miércoles, 17 de noviembre de 2010

UN LIBRO PARA UNA REALIDAD

SE PRESENTO AYER UN LIBRO SOBRE ESTA ESPAÑA…

A DIESTRA Y SINIESTRA

Escribe
RUBÉN MANSO OLIVAR
Redactor de
HISPANIDAD
Periódico electrónico editado en España

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Presentación del libro
EL DESMORONAMIENTO DE ESPAÑA
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Autor: ALBERTO RECARTE
EDITORIAL:
LA ESFERA DE LOS LIBROS.
Número de páginas: 545
Fecha publicación:
17 de noviembre de 2010
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ALBERTO RECARTE Licenciado en Derecho y Económicas por la Universidad Complutense de Madrid, Técnico Comercial, Economista del Estado, y Consejero Delegado de Centurión, una empresa de ingeniería y contratista dedicada al diseño y construcción de plantas industriales que aglutina a firmas tan prestigiosas como Alcalagres, S.A. (sector cerámico), Alsat Alimentos Españoles, S.L. (sector alimentación), Saci, S.A. (sector eléctrico) y Centrade, S.A. (comercio exterior). Entre otros, ocupa también los siguientes cargos: Consejero de Caja Madrid, Consejero de la Corporación de Caja Madrid, Vicepresidente segundo de la Fundación Hispano-Cubana, y Fundador y Presidente del periódico online Libertad Digital.
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Ya saben ustedes que la vida del redactor de Hispanidad es dura. Apenas nos alimentamos, en lo material, de las migas que caen de la mesa de don Eulogio, y, en lo espiritual, de los libros que se caen de su mesilla de noche. Fue así que recientemente se le cayó el texto que voy a comentarles esta semana y, aunque con apariencia de ladrillo, decidí hincarle el diente por la misma razón que asiste al turrón de Alicante: la apariencia podría ocultar algo nutritivo y fácilmente comestible, por lo agradable, para gente de buena dentadura. ¡Y así fue! Esta nueva edición de El informe Recarte es más extensa que la anterior, de 2009, y amplía los intereses de don Alberto al analizar la situación económica española.

En la del año pasado, los aspectos político-institucionales de la situación económica española no merecían tanto su atención como ahora, y, por otro lado, en la nueva, el autor da un excelente repaso a todos los sectores de la economía española, y no sólo al financiero. El repaso es tan magnífico, por esclarecedor e ilustrativo, que lo recomendaría como texto en una asignatura de Estructura Económica de España, y, en cualquier caso, creo que es una buena oportunidad para una persona de cultura no económica de adquirir un buen conocimiento de cómo está España, de dónde viene y a dónde va, en materia de Economía. Para la lectura les recomiendo una libreta y un lápiz con los que hacer algunos números a la vez que el señor Recarte se los expone, con el fin de que no se pierdan.
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No les voy a aburrir con los análisis de los datos, que en mi opinión son rigurosos y correctos, aunque sí con la tesis fundamental del texto que yo resumiría en que España está en una muy mala situación (brutal suele ser el adjetivo que más le gusta a don Alberto para calificar la catástrofe y las reformas que propone), que requiere una serie de actuaciones, porque aquí nadie cumple con sus obligaciones. Este incumplimiento comienza con el primero de los españoles: La comprensible preocupación del rey [sic] por consolidar la monarquía le ha hecho olvidar que la primera de sus obligaciones era la defensa de la Constitución (…)

El rey ha creído que podría conservar la monarquía para su familia aunque la institución que él dirige, la Jefatura del Estado, no cumpliera con las obligaciones que le impone la vigente Constitución (pág. 39). Sigue con el Gobierno de la Nación y los sindicatos, a los que, por ser tan evidente que están fuera de su sitio, presta poca atención, pero no así a los partidos políticos cuya representatividad es escasa: Está ayunos de relaciones con los electores (pág. 43), dice el autor, ni a la oposición, acerca de la que afirma: No deberíamos engañarnos, como está haciendo el PP de Rajoy durante estos años de crisis (pág. 515).

Otras instituciones del Estado no salen mejor paradas, bien porque, como en el caso de las que detentan el Poder Judicial, están vacías de contenido, o bien porque, como sucede con los poderes locales y regionales, están instalados en la irresponsabilidad fiscal. En el fondo, aunque don Alberto es hombre luchador y se niega a aceptar el fatalismo de una situación que nos llevará a la desmembración del Estado y al desastre económico, proponiendo reformas que su libro no deja de mostrarnos, no deja de traslucir un pesimismo sobre la naturaleza actual de sus compatriotas.

Si a la mayoría de los españoles no les importa vivir en un Estado en el que no se cumplen las leyes, a los que nos importa nos quedarán tres opciones: el exilio interior, el exterior o el activismo partidario (pág. 46), o sobre las élites: Los autodenominados progresistas se han apoyado en el keynesianismo para defender los déficits [sic]. Los autodenominados conservadores y liberales han defendido lo imposible, la reducción del gasto público, pero siempre que las medidas que se tomaran no aumentaran los impuestos, no se redujeran los derechos sociales, ni se prolongara la vida laboral, ni se calcularan de una forma más realista las pensiones de jubilación (pág.39).

En mi opinión, yerra don Alberto en el análisis de la crisis del sector financiero y, por tanto, en las soluciones que propone para el mismo, que no serán sino soluciones temporales para veinte o veinticinco años tal vez. La crisis del sector financiero es la crisis del sistema financiero de banca central con reserva fraccionaria y sin respaldo para el valor de la moneda. Lo que hay que reformar son los bancos centrales (o cerrarlos más bien). Por otro lado, el autor habla poco de conceptos meta-económicos y meta-jurídicos, como si lo que hubiera que hacer fuera tan sólo reformar las actuales estructuras jurídico-institucionales (y eso a pesar de que propone grandes cambios como la federalización de España). Creo que el señor Recarte peca de hiperracionalismo liberal en el sentido hayekiano del término. Por lo demás, no cabe duda de que es un hombre valiente, que se expone en la plaza pública y reparte con razones a diestra y siniestra. Mi admiración, don Alberto.
Rubén Manso Olivar

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