Miércoles 22 de febrero de 2012
CURIOSIDADES
DE UNA ELECCIÓN
Escribe
DAVID
BROOKS (*)
Fuente:
“La Jornada” Mx
21 de
febrero de 2012
.
(*)
DAVID BROOKS
(Toronto, 11 de agosto de 1961), periodista canadiense-estadounidense
especializado en política. Columnista del New York Times y PBS, NYT entre otras Agencias.. Ha sido redactor jefe del Weekly Standard y
colaborador en Newsweek y Atlantic .Corresponsal en Estados Unidos
de “La Jornada” de México. Entre varios otros medios Autor del bestseller “The
Social Animal” (“El animal social” )
.
Que la
elección presidencial estadunidense parece estar reducida, con su tsunami de
fondos ilimitados y no regulados, a un concurso entre millonarios para imponer
a su favorito en la Casa Blanca ya no es noticia. Para muchos la impresión es
que, más que cualquier otra, esta es una elección del 1 por ciento, para el 1
por ciento y por el 1 por ciento, guiada, diseñada y coreografiada por los
mejores técnicos especializados en crear una ilusión de democracia mientras los
dueños del juego se dedican al negocio del poder real.
Por lo
tanto, tal vez lo más interesante ahora son los detalles raros y absurdos de
este concurso, o las cosas que se revelan de la clase política por accidente.
Por
ejemplo, el sábado pasado hubo un revuelo en el estado más orgullosamente
antimigrante del país, Arizona. Ahí, una de las figuras más machas de la
política estatal, un sheriff reconocido por su feroz posición antimigrante y su
fama de ser ex militar y gran defensor de la ley y orden, quien también es
candidato al Congreso, de pronto tuvo que renunciar como copresidente estatal
de la campaña presidencial del republicano Mitt Romney. La razón: una bronca
pasional con un hombre, que además es… ¡un inmigrante mexicano!
Paul
Babeu, político muy popular en Arizona, sheriff del condado de Pinal, anunció
su renuncia después de publicarse versiones en los medios locales de que había
amenazado con deportar a un ex novio, originario de México, cuando éste
–identificado como José– rehusó callar una relación que, afirmó, duró años.
José declaró al Phoenix New Times que rehusó firmar un acuerdo de que jamás
revelaría su relación con Babeu, y por ello fue amenazado con la deportación.
El sábado, Babeu debió confesar, en conferencia de prensa, que tuvo una
relación personal con José, pero rechazó que hubiera amenazado con deportarlo,
aunque admitió: la verdad es que soy gay. Las primarias en Arizona se
realizarán a finales de mes y lo último que deseaba Romney, quien enfatiza sus
credenciales de conservador extremo, es que alguien asociado con él sea gay.
Hablando
de extranjeros, los republicanos aún intentan nutrir la sospecha de que Obama
no es americano. Entre filas ultraconservadoras se sospecha todavía de la
veracidad de su acta de nacimiento, y aunque los precandidatos han abandonado
esa línea de ataque que utilizaron en la elección de 2008, desean generar la
idea de que aun si Obama es estadunidense, sus ideas sí son extranjeras. A
falta de poder llamarlo africano o musulmán, como intentaron antes, ahora el
peor insulto es que es un socialdemócrata o socialista estilo europeo. El
precandidato presidencial republicano Newt Gingrich lo ha acusado de estar a
favor del socialismo europeo; Romney ha afirmado que promueve un estado de
bienestar estilo europeo en contraste con el suyo, que es de un país libre.
Como señala el columnista Harold Meyerson, del Washington Post, la culpabilidad
por asociación era mucho más simple cuando la asociación, o supuesta
asociación, era con comunistas. En su ausencia, los republicanos han tenido el
reto de volverse más ridículos y lo han logrado.
Mientras
tanto, hubo un intenso debate sobre la libertad de religión cuando los obispos
católicos proclamaron su oposición a que hospitales y escuelas católicas paguen
el costo de contraceptivos para sus empleados, como estipula la reforma de
salud impulsada por Obama. Cuando el gobierno de Obama logró dar la vuelta a la
férrea oposición de la jerarquía católica, al decir que las aseguradoras y no
sus instituciones pagarían esos costos, los obispos insistieron en que nadie
debe pagar por algo tan lleno de maldad como la contracepción. Ahora algunos
republicanos atacan a Obama como enemigo de la religión.
El
espectáculo de la jerarquía –por definición de puros hombres– defendiendo sus
supuestos principios morales sobre la sexualidad, a pesar de que una vasta
mayoría de sus fieles no comparten su punto de vista y de que no hay ninguna
mención de tal cosa en la Biblia, fue triste. Pero lo más notable, casi
obsceno, señalaron cómicos y satíricos, fue que una institución que pasa por
una de las peores crisis de su historia –y paga indemnizaciones
multimillonarias– por las perversas actividades sexuales cometidas con menores
de edad por varios de sus pastores espirituales, y luego encubiertas por sus
líderes, aún crea que tiene autoridad moral para pronunciarse sobre esto. Pero
reveló, una vez más, esa combinación tan letal de política y religión en este
país.
Rick Santorum (imagen Google) |
Y
mientras tantas cosas serias ocurren, el reventón continúa en Wall Street. Hace
un par de semanas se realizó un rito anual de una fraternidad de banqueros y
ejecutivos de Wall Street que se divirtieron burlándose de Ocupa Wall Street y
de cómo fueron rescatados de la crisis por el tesoro público. Todo culminó con
el rito de inducción de nuevos miembros, quienes deben vestir ropa de mujer,
bailar, cantar y someterse a un bombardeo de pastelitos y servilletas empapadas
de vino exclusivo. Éstos son, como reportó el New York Times, los que toman
decisiones cotidianas que colectivamente pueden hacer o romper los mercados
financieros globales.
Sólo
con estos ejemplos –y hay tantos más– se puede concluir que, por un lado, los
conservadores aquí tienen razón: la inmigración, el socialismo y el sexo
amenazan a Estados Unidos. Por otro, que tal vez el estribillo de la canción
tema de la gran película Cabaret es el mejor ejemplo para describir la
coyuntura en este país: la vida, mi cuate, es un cabaret.
Fuente:
http://www.jornada.unam.mx/2012/02/20/opinion/025o1mun
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