¿CUÁL ES EL LEGADO DE GAGARIN?
Fuente
URGENTE24(BUENOS AIRES)
ESA - 12 de Abril de 2011
-
El espacio es materia de inspiración y los vuelos espaciales humanos, en particular, han motivado a muchos jóvenes a seguir carreras de ciencias e ingeniería.
El espacio afecta hoy a nuestra vida cotidiana y hace una importante contribución a las economías del mundo: es el legado de los primeros días de vuelos espaciales, aunque a menudo también se asocia con Yuri Gagarin y los astronautas que lo siguieron.
Sí, es cierto que en la actualidad el espacio toca muchos aspectos de nuestra vida diaria: desde la función vital que desempeña en el control de nuestro planeta y en la protección del medio ambiente, hasta los avances técnicos que la exploración espacial ha supuesto para la ciencia de los materiales, la informática, la ingeniería, las comunicaciones, la biomedicina y muchos otros campos.
Los satélites son ahora capaces de mostrarnos nuestro planeta con extraordinario detalle y nos cuentan la forma en que lo estamos cambiando a escala local y mundial. Las sondas espaciales se han posado en planetas, lunas y asteroides distantes, y ahora mismo viajan hacia los propios bordes de nuestro Sistema Solar. Los telescopios astronómicos orbitales han dado a los científicos en tierra una perspectiva sobre la formación de la vida y del propio Universo.
Sin embargo, la era espacial ya estaba en marcha en 1961. Los científicos e ingenieros ya estaban haciendo descubrimientos e inventando nuevas tecnologías para el vuelo espacial. En el momento del vuelo de Gagarin, la Unión Soviética y los EE.UU. habían hecho más de 100 intentos de lanzamiento, y ambos habían conseguido poner satélites en órbita y enviar sondas hacia el espacio interplanetario.
Desde el lanzamiento del primer satélite artificial Sputnik en octubre de 1957, la Unión Soviética se había ganado una serie de “primeros puestos”. Pusieron en el espacio a la primera criatura viviente, la perra Laika, en noviembre de 1957 y enviaron la sonda Luna 1 para que pasara cerca de la Luna en enero de 1959. Luna 2 sería la primera sonda en chocar con la Luna en septiembre de 1959 y Luna 3, la primera en fotografiar su cara oculta en octubre del mismo año.
En febrero de 1961, Venera-1, la primera sonda verdaderamente planetaria, fue lanzada hacia Venus: un hito importante en el diseño de naves espaciales. En el lado estadounidense, los progresos fueron igualmente impresionantes. El Explorer 1 se lanzó en enero de 1958 y, además de ser el primer satélite de USA, es conocido por el descubrimiento de los cinturones de radiación de Van Allen. Este éxito fue seguido rápidamente por otros satélites, en particular el primer satélite de comunicaciones SCORE, también lanzado en 1958, y la Pioneer 5, la primera sonda científica que orbitó el Sol, lanzada en marzo de 1960. TIROS-1, el primer satélite meteorológico, y Transit, el primer satélite operativo de navegación, se lanzaron un mes después.
En Europa, científicos de 10 países, el Grupo de Estudios Europeos para la Investigación Espacial (GEERS), ya habían creado una comisión en la que los gobiernos decidirían sobre las posibilidades de cooperación europea en el espacio. En 1961, la Comisión Preparatoria Europea de Investigaciones Espaciales (COPERS) estaba definiendo una estructura para la prevista Organización Europea de Investigación Espacial.
Así pues, ¿cuál sería el legado de Gagarin? Hasta que las fotos de Gagarin aparecieron en los periódicos, no hubo héroes del espacio reales con los que el público se identificara. Los científicos e ingenieros que trabajan entre bastidores rara vez aparecen en los medios de comunicación. En Occidente, los jóvenes tenían personajes de cómics, leían ciencia ficción y podían aspirar a ser pilotos de aviones a reacción. Los astronautas de la misión Mercury de USA, a pesar de aparecer en revistas como Life desde su selección en 1959, todavía tenían que demostrar su valía.
Con Gagarin llegó el primer rostro humano a la exploración espacial. Las fotografías de este valiente explorador espacial con casco se convirtieron en un icono del siglo XX y definen la imagen del cosmonauta tanto como la imagen de Buzz Aldrin en la Luna en 1969. Lo que la mayoría de la gente recuerda de Gagarin es su sonrisa. Las imágenes de su rostro sonriente humanizaron el espacio para el público, y también le otorgaron calidad humana a la sociedad soviética del momento.
Las autoridades soviéticas eligieron bien a su primer hombre. Parecía que también miraban más allá de los vuelos espaciales, es decir, querían convertir a Gagarin en embajador de la Unión Soviética. Ciertamente, las imágenes del primer explorador espacial humano trascendieron las diferencias políticas y atrajeron la atención de personas de todo el mundo. Gagarin proyectó una imagen de confianza, profesionalidad, espíritu de equipo, modestia, valentía, liderazgo y preocupación por los demás, lo mismo que sus homólogos estadounidenses (todos tenían la misma formación como pilotos militares, por lo que no es tan sorprendente). Esas cualidades quedaron para siempre asociadas a los cosmonautas y astronautas y continúan inspirándonos en la actualidad.
Pero lo más importante es que, durante el vuelo de la Vostok 1, Gagarin fue el primer ser humano en ver la Tierra desde el espacio. Con tantas imágenes disponibles hoy de la Tierra vista desde el espacio, es difícil imaginar cómo se sentiría al ser la primera persona que veía la Tierra desde esa perspectiva. Ese aspecto de su vuelo fue tan significativo que pasó de ser un logro técnico impresionante a convertirse en un hito en la historia de la humanidad. ¿Podría ser ese su legado?
Más de 500 personas han viajado al espacio desde entonces, representando a más de 30 países. Al igual que Gagarin, la mayoría de ellos regresaron del espacio con un punto de vista distinto y un sentimiento de veneración por el planeta Tierra. Lo que describen es la visión de un mundo sin confines políticos, sin fronteras entre los países.
Durante algunos meses, Gagarin fue la única persona en la Tierra en disfrutar de una visión tan exclusiva de nuestro planeta. Le impactó su belleza y fragilidad, y descubrió que era un deber de la especie humana protegerla. Para tratarse de un vuelo que duró solo 1 hora y 48 minutos, una órbita a la Tierra, provocó importantes cambios políticos, sociales, culturales y técnicos. Alteró para siempre la perspectiva de nuestro lugar en la Tierra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario