Lunes
14 de Noviembre de 2011
OBAMA,
SARKOZY, NETANYAHU:
¡A CUÁL MÁS MENTIROSO!
ATILIO
A. BORON (*)
Publico:
“Rebelión”
13 de
noviembre 2011
.
(*) Dr.
ATILIO BORON – Escritor. Economista y periodista argentino. Analista y politólogo. Director
del Programa Latinoamericano de Educación a Distancia en Ciencias Sociales
(PLED). Premio Internacional de la
UNESCO José Martí. Centro de Estudios Martianos, La Habana, 2009. Profesor
Regular Titular de Teoría Política y Social, Facultad de Ciencias Sociales,
Universidad de Buenos Aires desde 1986. Autor entre otros de La Filosofía
Política Moderna.
.
Como
era previsible, la prensa del imperio silenció rápidamente el incidente del
impensado “micrófono abierto” que reveló las verdaderas opiniones de Nicolás
Sarkozy y Barack Obama sobre el premier israelí Benjamín Netanyahu. Según quedó
registrado en la conversación sostenida entre ambos mandatarios el francés le
dijo a Obama: "No lo puedo ver más. Es un mentiroso". Lejos de
manifestar su desacuerdo, el ocupante de la Casa Blanca convalidó las palabras
de Sarkozy diciendo que: “Tú estás harto de él, pero yo tengo que tratarlo
todavía con más frecuencia que vos... ¡todos los días!"
El
incidente es interesante por varias razones.
Primero,
porque demuestra inapelablemente el talante moral de dos de los más importantes
líderes políticos de Occidente. Lo menos que podría decirse de ellos al
conocerse ese diálogo es que son hipócritas, cínicos e inescrupulosos en el
manejo de los asuntos públicos y, en consecuencia, es dable pensar que esa
deshonestidad e inescrupulosidad debe también presidir sus actos cuando, por
ejemplo, declaran guerras o bombardean poblaciones civiles indefensas como
ocurrió hasta hace pocas semanas en Libia. Lo que ambos dijeron sobre el premier
israelí, “mentiroso”, se les aplica como anillo al dedo a ambos mandatarios.
Dos de las más importantes “democracias” del mundo -en realidad, sórdidas “plutocracias” en donde las grandes fortunas y las megacorporaciones son las que detentan el poder real en sus manos- tienen en su puesto de mando a dos individuos que hicieron y hacen de la mentira uno de sus instrumentos predilectos de dominio. ¿O no se deshicieron por años en elogios a Netanyahu? ¿No se respaldaron incondicionalmente las iniciativas del “mentiroso” israelí? ¿Cómo explicar lo inexplicable, el apoyo financiero, militar y politico a un insoportable mentiroso?
Dos de las más importantes “democracias” del mundo -en realidad, sórdidas “plutocracias” en donde las grandes fortunas y las megacorporaciones son las que detentan el poder real en sus manos- tienen en su puesto de mando a dos individuos que hicieron y hacen de la mentira uno de sus instrumentos predilectos de dominio. ¿O no se deshicieron por años en elogios a Netanyahu? ¿No se respaldaron incondicionalmente las iniciativas del “mentiroso” israelí? ¿Cómo explicar lo inexplicable, el apoyo financiero, militar y politico a un insoportable mentiroso?
Segundo,
Obama confesó que tiene que soportarlo a diario. Lo que no dijo es un secreto a
voces: lo soporta a diario porque el lobby israelí en Estados Unidos tiene
comprada, o alquilada, a la mayor parte de la dirigencia política del imperio,
corrompida como está hasta la médula, y a buena parte de los emporios
mediáticos. Así de simple. Obama tiene que aguantar las presiones del “mentiroso”
porque su carrera política ha sido, y sigue siendo, dependiente de poderosos
lobbies corporativos y de varios países, entre los cuáles el más potente es el
de Israel.
Lo
mismo vale para sus aliados en el Congreso, sean del partido que sean. Por lo
tanto, cuando Obama habla no puede decir la verdad. Sus constantes apelaciones
morales, propias de un predicador de baratos sermones dominicales, son un
taparrabos de lo indecible: la completa supeditación de la magistratura más
importante del mundo a las conveniencias e intereses de quienes pagan para que
los sirvan. Pagan para hacer posible su carrera política y luego cobran con
creces sus aportes a las costosas campañas políticas del imperio. De ahí que un
insoportable mentiroso como Netanyahu concite la permanente solidaridad de
quienquiera que ocupe la Casa Blanca.
Por
último, Estados Unidos anunció pocos días antes de la indiscreta conversación
entre Obama y Sarkozy que el próximo año las fuerzas armadas estadounidenses e
israelíes realizarían los mayores ejercicios conjuntos de toda su historia.
Cualesquiera que hayan sido las razones esgrimidas para justificar tamaño
esfuerzo el pútrido olor a la mentira se cuela por cada una de las palabras del
comunicado oficial. ¿Cómo va a justificar ahora Obama esa iniciativa? ¿Cómo
seguir tan promiscuamente asociado con un mentiroso como Netanyahu, no por azar
el único que lo acompañó en la votación de la Asamblea General en donde 186
países repudiaron el bloqueo a Cuba y derrotaron por enésima vez la postura de
Washington?
Síntomas
estos de una insanable descomposición moral y de una alocada carrera encaminada
a inventar renovadas y cada vez más peligrosas mentiras: que Sadam tenía armas
de destrucción masiva, que Gadafi bombardeaba con su fuerza aérea a civiles inocentes
en Bengazi, que Irán está a punto de contar con un artefacto nuclear, que
Venezuela y Cuba amparan al terrorismo, que Evo hace lo propio con el
narcotráfico, etcétera. Calumnias y montajes necesarios para mantener un
sistema ya condenado por la historia.
Y para conjurar ese instante final los
mentirosos de todos los pelajes no vacilan en cerrar filas. El espectáculo es
bochornoso y repugnante, porque cada uno sabe que el otro, más allá de la
nobleza de su investidura como gobernantes, es un mentiroso. Y ahora lo dijeron
públicamente, gracias a un “error técnico” de la conferencia conjunta que
pronunciaran Sarkozy y Obama. No sorprende que a las pocas horas la noticia
había dejado de ser noticia para los grandes medios del imperio. Nos tocará a
nosotros recordarla día a día.
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