Jueves
3 de noviembre de 2011
EX - EJECUTIVOS
del Banco GOLDMAN SACHS
del Banco GOLDMAN SACHS
CON ESPACIOS CLAVE EN LA CRISIS
.
EL NUEVO
PRESIDENTE DEL BCE, MARIO DRAGHI,
FUE ALTO DIRECTIVO DEL BANCO ESTADOUNIDENSE,
ASI COMO OTROS DIRIGENTES
Pere Rusiñol |
Fuente:
“Publico,es”
España
Escribe:
Pere Rusiñol
2
de noviembre de 2011
-
La lucha contra la crisis financiera europea entra hoy en
una nueva fase con la llegada del italiano Mario Draghi a la presidencia del
Banco Central Europeo (BCE). Los críticos dirán que es indistinguible de su
predecesor, Jean-Claude Trichet, y muchos ortodoxos estarán de acuerdo. Pero
Draghi tiene una singularidad: entre enero de 2002 y diciembre de 2005, fue
alto ejecutivo de Goldman Sachs, el gran banco de inversiones estadounidense
que durante esos mismos años estaba ayudando a Grecia a ocultar su deuda a
través de instrumentos financieros opacos, operación conocida como swap.
Con la llegada de Draghi al trono del BCE, ya son tres las
palancas clave en la crisis de la eurozona que estarán ahora controladas por
ex–directivos del polémico banco que entre 2001 y 2008 ayudó a maquillar las
cuentas griegas: el BCE, la división del Fondo Monetario Internacional (FMI)
para Europa y la Agencia griega de Deuda Pública. El banco asesoró en su día al
Gobierno conservador griego para ocultar su deuda. Cuando los trucos de las
cuentas griegas quedaron al descubierto, ya en 2009, prendió el incendio en la
eurozona: fue el inicio formal de la crisis europea, que empezó en Atenas,
siguió en Irlanda y Portugal e infectó tanto al conjunto de la UE que aún
amenaza con llevarse por delante hasta la construcción europea misma.
Ahora serán algunos de los ex–directivos del banco que ayudó
a provocar el incendio los que han recibido el encargo de apagarlo. Pero ninguno
apunta hacia su ex–banco. Su receta compartida es otra: extrema austeridad de
las cuentas públicas. Ya en 2009, el nuevo Ejecutivo griego del socialista
Yorgos Papandreu, escandalizado por los trucos contables creados por Goldman
Sachs que dijo descubrir (y que se emplearon también en los gobiernos
socialistas de Costas Simitis), puso al frente de la Agencia de Deuda Pública
griega a Petros Christodoulou. El experto financiero no sólo había trabajado en
Goldman Sachs, sino que en 2006 era el responsable de Mercados y Banca Privada
del Banco Nacional de Grecia, la entidad privada que a partir de ese año
vehiculó el swap griego diseñado por Goldman Sachs, a través de una cuenta en
Delaware (EEUU), un territorio considerado un paraíso fiscal.
Mario Draghi |
En octubre de 2010, otro ex–ejecutivo de Goldman Sachs
aterrizó en un puesto clave para afrontar la crisis de la eurozona: la
dirección para Europa del FMI, actor de primer orden en los planes de rescate y
guardián de las medidas ortodoxas de austeridad. Se trata del portugués Antonio
Borges, vicepresidente y managing director de Goldman Sachs Internacional (la
unidad del banco con sede en Londres que dirigió los swaps griegos) entre 2000
y 2008, justo coincidiendo con el programa griego del banco. Y hoy asciende a
la cúspide del BCE, que la mayoría de analistas consideran el actor más
importante para esta fase de la crisis, Mario Draghi, ex–vicepresidente de
Goldman Sachs Internacional entre 2002 y 2005. En estos años, el banquero
italiano no se limitó a ser alto directivo del banco: era también socio y, por
tanto, integrante de su restringida élite.
