http://www.youtube.com/watch?v=gjHqa7wi-aw&feature=relate
UN DOCUMENTAL SOBRE
EL MÚSICO CARLOS JULIO EIZMENDI
EL MÚSICO CARLOS JULIO EIZMENDI
"BECHO, EL DEL VIOLÍN"
Escribe
FEDERICO
BENTANCOR
“La República”
Jueves 11 de marzo 2009
(Foto Zitarroza vuelve del exilio)
Escribe
FEDERICO
BENTANCOR
“La República”
Jueves 11 de marzo 2009
(Foto Zitarroza vuelve del exilio)
Inmortalizado por la canción de Alfredo Zitarrosa, Carlos Julio Eizmendi, más conocido como "Becho", fue un violinista lascanense que paseó su arte por el mundo. Su vida es ahora documentada por el periodista Carlos Castillos en "Becho, el del violín".
"Todas las personas que he entrevistado se ponen a llorar al hablar de 'Becho'; se emocionan". Con el DVD "Becho, el del violín" el periodista rochense Carlos Castillos se puso como objetivo indagar acerca de la vida de Carlos Julio Eizmendi, a quien definió como un gran músico que ha caído en el olvido.
"Hay mucha gente que cree que ("Becho") era un personaje de ficción inventado por (Alfredo) Zitarrosa. Muchos conocen la canción ("El violín de Becho"), pero no saben que fue un tipo de carne y hueso", afirmó el realizador a LA REPUBLICA.
Castillos contó que la idea de hacer el documental surgió tras descubrir un video que contenía una entrevista a los padres del artista. El material pertenecía a Julio Dornel, quien trabaja desde hace treinta años en un canal de televisión del Chuy y cuenta con un archivo de cientos de horas de grabaciones sobre el pueblo y personajes de la zona.
El hallazgo motivó al periodista a desarrollar un trabajo de investigación que se inició hace un año y medio. El resultado es un documental de unos cuarenta minutos que usa como hilo conductor la entrevista efectuada a los progenitores de "Becho" y comentarios de amigos del músico.
UN MÚSICO RECONOCIDO
El DVD brinda una mirada a la carrera profesional de Eizmendi, nacido el 7 de febrero de 1932 en Lascano, Rocha, y fallecido el 21 de mayo de 1985 en el Hospital de Clínicas de Montevideo. Se repasa su participación en la Orquesta Sinfónica del Sodre y su destacada trayectoria internacional en agrupaciones de Alemania, Bolivia, Cuba, España y Venezuela.
El director hizo hincapié en que el prestigio de "Becho" fue tan grande que, tras el triunfo de la Revolución Cubana, Fidel Castro lo convocó para ser el primer violín de una orquesta que reunía a importantes músicos de todo el mundo.
Castillos destacó que, pese a la exitosa carrera que desarrolló "Becho", le resultó muy difícil hallar registros sonoros del artista. Una de las pocas grabaciones a la que el periodista pudo acceder le fue brindada por Mauricio Ubal, quien posee un disco inédito con cuatro tangos ejecutados por el violinista con acompañamiento de guitarra. Parte de este material aparece en el DVD.
ANÉCDOTAS Y UN ENIGMA
Además de cubrir la faceta artística de Eizmendi, Castillos buscó revelar datos de su vida cotidiana. Para esto el periodista fue recorriendo los lugares que marcaron la vida del violinista: Lascano; la Barra del Chuy, balneario en el que veraneaba; Rocha, ciudad en la que dictó clases de música y donde fue enterrado, y Montevideo, donde vivió durante dieciocho años.
"Me he dado cuenta que era un tipo muy querible. Tenía un notable sentido del humor y una gran sensibilidad. Todas las personas que he entrevistado se ponen a llorar cuando hablan de él; se emocionan", destacó el realizador.
Durante las charlas con amigos de "Becho", Castillos fue recabando una serie de anécdotas poco conocidas. Entre todos los relatos el realizador recordó un par que ayudan a delinear rasgos de la personalidad del violinista.
El primero se relaciona con la generosidad que tenía Eizmendi para compartir su música. Es así que, durante sus vacaciones en la Barra del Chuy, ponía su arte a disposición de los jóvenes del balneario para brindarles serenatas a las muchachas.
La segunda anécdota tiene que ver con la importancia que "Becho" le brindaba a su trabajo como profesor. En una ocasión tenía que viajar desde Montevideo a Rocha para dar una clase en el conservatorio de la ciudad, pero perdió el ómnibus. Entonces, para llegar en hora, decidió tomar un taxi, lo que le insumió todo su sueldo de ese mes.
