domingo, 4 de julio de 2010

MAESTRO TABAREZ: CONFERENCIA DE PRENSA DESPUES DEL PARTIDO

“SI ELIGIERA UNA MANERA
DE PERDER SERÍA ESTA”

Sudafrica.
Conferencia
de Prensa
Fuente:
El Argentino.com

El DT de Uruguay se refirió a la actitud de sus jugadores para enfrentar este partido. Además, el Maestro afirmó que ahora irán en busca del podio. “Hay que enterrar este partido, hacer el duelo y jugar por el tercer puesto", destacó. Sobre su futuro, agregó: "Va a depender de que haya propuestas".

El Maestro Tabárez destacó la garra charrúa. “Si eligiera una manera de perder sería esta. No es momento de andar llorando ni buscar excusas. Intentamos pero no pudimos y estoy muy conforme con lo que hicieron mis jugadores”. Con esa frase, Oscar Tabarez les agradeció a sus futbolistas y se mostró muy contento por haber estado cerca de dejar a Uruguay en una final tras 60 años.

Sobre el nivel de su rival, el Maestro destacó: “Nosotros salimos a jugarle de igual a igual y sabíamos como los teníamos que marcar. Defenderse bien no significa meter gente atrás. Hasta le impusimos determinadas cosas en parte del primer tiempo. Pero los holandeses son muy ricos técnicamente y el segundo gol fue decisivo”, agregó el Maestro luego de la derrota ante la Naranja por 3-2, por las semifinales.

Además, el entrenador explicó que una vez consumada la derrota irán en busca del podio. “Hay que enterrar este partido, hacer el duelo y jugar por el tercer puesto. Debemos dar una imagen como la de hoy más allá de los aspectos emocionales, que serán distintos. El partido del sábado es de gran importancia”, explicó el DT charrúa en conferencia de prensa.

"Yo no me puedo candidatear para seguir en Uruguay. El paso que habría que esperar es que haya una propuesta y se verá. Todo va a depender de que haya una propuesta y a partir de eso la podamos estudiar. No creo que sea momento porque no quiero mal interpretaciones", concluyó.
.
QUEDATE TRANQUILO
OBDULIO

“Montevideo Portal”
Martes 6 de Julio 2010
(Sacado de contexto)

La celeste murió de pie, y dejó en alto la mística que el mundo le recuerda con imágenes en blanco y negro. Sin los logros de antaño pero con la misma entrega, un plantel de 23 futbolistas dejó en alto el orgullo de todo un pueblo y le devolvió al fútbol de este país el lugar que por historia merece. Uruguay tuvo la personalidad suficiente para reponerse cuando el trámite le era más adverso, en un primer tiempo muy estudiado y poco jugado. En el complemento, Holanda fue un justo ganador con más juego y una cuota de fortuna que todos los equipos que aspiran a ser campeones necesitan.

El escenario en los primeros minutos era el esperado. Holanda atacando, Uruguay defendiendo y con dificultades para progresar en el campo, por la ausencia de un volante con aptitudes para generar juego. A los 17' llegó la apertura del score cuando el dominio de los tulipanes no era más que territorial. El experimentado Giovani Van Bronckhorst subió por su carril izquierdo, y metió un zurdazo bárbaro inatajable para Muslera. El bombazo entró en el ángulo para la sorpresa de todos, y daba tranquilidad al elenco que hasta el momento, mejor estaba haciendo las cosas.

En una de esas jugadas, el goleador uruguayo jugó con el pique de Cavani por derecha, amagó el pase y enganchó hacia el medio... El mundo entero sabía que le daba de zurda. Los holandeses también. Pero ya era tarde. El Pichichi puso el arco entre sus cejas, se llenó el empeine con la bola y la garganta de gol. Corrían 40 minutos y Uruguay encontraba una igualdad fundamental para encarar la segunda mitad con otra perspectiva.

La celeste presionó y a pesar de su predisposición defensiva, no resignó posibilidades en ataque. El pressing de los volantes funcionó hasta el segundo gol tulipán, y antes hubo opciones de gol para ambos bandos. Forlán, en su única intervención importante del segundo tiempo, tuvo un tiro libre que exigió una gran tapada de Stekelenburg. Luego, lo perdió Robben y cuando el partido había caído en un pozo, llegó el tanto de Sneijder.

El número 10 naranja recogió un rebote a la salida del área, buscó el espacio para su pierna y efectuó un remate que tuvo la misma suerte que a Uruguay le sobró ante Ghana. El disparo se desvió en Maxi Pereira y Victorino, pasó por abajo del pie de un Van Persie que estaba adelantado por pocos centímetros y se le metió a Muslera contra el palo. Tres minutos más tarde parecía cerrarse el encuentro. Kuyt encaró por izquierda con libertad, puso un centro a la medida de Robben, que cabeceó la bola de pique al suelo para que se metiera tras pegar en el caño. Sí, otra vez el rebote favorece a Holanda. En el primero, ángulo y gol. En el segundo, desvío y adentro. En el tercero, caño y red.

A partir de ese momento, el mundo entero le bajó el telón al juego, menos once almas celestes que con poco fútbol y muchísima entrega, dieron lo último y echaron el resto. Entraron Abreu y Papelito Fernández, salieron Palito Pereira y Forlán (sentido), y los que quedaron adentro empujaron a más no poder. Sin ideas, es cierto. Sin fútbol, más cierto aún. Pero con un corazón tan grande como el orgullo que generaron todo un país que vio en ese gol de Maxi Pereira una esperanza.

Se moría el partido y el Mono puso un zurdazo certero para descontar. Llovieron centros, fueron tres millones a cabecear, pero la defensa holandesa fue más fuerte. El sueño celeste se terminó, pero nació otra concepción de selección con este grupo. Con 23 futbolistas que entregaron todo, y si no llegaron a más, fue porque a su frente tuvieron un rival al que le costó exprimir al máximo su camiseta naranja para doblegarlo.

No hay comentarios: