Lunes
14 de Noviembre de 2011
ENTREVISTA A BARBARA EHRENREICH
“ES CASI ILEGAL SER UN
DESEMPLEADO EN ESTADOS UNIDOS”
JOHARI
GAUTIER
CARMONA (*)
Fuente:
“Nueva tribuna”
Publicó:
“Rebelion”
13 de
noviembre 2011
(*) Johari Gautier Carmona (1979) es un escritor y periodista español nacido en
París (Francia). Actualmente reside en Barcelona, ciudad central. Ganador
del II Concurso de Relatos Cortos de “Cuentos históricos del pueblo africano” Inspirados en el sentimiento africano y en
la expresión de la africanidad de su autor. Publica en varios medios. Tiene un
buen manejo de los temas sociales.
(**)Barbara Ehrenreich Periodista,
ensayista y autora de más de veinte libros en los que indaga con mordacidad y
provocación la realidad social de EE UU. Ha
sido calificada como marxista sólo por escribir que los Estados Unidos no son
una sociedad sin clases. Estudió en el Reed College de Portland, Oregón obteniendo un
doctorado. Activista social estadounidense, su obra ha sido
traducida a varios idiomas.
La hora del patriotismo exacerbado y del optimismo a ultranza puede haber dejado paso a la autocrítica. Al igual que en España, la calle toma protagonismo.
En unos
actos organizados por el CCCB de Barcelona, Barbara describe cómo, después de
la destrucción de las torres gemelas, Estados Unidos cayó en un culto absurdo a
la bandera. La necesidad de exponer un patriotismo radical y de expresar su
oposición al islam se impuso en todos los aspectos de la vida cotidiana. “Las
banderas se hicieron imprescindibles. Tenías que mostrarlas en todas partes
–explica Barbara–. Se imprimieron hasta en los calzoncillos”.
La
dictadura del orgullo nacionalista se extendió a todas las esferas y las
víctimas del 11 de Septiembre se convirtieron en motivo de venganza y de
exacerbación del odio. “Lo puedo decir ahora pero no podría haberlo dicho antes
–sostiene la periodista–: todos los muertos causados por el atentado de las
torres se convirtieron en héroes, pero no requiere mucho heroísmo saltar de una
torre a punto de derrumbarse”.
Según
Barbara Ehrenreich, el atentado ocurrió en un momento delicado. La economía se
había estancado y las desigualdades se acentuaban de manera preocupante. Antes
del 11-S, el 30% de las familias estadounidenses vivían en el umbral de la
pobreza, luchando para llegar a fin de mes. Y sin embargo, los atentados
borraron todos estos datos. De repente, los ataques dieron la impresión de que
ya no existían divisiones dentro de la población. El 11-S se convirtió pues en
el centro de atención y, mientras tanto, la situación precaria de la población
seguía creciendo.
Una de las mayores consecuencias de los ataques fue la guerra de Irak. “¿Pero por qué nos metimos en esta guerra?”, se pregunta Barbara, aunque algunas de las explicaciones puedan parecer hoy muy claras. “15 de los 19 terroristas que pilotaban los aviones eran saudíes, y, aún así, fuimos a la guerra contra Irak. ¡Esto no tiene sentido!”.
Pero lo
que más indigna a la periodista, es que el gobierno de Bush empezó a recortar
una gran parte de los programas sociales mientras se incrementaba el gasto
militar. El ataque a las torres gemelas ofreció una buena distracción para
favorecer a las grandes fortunas y reducir sus impuestos. Entonces, la
situación fue deteriorándose: “Llegamos a una situación en la cual era más caro
ser pobre en Estados Unidos que ser rico”, explica la periodista.
La
crisis financiera que advinó en 2007 tuvo un impacto destructor porque ya,
antes de los ataques, las condiciones laborales y domésticas eran miserables.
“El crédito fácil se convirtió en substituto de los buenos salarios”, argumenta
Barbara Ehrenreich. “Esta era la filosofía y, por eso, teníamos a gente
superendeudada”.
Gente
que nunca había tenido complicaciones económicas cayó en la pobreza más
alarmante. Las capas sociales más vulnerables fueron las más expuestas y, por
ejemplo, la clase media negra casi desapareció. “Los suicidios subieron a una
velocidad inquietante y mucha gente tuvo que limitar el gasto destinado a la
salud”.
Por otro lado, las guerras han contribuido al aumento de la indigencia. “Cuando los soldados volvían del frente tenían muchas dificultades para encontrar trabajo. Además, los desempleados fueron víctimas de una campaña de criminalización. Ya no se les aceptaba en un número creciente de procesos de selección de personal y no se les otorgaba facilidades de crédito. Es casi ilegal ser un desempleado en Estados Unidos”, comenta la periodista.
Por otro lado, las guerras han contribuido al aumento de la indigencia. “Cuando los soldados volvían del frente tenían muchas dificultades para encontrar trabajo. Además, los desempleados fueron víctimas de una campaña de criminalización. Ya no se les aceptaba en un número creciente de procesos de selección de personal y no se les otorgaba facilidades de crédito. Es casi ilegal ser un desempleado en Estados Unidos”, comenta la periodista.
Ahora,
dos meses después de la conmemoración del 11 de septiembre, la población
estadounidense está mostrando su indignación en las principales ciudades del
país. Miles de jóvenes y desocupados han empezado a ocupar edificios y plazas
para hacer visibles sus reclamaciones y mostrar su descontento hacia una clase
privilegiada que se ha aprovechado de la crisis. Esta es una evolución que
Barbara Ehrenreich considera positiva. “Si los más afectados no se organizan,
la situación irá más lejos todavía”. La esperanza parece por lo tanto centrada
en las recientes protestas. La hora del patriotismo exacerbado y del optimismo
a ultranza puede haber dejado paso a la autocrítica. Igual que en España, la
calle toma protagonismo.
Fuente:
http://www.nuevatribuna.es/articulo/sociedad/2011-11-08/-es-casi-ilegal-ser-un-desempleado-en-estados-unidos/2011110815034500417.html
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