Cuando Draghi presentó sus credenciales ante la Euro Cámara,
el pasado junio, se vio forzado a hablar de Goldman y aseguró que nada supo en
su momento de los swaps griegos. Pero la polémica operación de su ex–banco le
sigue persiguiendo hasta ahora. "El ascenso de los exdirectivos de Goldman
no es en absoluto anecdótico"
'PRODUCTOS
FRANKENSTEIN'
"Al menos, el nuevo presidente del BCE tendrá un mejor
conocimiento que Trichet de los productos Frankenstein", ironiza por
correo electrónico Marshall Auerback, economista de la Universidad de Missouri.
"Poner a Draghi al frente del BCE es como tener a un zorro guardando el
gallinero", explica a Público el prestigioso economista Simon Johnson,
profesor del Massachusetts Institute of Technology (MIT). Johnson añade, sin
embargo, que hay que esperar porque, siguiendo con las metáforas que sugiere,
cuando se pone "a un ladrón de vigilante", pueden suceder dos cosas:
"A veces, ello evita nuevos robos", porque el nuevo vigilante conoce
bien los métodos de los malhechores. Y otras veces, "simplemente hay más
robos aún". "Ya veremos qué sucede", concluye.
Antonio Borges |
La firma ha estado relacionada con las operaciones más
polémicas de la crisis. Johnson no es ningún radical: llegó a ser economista
jefe del FMI y quizá porque conoce bien el mundo económico ortodoxo ha sido
capaz de escribir uno de los libros que con más solidez exponen la tesis de que
hoy el poder está mucho más en manos de la gran banca que de los políticos. El
libro se llama 13 bankers. The Wall Stret Takeover and the Next Financial
Meltdown (Pantheon) [13 banqueros. La toma por parte de Wall Street y la
próxima implosión financiera] y sus páginas describen muy bien el fenómeno de
la "puerta giratoria". Es decir, los vasos comunicantes entre la
esfera política y el poder económico, siempre dirigida por este último, que
cuenta con piezas muy bien colocadas en los gobiernos y luego acoge
generosamente a políticos clave cuando dejan el poder.
"En la UE también tenemos un Inside Job, sin duda; está
clarísimo que no es exclusivo de EEUU", afirma Alejandro Inurrieta,
profesor del Instituto de Estudios Bursátiles, en referencia a la exitosa
película sobre la crisis financiera que desnuda algunos ejemplos de
"puerta giratoria". Inurrieta (tampoco sospechoso de radical: ha sido
director general en el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y concejal del
PSOE en Madrid) considera que el ascenso de Draghi en el BCE y de otros
exdirectivos de Goldman Sachs "no es en absoluto anecdótico". Y
añade: "El problema es gravísimo porque algunos políticos deciden pensando
que su destino final será el Goldman de turno".
LAS PUERTAS
GIRATORIAS
El banco de inversión se rodea de un secretismo que alimenta
su mito. Los ejemplos de "puerta giratoria" son abundantes y algunos
de altísimo nivel. Como Robert Rubin: pasó de Goldman Sachs a la Secretaría del
Tesoro con Bill Clinton desde donde logró la máxima liberalización del sector
financieroy luego aterrizó en Citigroup. O Henry Paulson: también saltó desde
la dirección de Goldman Sachs a la Secretaría del Tesoro de George W. Bush y
desde este puesto fue clave en dejar quebrar el banco de inversiones Lehman
Brothers, uno de los máximos rivales de Goldman.
Henry Paulson |
Al frente de Goldman Sachs Internacional está Peter
Shuterland, irlandés muy bien conectado con las instituciones comunitarias
porque fue comisario de Competencia a finales de los años ochenta. Pero,
además, en 2005 fichó a Mario Monti tras pasar diez años en el Ejecutivo
comunitario, que nunca quiso fiscalizar las cuentas griegas cocinadas por el
banco estadounidense. Monti fue primero comisario de Mercado Interno y luego de
la Competencia. Al año siguiente, en 2006, Goldman Sachs incorporó al
economista jefe del BCE, Otmar Issing, tras una larga e influyente carrera en
el Bundesbank y el BCE. Y antes del verano, el banco ha logrado otro fichaje
importante: Huw Pill, economista de referencia del BCE.
