Hoy veíamos en Google, páginas y paginas y no sabemos cuantas, tomando el retiro de Fidel Castro. Desde todos los angulos. Detractores, alabanciosos, los eruditos desde el analisis teorico, todo el mundo que no querían quedar al margen de un hecho que se da cada tanto, como esos de la luna y el sol, en que la gente se queda en vela para verlo… porque “...no voy a estar cuando se vuelva a repetir”.
Los que andamos arañando el 80 por ciento de un siglo, nos acordamos que cuando se empezaba a mencionar a “unos pocos locos que están armando una guerrilla en unas sierras…” empezamos a colocarnos en el ojal del saco unas escarapelitas con aquel “Cuba si yankis no”. Eran minúsculas, pintadas a mano y la gente nos miraban raro.
Y hoy aquí… ante una computadora… colgando esto en un Blog. Todo lo que hay entre un instante y otro. Impresionante. Es como que las palabras se estorban entre unas y otras para salir. Aquello de "Gracias a la vida..." parafraseando a Violeta... por poderlo decir ahora y dejemoslo asi... Ahora colgamos el Editorial de “La República” de ayer jueves 21. Excelente y aquí va:
Y hoy aquí… ante una computadora… colgando esto en un Blog. Todo lo que hay entre un instante y otro. Impresionante. Es como que las palabras se estorban entre unas y otras para salir. Aquello de "Gracias a la vida..." parafraseando a Violeta... por poderlo decir ahora y dejemoslo asi... Ahora colgamos el Editorial de “La República” de ayer jueves 21. Excelente y aquí va:
FIDEL SE FUE CANTANDO
“La Republica” Editorial
Jueves 21 de abril.
Fidel Castro es, a esta altura de la vida moderna de nuestras sociedades, casi un milagro. No sólo lideró una revolución en las ñatas de Estados Unidos, sino que construyó una nueva sociedad en una isla donde aún sus pobladores siguen cantando los poemas de Nicolás Guillén, mientras disfrutan del ron y de la música para sentir la vida en el movimiento de sus caderas.
Ninguno de los grandes pensadores del mundo, hubiera pensado alguna vez en su vida que en esa isla con forma de lagarto, surgiría una personalidad como la de Fidel, que cuestionaría al más calificado país capitalista del mundo.
Con cara de chiquilín y coqueta barba entró triunfante a La Habana, encabezando a un pequeño grupo de guerrilleros, que expresaban el sentimiento de la mayoría de los cubanos que reclamaban más democracia, más soberanía, más justicia social y dignidad.
Fue así que durante 50 años dedicó su vida a construir una nueva sociedad, inspirada en las ideas socialistas. Cometíó errores, quizás algunos pecados, pero se ganó la consideración de la gente por haberse atrevido a gritarle en la cara a Estados Unidos, "fuera yanquis.de América Latina".
Ya viejo y gastado, sufrió hace unos años un severo quebranto de salud, que lo puso más cerca de la muerte que de la vida. Cuando ya el velorio estaba preparado, con lujos de detalles, un día abrió ojos, más tarde se puso de pie y comenzó a andar.
A partir de ahí comenzó a escribir, sustituyendo sus largos discursos de la juventud. Una reflexión hoy y otra también. Su poder pasó a ser la palabra, la reflexión, más que su presencia física y su capacidad discursiva.
Siguió de cerca las transformaciones políticas y sociales de Cuba, por cierto lentas, que inició su hermano Raúl. En ningún momento se enfrentó a ellas. Su silencio fue un apoyo incondicional a los pasos que se comenzaron a dar.
Hace unas horas, Fidel Castro hizo su última aparición pública como político en la clausura del VI Congreso del Partido Comunista Cubano. Sabe que este puede ser su último gesto político, pero lo asume con seriedad y responsabilidad, con la idea de haber puesto detrás de sus ideas el pellejo.
Y Fidel se fue cantando: La Internacional
Y Fidel se fue cantando: La Internacional
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