domingo, 16 de enero de 2011

DISCURSO de RAUL CASTRO, en OPINION del Prof. PEREYRA FAGET (1)

EL DISCURSO COMPLETO DE RAUL CASTRO AQUÍ:
http://americalapobre.blogspot.com/2011/01/raul-castro-el-18-de-diciembre-de-2010.html

UN DISCURSO CON VARIAS PUNTAS

Escribe
Prof. RUIZ
PEREIRA FAGET
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pertinax@chasque.net
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(*) RUIZ PEREYRA FAGET Docente Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Especialista y estudioso de la teoría marxista. Fundador y Directivo de Fundación Rodney Arismendi. De larga trayectoria en Enseñanza Secundaria ...
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Así me impresionó el discurso que pronunció el Presidente de Cuba, Raúl Castro, el 18 de diciembre, en la Asamblea Nacional del Poder Popular, al resumir las Líneas Económicas y Sociales, aprobadas por ese órgano legislativo y que han entrado en vigencia en el año que se inicia.
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Los que me conocen saben que he sido y soy un ferviente defensor de la Revolución Cubana y el camino socialista que eligió y que el conocimiento de la historia y el seguimiento durante años del siglo XX –“problemático y febril”, como dice el tango de Discépolo- no han hecho de mí un “comunista infantil” porque la construcción de un sistema social nuevo –quizás la más difícil de todas las revoluciones sociales que nos ofrece la historia porque se trata nada menos que derribar la propiedad privada de los medios de producción y sustituirla por la propiedad social (esto en el comunismo, etapa siguiente al socialismo) en un sistema que es mundial- obliga, porque el enemigo de clase también juega, (bloqueo económico, asesinato de dirigentes, atentados terroristas contra objetivos civiles, protección de terroristas, intervenciones armadas, secuestros de jefes de Estado, violación sistemática de la soberanía marítima y aérea, guerras basadas en la mentira, compra de dirigentes venales u oportunistas) a marchas y contramarchas o a respuestas contundentes que afectan los planes económicos y que no están en la teoría sino que las imponen los hechos.
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Es con esta necesaria puntualización que voy a dar mi opinión sobre los dichos de Raúl Castro, previa indicación de los que considero sus afirmaciones principales:

• Cuba necesita la reforma urgente de sus estructuras económicas, sociales y administrativas, si quiere conservar y desarrollar el Socialismo. Si no lo hace, “nos hundiremos”.

• En Cuba hay áreas sociales que son muy eficientes como la Salud, la Educación, la Cultura y el Deporte, pero la organización económica y administrativa es ineficiente y amenaza la estabilidad del sistema.

• Adoptamos un modelo de Socialismo que durante 50 años absolutizó el papel del Estado, amparando la mentira, el robo y la holgazanería, donde las metas del Presupuesto y del Plan no se cumplen.

• La productividad del trabajo ha sido en los últimos años negativa. Este año ha sido levemente positiva, estando por encima del salario medio.

• Se ha confundido igualdad con igualitarismo. La libreta de racionamiento la reciben los que tienen necesidad y los que no la tienen. Éstos la venden, fomentando la corrupción y el mercado negro.

• La burocracia no ha respondido positivamente a las reiteradas advertencias de Fidel. Las plantillas de personal del Estado están abultadas y su excedente debe pasar al sector de producción por cuenta propia.

• Desde el discurso “La historia me absolverá” (16 de octubre de 1953) hasta hoy, todo ha sido dicho. Se aplauden los discursos de Fidel pero no se cumplen. Debemos recuperar el pensamiento de Fidel.

• El Partido y el Gobierno tienen cometidos diferentes. El primero elabora la línea, dirige, organiza y moviliza al pueblo y controla; el segundo, ejecuta y administra. No deben confundirse ambos cometidos.

• Para llevar adelante la Reforma es necesario cambiar la mentalidad de los cuadros del Partido que son los que tienen que convencer al pueblo de la imperatividad de esos cambios.

• Junto a las naciones hermanas de América Latina proseguiremos luchando por la integración emancipadora y en los marcos de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, trabajaremos por afianzar la solidaridad y unidad que nos fortalecerá a todos, cada vez más.

• La generación del Moncada participará por última vez en un Congreso del Partido, el VI, que se reunirá en abril próximo y que discutirá y enriquecerá la Reforma aprobada. Es su deber lograr en cinco años la estabilidad económica y social de la Revolución y entregar su conducción a la nueva generación.

COMENTARIO
Lo primero que me impresionó al leerlo, es su franqueza, tan ajena a los discursos de los gobernantes. Se trata de un análisis descarnado de una situación económica tan difícil que lo expresó sin tapujos: “O rectificamos y dejamos de bordear el precipicio o nos hundimos”.
No obstante, me sorprenden varias cosas:

1. Que tratándose del hombre Nº 2 de la Revolución y habiendo integrado durante 50 años el Partido y el Gobierno, recién ahora descubra que el modelo de socialismo elegido ha sido erróneo.

