Martes
17 de enero de 2012
EN
IRÁN,
LA GUERRA YA EMPEZÓ
Escribe
GONZALO
MARTÍNEZ
CORBALÁ (*)
Fuente:
“La Jornada” - Mx.D.C.
16 de
enero de 2012
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(*) GONZALO MARTÍNEZ CORBALÁ (1928–San Luis Potosí, México) Es un político
mexicano, miembro del Partido Revolucionario Institucional es Ingeniero Civil
egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México, se ha dedicado
mayormente a la política, maestro, Escritor, Periodista. Autor de “La historia que viví “- (Ed.Latin
America) (La revolución mexicana, la revolución cubana y el triunfo electoral
socialista en chile) Columnista permanente en “La Jornada” entre otros medios.
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El
estrecho de Ormuz, entre los golfos de Omán y el Pérsico, se ha convertido en
un casus belli; por lo pronto, el presidente de Estados Unidos advirtió al de
Irán, Mahmud Ajmadineyad, que no se atreva a bloquear el paso de los embarques
de petróleo por esta ruta, entre las costas de Arabia Saudita, y las del propio
Irán, pasando por Bahrein, Qatar y Emiratos Árabes Unidos, cuando vienen de
salida cargados de petróleo o de gas, hacia el golfo de Omán. Por la difícil
configuración geográfica, resulta muy problemático anular este dominio iraní.
Por lo pronto están ya en el Pérsico tres portaviones estadunidenses y se
comenta en la prensa internacional que algunos más van hacia allá.
Tras un
largo periodo de anarquía, debido a la lucha de los chiítas, de aliento
nacionalista, contra el dominio extranjero, del que sale hasta 1925-1926, con
el advenimiento de Reza Sha Pahlevi, cuya dinastía reinó hasta la revolución
islámica de 1979, se gestó la explotación del petróleo por la Irak Petroleum
Company, y específicamente en este país por la Anglo-Iranian Company, la cual
derrocó al presidente Mossadeg en 1954, por intentar la nacionalización de esa
industria, y provocó el regreso de los shas, que sienta las bases del régimen
cuasi teocrático actual.
En
noviembre de 2011, dice The New York Times, inspectores de armamentos de la
Organización de Naciones Unidas reportaron que se encontraron nuevas evidencias
de un caso con credibilidad de que Irán llevó a cabo actividades para
desarrollar un artefacto nuclear. Proyecto que podría estar todavía en
vigencia.
Es
cierto que las circunstancias actuales son completamente distintas a las que se
daban en el régimen del presidente Bush. Precisamente el sábado pasado, el
diario El País confirmó la gravedad de la crisis económica en Europa. En su
información principal dice: Hachazo a la solvencia del euro, y explica que: las
agencias de calificación y la inacabable crisis griega sacuden de nuevo la
eurozona, para luego asegurar que “Standard & Poor’s degrada la deuda de
nueve países, entre ellos España, que baja dos escalones. Francia pierde la
máxima nota. Grecia rompe con los bancos”.
Es
difícil pensar que en estas condiciones tan generalizadas en Europa, casi como
en Estados Unidos, pudieran estar pensando en desencadenar otra guerra, la cual
podría ser de mucho mayores proporciones que la de Irak.
En
primer lugar, como señaló The New York Times en una colección de informaciones:
la preocupación de China expresada en el viaje a Medio Oriente del primer
ministro Wen Jiabao, quien fue recientemente a Arabia Saudita, Qatar y a
Emiratos Árabes Unidos, para evaluar su política respecto al petróleo; Japón,
en la persona del primer ministro Yoshihiko Noda, declaró el viernes pasado que
su país tiene todavía que decidir si reducirá sus importaciones de Irán,
continuando con señales mixtas de su gobierno. Benjamin Netanyahu, con el mismo
cargo en Israel, declaró el sábado en una entrevista que las sanciones
económicas podrán tener éxito, si se combinan con amenazas de acción militar;
que el gobierno estadunidense advirtió al ayatola Alí Jamenei que el cierre del
estrecho de Ormuz, significa traspasar una línea roja que provocaría una
respuesta.
Por
otra parte, Clifford Krauss afirma en el NYT que el precio del petróleo se
elevará rápidamente si los iraníes cierran el paso en el estrecho. Mientras
Dane Cardwell, Rick Gladstone, Seth Feaster y Elisabeth Bumiller aseguran que
los analistas sostienen que la demanda global creciente y problemas probables
que se presentarían en el abastecimiento procedente de Irán mantendrían el
valor del petróleo en tres dígitos (100 dólares el barril).
En
general hay gran preocupación entre los importadores directos de petróleo de
Irán, en primer término, y ninguno ha presentado una verdadera solución para
remplazar el abastecimiento. Lo mismo puede decirse del efecto político que puede
afectar las elecciones ya muy próximas en Estados Unidos.
La
preocupación, en grado muy alto, la tenemos seguramente quienes vemos con
sentido de responsabilidad esta situación delicada y compleja, que desde luego
nos afectaría del mismo modo a los mexicanos. Y no podemos menos que hacer
votos por que prevalezca la razón, la determinación para resolver los
conflictos pacíficamente y desde luego, teniendo presente en todo momento que
lo que verdaderamente está en juego es la supervivencia humana. Las armas
nucleares no son para jugar con el destino de la especie humana, son un peligro
del que no está a salvo nadie en el planeta.
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