Un misterio que el director no logró develar fue por qué se conoció al músico con el apodo de "Becho". "Fue imposible averiguar el origen del sobrenombre. Ni los parientes más cercanos me han podido decir. La madre era muy amorosa, por lo que el sobrenombre podría venir de 'beso'", especuló el director.
Castillos enfatizó que su documental no tiene fines de lucro y que está dispuesto a proporcionárselo sin costo a los medios que deseen emitirlo. Hasta el momento ya han demostrado su interés canales de cable y centros culturales de Rocha, Treinta y Tres, Maldonado y Canelones.
"Todas las personas que he entrevistado se ponen a llorar al hablar de 'Becho'; se emocionan". Con el DVD "Becho, el del violín" el periodista rochense Carlos Castillos se puso como objetivo indagar acerca de la vida de Carlos Julio Eizmendi, a quien definió como un gran músico que ha caído en el olvido.
"Hay mucha gente que cree que ("Becho") era un personaje de ficción inventado por (Alfredo) Zitarrosa. Muchos conocen la canción ("El violín de Becho"), pero no saben que fue un tipo de carne y hueso", afirmó el realizador a LA REPUBLICA.
Castillos contó que la idea de hacer el documental surgió tras descubrir un video que contenía una entrevista a los padres del artista. El material pertenecía a Julio Dornel, quien trabaja desde hace treinta años en un canal de televisión del Chuy y cuenta con un archivo de cientos de horas de grabaciones sobre el pueblo y personajes de la zona.
El hallazgo motivó al periodista a desarrollar un trabajo de investigación que se inició hace un año y medio. El resultado es un documental de unos cuarenta minutos que usa como hilo conductor la entrevista efectuada a los progenitores de "Becho" y comentarios de amigos del músico.
UN MÚSICO RECONOCIDO
El DVD brinda una mirada a la carrera profesional de Eizmendi, nacido el 7 de febrero de 1932 en Lascano, Rocha, y fallecido el 21 de mayo de 1985 en el Hospital de Clínicas de Montevideo. Se repasa su participación en la Orquesta Sinfónica del Sodre y su destacada trayectoria internacional en agrupaciones de Alemania, Bolivia, Cuba, España y Venezuela.
El director hizo hincapié en que el prestigio de "Becho" fue tan grande que, tras el triunfo de la Revolución Cubana, Fidel Castro lo convocó para ser el primer violín de una orquesta que reunía a importantes músicos de todo el mundo.
Castillos destacó que, pese a la exitosa carrera que desarrolló "Becho", le resultó muy difícil hallar registros sonoros del artista. Una de las pocas grabaciones a la que el periodista pudo acceder le fue brindada por Mauricio Ubal, quien posee un disco inédito con cuatro tangos ejecutados por el violinista con acompañamiento de guitarra. Parte de este material aparece en el DVD.
ANÉCDOTAS Y UN ENIGMA
Además de cubrir la faceta artística de Eizmendi, Castillos buscó revelar datos de su vida cotidiana. Para esto el periodista fue recorriendo los lugares que marcaron la vida del violinista: Lascano; la Barra del Chuy, balneario en el que veraneaba; Rocha, ciudad en la que dictó clases de música y donde fue enterrado, y Montevideo, donde vivió durante dieciocho años.
"Me he dado cuenta que era un tipo muy querible. Tenía un notable sentido del humor y una gran sensibilidad. Todas las personas que he entrevistado se ponen a llorar cuando hablan de él; se emocionan", destacó el realizador.
Durante las charlas con amigos de "Becho", Castillos fue recabando una serie de anécdotas poco conocidas. Entre todos los relatos el realizador recordó un par que ayudan a delinear rasgos de la personalidad del violinista.
El primero se relaciona con la generosidad que tenía Eizmendi para compartir su música. Es así que, durante sus vacaciones en la Barra del Chuy, ponía su arte a disposición de los jóvenes del balneario para brindarles serenatas a las muchachas.
La segunda anécdota tiene que ver con la importancia que "Becho" le brindaba a su trabajo como profesor. En una ocasión tenía que viajar desde Montevideo a Rocha para dar una clase en el conservatorio de la ciudad, pero perdió el ómnibus. Entonces, para llegar en hora, decidió tomar un taxi, lo que le insumió todo su sueldo de ese mes.
Un misterio que el director no logró develar fue por qué se conoció al músico con el apodo de "Becho". "Fue imposible averiguar el origen del sobrenombre. Ni los parientes más cercanos me han podido decir. La madre era muy amorosa, por lo que el sobrenombre podría venir de 'beso'", especuló el director.
Castillos enfatizó que su documental no tiene fines de lucro y que está dispuesto a proporcionárselo sin costo a los medios que deseen emitirlo. Hasta el momento ya han demostrado su interés canales de cable y centros culturales de Rocha, Treinta y Tres, Maldonado y Canelones.
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