2. Aunque habla de “nuestros errores”, el énfasis de la crítica de la ineficiencia de las estructuras económicas, la traslada a las jerarquías administrativas intermedias, excluyendo a la dirección política del Partido y del Gobierno que ha ejercido su hermano Fidel con “poderes revolucionarios ilimitados” o en el marco de una Constitución “revolucionaria”, por la concentración de ese poder. Los hechos históricos muestran la honestidad y el sacrificio de la generación del Moncada y en particular de Fidel y de Raúl pero creo que las revelaciones de este último prueban, más allá de toda duda, que ha estado omisa.

3. Raúl hace reiteradamente reafirmaciones de fe socialista. “Los adversarios de la Revolución de afuera y de adentro primero dijeron que las reformas eran insuficientes y ahora que son escépticos. En realidad, nos exigen desmontar el régimen económico y social que conquistamos como si esta Revolución estuviera dispuesta a la más humillante rendición o lo que es igual, regir sus destinos por condicionamientos degradantes. A lo largo de 500 años, desde Hatuey hasta Fidel, es mucha la sangre derramada por nuestro pueblo para aceptar ahora el desmantelamiento de lo logrado al precio de tanto sacrificio. A quienes abriguen esas infundadas ilusiones, vale recordarles, otra vez, lo expresado en este Parlamento el 1ro de agosto de 2009: “A mí no me eligieron Presidente para restaurar el capitalismo en Cuba ni para entregar la Revolución. Fui elegido para defender, mantener y continuar perfeccionando el socialismo, no para destruirlo”. Hoy añado que las medidas que estamos aplicando y todas las modificaciones que resulte necesario introducir la actualización del modelo económico, están dirigidas a preservar el socialismo, fortalecerlo y hacerlo verdaderamente irrevocable, como quedó incorporado en la Constitución de la República a solicitud de la inmensa mayoría de nuestra población, en el año 2002.

4. No obstante, en otro momento, expresa lo siguiente: “Más de una vez, y aquí mismo en este Parlamento, me he referido a que en esta Revolución casi todo está dicho, y que debemos revisar qué orientaciones del Jefe de la Revolución hemos cumplido y cuáles no, desde su vibrante alegato “La Historia me Absolverá” en el juicio del Moncada hasta hoy. Recuperaremos las ideas de Fidel que siguen vigentes y no permitiremos que nos vuelva a pasar lo mismo”. Esta referencia al programa de 1953 y su presunta vigencia, es por lo menos extraña porque ese programa no era socialista sino liberal-progresista. El camino socialista fue proclamado en 1961, después de Playa Girón.

5. Raúl es Presidente del Consejo de Ministros y Presidente del Consejo de Estado, mientras la Secretaría General del Partido la conserva Fidel. En su discurso marco las competencias del Gobierno, que encabeza, y del Partido, que sigue liderando Fidel. Sin embargo, habló como si fuera el jefe del Gobierno y del Partido, ya que marcó instrucciones para ambos. Como Fidel reflexiona –y las publica- casi todos los días sobre temas diversos, pero no ha hecho comentario alguno sobre una cuestión que le atañe directamente, pensamos que coincide plenamente con los conceptos de su hermano, aunque se está reservando la última palabra, quizás en el Congreso.

De todo este “inbroglio” parece desprenderse que el gobierno cubano se propone consolidar en 5 años un nuevo modelo de socialismo, basado en una economía mixta, cuyo sector privado cuentapropista y las cooperativas campesinas, crearán una pequeña burguesía mercantil, aunque el Presidente dijo categóricamente que la economía será dirigida por el Plan y no por el mercado. Las grandes empresas, los servicios fundamentales, los bancos y el comercio exterior, seguirán en manos del Estado y el Partido ejercerá la dirección política de todo el sistema.

Queda otro punto, para mí, oscuro. Es evidente el apresuramiento con que se quieren concretar cambios trascendentales en un plazo exiguo de cinco años. Raúl dijo que es una tarea –la última- que asume la Generación del Moncada, antes que la conducción de la Revolución pase a la nueva generación. Ello me lleva a una mera especulación sobre su posible razón: existen problemas en el Partido –desde revisionistas y oportunistas que quieren la restauración capitalista plena, hasta radicales de izquierda que no quieren que se toque nada, cuya lucha abierta, después de la desaparición de la primera generación, esa sí, puede ser el fin de la Revolución o el pretexto para una intervención imperialista.
Ruiz Pereyra Faget

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