GUERRA
CONTRA CAMBIO CLIMÁTICO
SE
PELEA CON BALAS DE FOGUEO
Fuentes:
PRENSA
– Archivo
23 de
noviembre 2011
.
La
guerra contra el cambio climático se pelea, desde hace más de 20 años, con
balas de fogueo en las Cumbres Internacionales que sólo parecen servir para
dejar en videncia su inutilidad ante el agresivo deterioro del medio ambiente.
El próximo escenario de confrontación entre quienes temen el desastre a corto
plazo y quienes apuestan a que el deterioro puede ser infinito, tendrá como
escenario la ciudad Sudafricana de Durban.
En esta
confrontación el enemigo es el cambio climático, pero quienes deben combatirlo
no se ponen de acuerdo y libran una sorda batalla desde hace décadas. De un
lado están Estados Unidos y los países europeos, responsables directos e
históricos del deterioro del medio ambiente y del calentamiento global debido a
los procesos de industrialización que los convirtió en “países altamente
desarrollados”. Los llamados países “del Anexo I” (países ricos), representan
solamente el 20 por ciento de la población mundial, pero su crecimiento
económico se ha consumado a expensas del deterioro del medio ambiente global.
En el
otro extremo están los países pobres que facturan las mayores consecuencias por
el cambio climático, debido a la fragilidad en que vive su población
mayoritaria, la más pobre. A éstos se ha sumado China, pese a que con sus más de 1.300 millones de habitantes
se ha convertido en uno de los líderes de la contaminación. La situación de
deterioro, en la relación entre ambos ha fortalecido al enemigo al extremo de
que la amenaza, cada día sube el tono de rojo.
El
Protocolo de Kioto entró en vigor recién el 16 de febrero del año 2005, porque
los estados debían ratificar el documento. Hasta noviembre del año 2009 eran
187 los países que habían ratificado el documento y resalta el hecho de que el
país que produce mayor contaminación con gases de invernadero, Estados Unidos,
hasta ahora, por decisión de su Congreso, no ratificó ese documento. A 20 años
de iniciadas los intentos mundiales (conferencias sobre Cambio Climático
convocadas por Naciones Unidas), se retrocedió tanto en alcanzar los objetivos,
que ahora la pelea inmediata, en Durban, es ratificar los compromisos del
Protocolo de Kioto y exigir que Estados Unidos se adhiera a ese documento.
La
mayor burla contra la humanidad, en este caso, se sitúa en Copenhague, la
Conferencia Mundial Número 15, sobre Cambio Climático convocada por Naciones
Unidas hace dos años, cuando ante la ausencia de avances los países ricos
hablaron de un “acuerdo” producido fuera de las negociaciones cuando se intentó
enterrar al Protocolo de Kioto. A las 3:00 de la madrugada de un día sábado se
distribuyó el documento y ante la falta de consenso se adoptó una frase
diplomática “la COP 15 tomó nota” del documento.
LA
RESPONSABILIDAD CIVIL
“El derecho no protege a quien causa un daño a
otro, sino que por el contrario, hace nacer una obligación jurídica de dejar a
esa persona en una situación lo más parecido posible a cómo se encontraba antes
de sufrir el daño”, se indicó. Se explicó que el principio general del derecho
es no dañar al otro y cuando es transgredido, acarreará una sanción que no
consiste en la obligación jurídica de indemnizar el daño causado o una reacción
del derecho para facilitar la represión del daño. Se indicó que la
responsabilidad en sentido jurídico es la obligación que tiene todo sujeto de
derecho a dar compensación por daños ocasionados por una acción de la cual es
responsable esa persona jurídica.
EEUU
quiere que el Banco Mundial tenga el
monopolio en el control de los fondo. Cuando se habla de derrotar al
calentamiento global, se citan cifras fantásticas: de inmediato un fondo de
30.000 millones de dólares, a partir del año 2020 cien mil millones de dólares
y en el reciente encuentro de los países del ALBA en Santa Cruz, se sumaron proyectos para recaudar montos también
fantásticos. La realidad es que el llamado Fondo Verde no tiene fondos, según
afirman los expertos que participaron de este encuentro y que tampoco hay
garantía de que a partir del año 2020 habrá dinero.
Pero,
además, antes de que haya el dinero hay conflicto. Los países europeos y
Estados Unidos pretenden que el o los fondos que administrarán el dinero para
combatir el calentamiento global, debe estar a cargo del Banco Mundial que debe
crear una entidad específicamente encargada de ese aspecto.
Los
países pobres se oponen a esa posibilidad y más bien plantean que sea Naciones
Unidas la que cree las instancias responsables de la administración del dinero
que se capte para mitigar el calentamiento global y ejecutar acciones de
adaptación a las nuevas temperaturas y sus efectos. Se rechaza al Banco Mundial
para que no se repita la historia de imposiciones y condicionamientos a los
países para recibir fondos. Sobre todo los países pobres tienen amarga
experiencia con las imposiciones y condicionamientos del Banco Mundial que no
desean repetir con motivo de la guerra contra el cambio climático.
La idea
ahora, que será propuesta en la Conferencia de Durban, es que se asuma un
enfoque distinto mediante un mecanismo denominado “vida sustentable en los
bosques” Esta integralidad de funciones es necesario consolidar y fortalecer
mediante el enfoque de vida sustentable en el bosque, propuesta que fue
respaldada por los países del ALBA. Se explicó que adoptada esta posición, a
partir de Durban se abrirá una discusión que no se prevé que sea resuelta aún,
pero su discusión seguirá en las próximas sesiones convocadas por Naciones
Unidas sobre cambio climático.
Además,
en la reunión de Santa Cruz, se expresó preocupación porque los informes
científicos señalan que los compromisos actuales no lograrán controlar en dos
grados el aumento de temperatura, sino que se prevé un incremento de hasta 4
grados. “Los compromisos de reducción de gases no son suficientes ni
ambiciosos. No se ve voluntad de Estados Unidos que hace compromisos mediáticos
que no cumple”, se indicó.
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