lunes, 14 de noviembre de 2011

CRISTINA KIRCHNER TIENE RAZÓN: “EL ANARCO CAPITALISMO TAMBIÉN HACE PELIGRAR LA DEMOCRACIA...”



 Martes 15 de Noviembre de 2011

EUROPA: 

REGRESO DE LAS ILUSIONES

Escribe
JORGE
GÓMEZ BARATA (*)
(ARGENPRESS.info)
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(*) Jorge Gómez Barata- Profesor, escritor, historiador, investigador y periodista cubano- Vive en La Habana- autor de numerosos estudios sobre EEUU.  Especializado en temas de política internacional. Colaborador habitual en los principales medios de prensa, latinoamericanos y extranjeros. Hadicho que “En todas las esferas del saber y de la práctica social, incluyendo la economía, la verdad es siempre sencilla, ...”
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Una de las paradojas de la unión en Europa es que al tener lugar en las condiciones del capitalismo, se atenúan ciertas contradicciones que no son suprimidas. Los bancos y las empresas alemanas, francesas o belgas lucran en Grecia o España como mismo lo hacen en Nigeria o la India. Se trata tanto de una estación del proceso civilizatorio a la que se llega en virtud de circunstancias objetivas como de un resultado de contradicciones al interior del sistema.

La posguerra se caracterizó, entre otras cosas, por la preponderancia de los Estados Unidos cuyas tropas liberaron a una parte de los países del occidente del continente, ocupando la mayor parte de Alemania. Aquellos países quedaron comprometidos al depender de la asistencia norteamericana para su recuperación.

La dependencia se acentuó durante la carrera nuclear, una competencia con la Unión Soviética que ningún país ni todos juntos podían asumir. En la medida en que, no sólo la economía sino también la seguridad europea dependieron de los misiles norteamericanos, la soberanía europea se resquebrajó visiblemente. Algunos líderes como Charles de Gaulle se percataron de aquella realidad aunque no podían cambiarla.

 El hecho de que el potencial científico europeo fuera duramente golpeado por la guerra que destruyó laboratorios y centros de investigación, paralizó la enseñanza universitaria y la investigación científica y obligó a emigrar a miles de científicos, académicos, ingenieros e intelectuales y que, concluida la guerra los recursos tuvieran que utilizarse en la supervivencia y la reconstrucción, creó una brecha científica y tecnológica y una situación de dependencia de Europa respecto a Estados Unidos.

Paulatinamente la unidad fue imponiéndose como la mejor opción. La Unión Europea nació de la búsqueda de colaboración económica que procuraban racionalidad y competitividad y que derivaron hacía la adopción de políticas comunes y la creación de instituciones supranacionales. De ese modo nació la Comunidad Económica y luego la Unión Europea.

Un avance como la integración económica y la unidad política de un continente secularmente dividido, donde durante milenios la confrontación fue la regla y el espacio en el cual se originaron dos guerras mundiales y la Guerra Fría, es un proceso complejo y dilatado cuya maduración puede tomar décadas. En esa andadura habrá avances, retrocesos y rectificaciones, una de ellas puede ser relativa a las dimensiones de la zona euro.
 Hoy se reconoce que probablemente haber sumado a España, Grecia y Portugal, países más pobres que el resto de Europa Occidental al mecanismo de la moneda común, puede haber sido un error. Otra noticia es que la rectificación puede ser sumamente dolorosa.

La alusión de Merkel y Sarkozy a una Europa de “dos velocidades” o a la creación dentro de ella de un “club de millonarios” expresan alternativas en las que algunos países pueden perder mucho; el problema es cómo lo asimilaran los de a pie que, por cierto son la mayoría. Cristina Kirchner tiene razón: “El anarco capitalismo también hace peligrar la democracia...” Allá nos vemos.

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