"La UE conocía muy bien el fraude de las cuentas
griegas preparado por Goldman y nunca quiso hacer nada", subraya Leonidas
Vatikiotis, economista griego y asesor en Debtocracy, la versión griega de
Inside Job que causa furor en internet. Añade Vatikiotis: "Tenemos una
prueba reciente de ello: la radical negativa del BCE, con el respaldo de la UE,
a entregar a Bloomberg la información que reclama sobre cómo Grecia ocultó la
deuda", concluye. La oposición del BCE a difundir estos documentos es
total. Y la agencia incluso ha acudido a los tribunales para reclamarlos. La
"puerta giratoria" es un fenómeno común a todo el sector financiero
y, sobre todo, a la gran banca de inversión. Pero Goldman Sachs se sitúa, con
diferencia, en lo más alto del podio de ese imaginario de poder global en la
sombra que los sectores ortodoxos suelen considerar meras "teorías
conspirativas". El secretismo del banco alimenta el mito: también para
este artículo ha declinado evaluar el ascenso de Draghi en el BCE y su pasado
en la casa.
En 2011 se han editado dos libros de referencia sobre el
banco, surgidos de ámbitos casi antagónicos pero con la misma conclusión
explícita ya en el subtítulo que subraya el enorme poder oculto. De un lado, el
periodista de Le Monde Marc Roche ha publicado El banco. Cómo Goldman Sachs
dirige el mundo (Deusto) (ver entrevista en la página siguiente). Y del otro,
el financiero William D. Cohan firma Money and Power. How Goldman Sachs Came to
Rule the World (Allen Lane), que podría traducirse como Dinero y poder. Cómo
Goldman Sachs llegó para dirigir el mundo.
La imagen ha ido reforzándose más aún si cabe en los últimos
años porque el banco ha estado relacionado, directa o indirectamente, con las
operaciones más polémicas desde que en 2007 estalló la crisis: entre otras, el
swap griego; el macro rescate de la aseguradora AIG (cuyo hundimiento muy
probablemente le hubiera arrastrado), mientras se dejaba caer Lehman Brothers,
archirrival de Goldman; el caso Galleon, el mayor escándalo de uso de
información privilegiada en décadas que ahora tiene en el punto de mira a Rajat
Gupta, exconsejero del banco; y, muy particularmente, Abacus, quizá el mayor
escándalo en las hipotecas subprime, detonante del estallido de la crisis
mundial.
EL 'CASO
ABACUS'
Abacus es el nombre que el banco dio al producto financiero
construido con hipotecas subprime de muy mala calidad que supuestamente puso a
disposición de uno de sus mejores clientes, el hedge fund de John Paulson, a
mediados de 2007, poco antes de que pinchara la burbuja. A Paulson se le invitó
supuestamente a apostar en contra del producto (es decir, ganaba si Abacus se
hundía) mientras que los clientes que invertían de verdad en el engendro
estaban abocados a la ruina. Para evitar una investigación sobre el caso,
Goldman aceptó pagar 550 millones de dólares en julio de 2010. Se estima que
Paulson se embolsó alrededor de 1.000 millones de dólares en una única apuesta.
Y uno de los mayores perjudicados fue el banco alemán IKB, que perdió más de
150 millones y quedó al borde de la quiebra.
Entre los miembros del consejo de IKB en aquel momento
estaba, en representación del Ejecutivo alemán, el prometedor Jörg Asmussen,
que tuvo que mover todos los hilos y más para lograr el apoyo de su Gobierno
para inyectar 1.500 millones de dinero público al banco comatoso y evitar la
quiebra. Asmussen es precisamente el hombre elegido por Berlín para sustituir
al dimitido Jürgen Stark en el reducido Comité Ejecutivo del BCE. Y su nuevo
jefe será Mario Draghi, el antiguo peso pesado del banco que inventó el swap
griego y creó Abacus.
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