Lunes 13 de febrero de 2012
FIDEL VUELVE A LAS ANDADAS
Escribe
ATILIO BORON (*)
Fuente:
BLOG de Atilio Boron
11 de febrero de 2012
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(*) Dr.
ATILIO BORON – Escritor. Economista y periodista argentino. Analista y politólogo. Director
del Programa Latinoamericano de Educación a Distancia en Ciencias Sociales
(PLED). Premio Internacional de la
UNESCO José Martí. Centro de Estudios Martianos, La Habana, 2009. Profesor
Regular Titular de Teoría Política y Social, Facultad de Ciencias Sociales,
Universidad de Buenos Aires desde 1986. Autor entre otros de La Filosofía
Política Moderna.
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Aprovechando la presencia de un numeroso grupo de
intelectuales (latinoamericanos y
caribeños, amén de algunos europeos y estadounidenses invitados para participar
en la Feria del Libro de La Habana) Fidel los convocó para intercambiar ideas
sobre la actualidad internacional. La reunión dio comienzo poco después de las
13 horas del viernes,(10 de febrero) en una sala del Palacio de las
Convenciones de La Habana y, retomando un viejo hábito del líder histórico de
la Revolución Cubana, se extendió hasta bien pasadas las 22 horas.
Flanqueado por el Ministro de Cultura de Cuba, Abel Prieto,
y Zuleica Romay, presidenta del Instituto Cubano del Libro, el Comandante demostró, a lo largo de algo más de nueve
horas, que su privilegiado cerebro conserva todos los atributos que le dieron
justa fama. Animados por Prieto, los participantes pidieron la palabra luego de
que se invitara a Ignacio Ramonet a que abriera fuego con un análisis sobre la
situación del periodismo en el mundo actual.
Fiel a su costumbre, Fidel escuchaba atenta y
respetuosamente cada una de las intervenciones, anotaba sus impresiones y con
delicadeza lanzaba incisivas preguntas a los expositores, en lo que Frei Beto
calificó como un ejemplo del riguroso “examen de conciencia” que los jesuitas
la habían inculcado como norma a Fidel en su juventud. Cuando Érika Silva,
Ministra de Cultura del Ecuador expuso la propuesta de Rafael Correa de no
explotar el petróleo que yace bajo la maravillosa reserva natural de Yasuni-ITT
a cambio de una compensación parcial de los países desarrollados, el Comandante
preguntó: ¿cuántos kilómetros cuadrados, en que parte de la Amazonía, cuántos
barriles hay, cuánto exige el gobierno, qué gobiernos han respondido, con
cuánto? Su pasión por la exactitud, esa que lo llevó a calcular
milimétricamente los hombres, armas, municiones y vituallas que podía llevar el
Granma, sigue intacta desafiando el paso de los años.
Cuando Santiago Alba Rico, “norafricano por adopción”, habló
sobre la situación de Túnez Fidel lo
escuchó y luego preguntó: ¿qué produce Túnez? Cuando Alba Rico respondió
que uno de los principales productos de exportación era el fosfato, la réplica
fue una nueva serie de preguntas: ¿cuánto exporta, dónde están los yacimientos,
qué otras cosas produce, cuál es la situación del proceso revolucionario,
quiénes le abastecen de petróleo?, intercalando en su interrogatorio
observaciones de su cosecha acerca de los principales productores mundiales de
fosfato, los usos alternativos de ese recurso, y se divertía cuando se le decía
que el aceite de oliva de Túnez era el mejor del mundo y que fabricantes
italianos y españoles lo compraban a granel para luego exportarlo como si fuera
propio.
Todo este intercambio de informaciones puntuales se daba en
un clima en el cual Fidel, además, hacía gala de su agudo sentido del humor. Lo
del viernes pasado había tenido un anticipo cuando una semana antes prolongó
durante unas seis horas la presentación del fascinante libro de Katiuska Blanco
Castiñeira: Fidel Castro. Guerrillero
del Tiempo. Ahora volvía a las andadas tomándose todo el tiempo del mundo para
pasar revista a la situación internacional y demostrando una vez más su
meticuloso seguimiento de los principales asuntos mundiales.
Imposible reseñar la veintena de intervenciones que
abordaron los más diversos temas y que suscitaron sus incisivas observaciones:
desde las posibilidades abiertas por la Internet y las nuevas tecnologías de la
comunicación (especialmente la telefonía móvil y la televisión satelital) para
potenciar las luchas revolucionarias hasta los peligros que entraña el férreo
control que el imperio pretende ejercer sobre esas tecnologías, pasando por las
amenazas que se ciernen sobre la sobrevivencia de nuestra especie (que Fidel
proféticamente denunciara hace veinte años en la Cumbre de la Tierra celebrada
en Río).
