en ese escarbar en el pasado, parece que dormíamos la siesta y jugábamos al fútbol en la canchita del baldío, sembrado de zapallos de hojas grandes y verdes, nacidos entre la basura. Eramos él y nosotros, el público, en el ensueño de las travesuras y correrías. Esta transferencia de lo terrenal elevado a la categoría de lo sublime, es lo más valioso y rescatable, a nuestro juicio, y son las conclusiones más verosímiles de un recital inédito en nuestro medio.
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Este particularismo concierto muestra y demuestra otra vez que todo lo que rodea al Sabalero es puro talento, que el paso del tiempo, un tiempo de nostalgia pueblerina, sigue ahí, acompañando al cantor en los caminos de la sabiduría y la solidaridad, en los caminos que señaló magistralmente el poeta español Antonio Machado, "se hace camino al andar". No hay fronteras, ya sea en su reducido entorno lacazino, como la Holanda de los canales y los tulipanes, como en las tardecitas de Ibiza junto al mar de la pequeña isla mediterránea.
Este particularismo concierto muestra y demuestra otra vez que todo lo que rodea al Sabalero es puro talento, que el paso del tiempo, un tiempo de nostalgia pueblerina, sigue ahí, acompañando al cantor en los caminos de la sabiduría y la solidaridad, en los caminos que señaló magistralmente el poeta español Antonio Machado, "se hace camino al andar". No hay fronteras, ya sea en su reducido entorno lacazino, como la Holanda de los canales y los tulipanes, como en las tardecitas de Ibiza junto al mar de la pequeña isla mediterránea.
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Su canto llega a todos los rincones donde existan uruguayos que respiran la patria dolorida y ausente. Y por ahí también anduvo respirando la nostalgia de antes, "No te vayas nunca compañera", "Borracho pero con flores" o la dureza trágica de "La muerte", cuando El Sabalero la enfrenta cara a cara, de igual a igual. En esta canción escenificada por Carbajal, con toda la grandeza musical e interpretativa que despliega, llega a helar la sangre, pues la muerte aparece como algo tangible sobre la escena.
Su canto llega a todos los rincones donde existan uruguayos que respiran la patria dolorida y ausente. Y por ahí también anduvo respirando la nostalgia de antes, "No te vayas nunca compañera", "Borracho pero con flores" o la dureza trágica de "La muerte", cuando El Sabalero la enfrenta cara a cara, de igual a igual. En esta canción escenificada por Carbajal, con toda la grandeza musical e interpretativa que despliega, llega a helar la sangre, pues la muerte aparece como algo tangible sobre la escena.
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Este recital del Solís quedará registrado en audio e imagen para una futura edición en DVD, que contendrá material de recitales anteriores, muy al estilo de la Vela Puerca. En síntesis, la presentación de "La historia de mis canciones", en nuestro escenario mayor, fue uno de esos espectáculos que serán recordados a través de los años como un hito en la historia siempre fecunda de la música popular uruguaya.
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(*) Carlos Oroño – El periodista, también conocido por “El Bocha”, es Jubilado del Gremio Bancario (Banco Hipotecario del Uruguay)
Este recital del Solís quedará registrado en audio e imagen para una futura edición en DVD, que contendrá material de recitales anteriores, muy al estilo de la Vela Puerca. En síntesis, la presentación de "La historia de mis canciones", en nuestro escenario mayor, fue uno de esos espectáculos que serán recordados a través de los años como un hito en la historia siempre fecunda de la música popular uruguaya.
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(*) Carlos Oroño – El periodista, también conocido por “El Bocha”, es Jubilado del Gremio Bancario (Banco Hipotecario del Uruguay)
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