Sábado
12 de Noviembre de 2011
CRISIS
ECOLÓGICA GLOBAL
7.000 MILLONES DE HABITANTES
NO SON
EL PROBLEMA
Escribe
JESÚS
CASTILLO (*)
Publicó “Rebelión”
11
Noviembre 2011
.
(*) JESÚS
CASTILLO (España) – Profesor de Ecología en la Universidad de Sevilla. Ha
publicado el libro “Migraciones ambientales” Ed.Virus. Es militante político
del Partido “En Lucha” en la lista de la coalición ‘Anticapitalistas’ en las
elecciones del 20N en Sevilla. Fuente: http://enlucha.org/site/?q=node/16560
.
Según
los modelos demográficos de la ONU, la población mundial ha alcanzado los 7.000
millones de habitantes en estos días. Estos modelos muestran que el ritmo de
crecimiento de la población se está ralentizando debido a un descenso
significativo de la tasa de natalidad, aunque el crecimiento continúa,
fundamentalmente, por la disminución de la tasa de mortalidad.
El
crecimiento de la población mundial ha ido en paralelo con el agravamiento de
la Crisis Ecológica Global, lo que ha llevado a algunos a afirmar que ésta se
debe a la “superpoblación”. Como veremos, esta afirmación carece de sentido y, habitualmente,
es utilizada para desviar la atención de la verdadera causa de la Crisis
Ecológica: la organización –o, mejor dicho, desorganización– de la producción
bajo el sistema capitalista.
¿Cómo
pueden hablar de “superpoblación” cuando todos los habitantes del planeta
cabríamos en una superficie similar a la de Japón a densidades similares a la
de la zona más poblada del globo, Macao, con 18.534 personas por kilómetro
cuadrado? Las cifras dejan claro que las grandes problemáticas que conforman la
Crisis Ecológica no responden de forma prioritaria al crecimiento de la
población mundial. Por ejemplo, según la ONU, alrededor de 24.000 personas
mueren cada día de hambre o de causas relacionadas con el hambre, cuando se
producen dos kilogramos de alimento por persona y día. Es decir, la gente no
muere de hambre por falta de alimentos, sino por falta de dinero para
comprarlos.
Entre
1890 y 1990, la población mundial se multiplicó por 3,5 mientras que las
emisiones de CO2 (que contabilizan cerca del 60% del Cambio Climático) lo
hicieron por 17 y las emisiones de SO2 (que producen lluvia ácida) por 13. El
Pentágono es la institución que más petróleo consume en el Planeta y una de las
que más gases de efecto invernadero emiten.
Estados
Unidos, con el 4% de la población mundial, emite el 25% de los gases de efecto
invernadero. En el período 1990-2000, la población del Estado español creció
ligeramente, mientras que el consumo de energía primaria se incrementó un 38% y
un 45% el parque de automóviles. Estas cifras nos muestran que el Cambio
Climático y otras problemáticas relacionadas con la contaminación atmosférica
no responden al crecimiento de la población mundial.
La
mayor parte de la población mundial consume muy poco (tiene una huella
ecológica muy baja) y no decide sobre la producción. Y no pensemos solo en los
países empobrecidos. Por ejemplo, en el Estado español, la huella ecológica de
los grandes empresarios es mucho mayor que la del 60% que llega justo a fin de
mes y que, además, no toma decisiones respecto a los procesos productivos –que
es donde se generan directamente más impactos socio-ambientales.
El
movimiento ‘Ocupemos Wall Street’, las y los indignados de Estados Unidos, lo
están dejando muy claro cuando señalan no a los 7.000 millones de habitantes
sino al 1% de ellos, grandes millonarios que controlan mucho más (gobiernos y
multinacionales), consumen mucho más y destruyen mucho más que todo el resto
junto. No se degrada capital natural porque seamos demasiada gente, sino porque
reporta beneficios para unos pocos y perjuicios para la mayoría.
Un
aumento repentino de la densidad de habitantes puede ser la causa más
importante de degradación ambiental en momentos muy definidos en zonas muy
concretas. Por ejemplo, las crisis de los Tigres Asiáticos a finales de los
años noventa y la crisis actual en China obligaron a cientos de miles de
trabajadores a migrar de zonas industriales al medio rural. En sus nuevas
tierras, estos migrantes cultivaron en zonas montañosas sin conocer las
técnicas tradicionales de conservación de suelos, provocando una fuerte
erosión, deforestación, contaminación de ríos, etc.
Fenómenos
similares se han registrado en zonas de asentamiento de campos de refugiados.
Pero estos casos específicos no pueden llevarnos a inferir que el crecimiento
de la población mundial es la causa de la Crisis Ecológica Global. Además, como
vemos en estos ejemplos, las migraciones que conllevan grandes concentraciones
desordenadas de población tienen, en último término, un origen socioeconómico.
Y es
que la evolución de la población no es un hecho aislado del contexto
socioeconómico, sino que depende estrechamente de él. En un mundo repleto de
injusticias sociales y donde la mujer está oprimida, los hijos se convierten en
trabajadores necesarios para las familias pobres y las mujeres no pueden
decidir sobre sus embarazos. En un mundo más justo, donde no se prioricen los
beneficios de unos pocos y las mujeres dejen de estar oprimidas, la población
mundial se estabilizaría y la organización democrática de la producción la
llevaría a la senda de la sostenibilidad.
1 comentario:
Un detalle de como nos sentimos las personas ante la impotencia que nos generan los políticos, es lo que pasa en nuestro pueblo de 160 personas denominado Niharra, provincia de Ávila, en España donde el Alcalde con la compañía eléctrica Iberdrola, quieren en plena calle instalar un transformador eléctrico por donde pasan niños y mayores además de coches, camiones y tractores, y por ello te pedimos que difundas y si puedes firmes en: http://www.change.org/es/peticiones/no-al-transformador-en-calzada-vieja
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