Hasta la situación política de diversos países, el
devastador “monocultivo de las mentes” (Pérez Esquivel), la necesidad de una tricontinental
de las ideas, la búsqueda frenética de nuevas fuentes de energía, la
devastación producida por el extractivismo de la megaminería, el monocultivo y
la destrucción de los bosques nativos, la crisis del agua y, como no podía
estar ausente, la delicada situación en Medio Oriente y las terribles
consecuencias que podría desencadenar un ataque a Irán, un país de 74 millones
de habitantes acosado por Estados Unidos, su gendarme israelí armado con unos
300 cohetes nucleares y las viejas potencias colonialistas europeas.
Temas tales como las nuevas tecnologías de la guerra, el
origen del universo y las teorizaciones de Stephen Hawking al respecto y la
posible destrucción del planeta tierra por el carácter inherentemente
predatorio del capitalismo y la voracidad del imperialismo se mezclaban con
análisis puntuales en todos los cuales era imposible sorprender a Fidel
desinformado. Tuvo un momento para
también referirse a la situación de las Malvinas, diciendo que “con su actitud
Cameron le ha hecho un favor a la Argentina y toda América Latina. Los ingleses
no tendrán más remedio que negociar y luego irse.”
Cuando al cabo de seis horas –interrumpidas por un breve
intervalo- a pedido de los médicos de Fidel Eusebio Mujal León, el brillante
historiador de la ciudad, propuso que se diera por concluida la reunión el
Comandante quiso saber cuántos estaban en la lista de oradores y contrariando
la sugerencia de sus médicos dispuso que
se hiciera un breve receso para luego retomar el encuentro y poder escuchar a
todos. Se procedió de ese modo solicitándosele luego a Frei Beto un comentario
final en donde el dominico brasileño agradeció en nombre de los presentes la
paciencia y la capacidad de escuchar y dialogar puesta una vez más en evidencia
por Fidel.
Parecía que era el final, pero no: el Comandante agradeció
la intervención y, ante el asombro generalizado por el entusiasmo y la
vitalidad del anfitrión, el incansable guerrillero dijo que quería compartir
con los presentes algunos cables que le habían llamado la atención en los últimos
tres días. No sólo eso: lo que siguió fue un fascinante análisis de la
coyuntura geopolítica internacional, rica en matices y detalles, y una
convocatoria a no bajar los brazos en la lucha por la justicia, la dignidad, la
libertad y la democracia.
Aludió así a una pregunta que había quedado flotando en el
ambiente, acerca de si los desafíos planteados por una situación tan peligrosa
como la actual nutrían el pesimismo o albergaban todavía algún soplo de
esperanza. La respuesta de Fidel fue coherente con su trayectoria: “aunque nos
digan que al planeta le quedan apenas diez años de vida” –señaló con enjundia- “nuestra deber es
seguir luchando hasta el fin.”
Dicho esto se marchó, dejando entre quienes tuvimos la
fortuna de asistir a una tan inesperada como increíbleremake histórica la
sensación de que Fidel y el tiempo, esa deslumbramiento que comparte con
Hawking, eran viejos amigos y que a diferencia del común de los hombres lo
podía recorrer para adelante y hacia atrás a su antojo. El viernes el Quijote
del Caribe decidió volver sobre sus pasos y regresar treinta o cuarenta años
atrás. Y lo hizo con la frescura y la agilidad mental de siempre, como si el
tiempo no hubiera pasado.
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PUBLICÓ CUBA DEBATE:
De 22 países eran; la mayoría escritores que asisten a la
XXI Feria del Libro e intelectuales de diversas disciplinas académicas y
científicas, unidos por la Red En Defensa de la Humanidad a favor de “la paz y
el medio ambiente.”
Zuleica Romay, Premio Casa de las Américas y Presidenta del
Instituto Cubano del Libro (ICL), presentó a las personalidades más prominentes
entre los invitados y comentó las generalidades del conjunto: Adolfo Pérez
Esquivel, Premio Nobel de la Paz; Sergio Pitol, Premio Cervantes 2005. También
Stella Calloni, Carlo Frabetti, Francois Houtart, Frei Betto, Ignacio Ramonet,
Atilio Borón, Farruco Sesto, Miguel Bonasso, Carmen Bohórquez, Peter Phillps,
Santiago Alba y Mayda Acosta.
Importantes escritores e intelectuales caribeños,
representantes de las culturas invitadas a nuestra feria: Norman Girvan, Chiqui
Vicioso, Kendel Hyppolite, Alejandro Carpio, Daniel Ferreira, Lenito Robinson,
Bárbara Chase, Carlos Roberto Gómez, Cynthia Abrahams, Lasana Sekou, Pedro
Antonio Valdés, Johan Roozer, así como Kari Polanyi Levitt, estudiosa del
Caribe. Por Cuba, varios Premios Nacionales de Literatura, de Historia y de
Ciencias Sociales, además de científicos de varias especialidades.
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