jueves, 1 de marzo de 2012

LOS EFECTOS DE ESTA FUMIGACIÓN SON TAN GRAVES, QUE LAS MADRES LO LLAMAN “GENOCIDIO ENCUBIERTO


Viernes 2 de marzo de 2012

EN UN BARRIO DE CÓRDOBA

500 ENFERMOS DE CÁNCER

POR LA CONTAMINACIÓN SOJERA

Sofia Gatica 2da. desde izquierda

Fuente:

SOFIA GATICA
Programa de radio
“La Palangana”
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En el barrio Ituzaingó de Córdoba, hay 500 enfermos de cáncer, de una población de cinco mil. En cada familia, hay un promedio de tres enfermos. La causa es la contaminación que produce la fumigación de la soja en los alrededores del barrio. Hace once años que vienen denunciando. Lo siguen haciendo. Y siguen muriendo.

Sofía Gatica es integrante de Madres de Ituzaingó Anexo, un grupo creado en 2001 para denunciar los efectos de la contaminación en ese barrio de Córdoba Capital. “Fue cuando empezamos a ver muchas mujeres con pañuelos en la cabeza de ir a quimioterapia que estaban peladas y muchos niños con barbijo“, dijo.

En ese momento empezaron a denunciar lo que estaba pasando. “Eso fue luego de que la soja se instaló en 1995, en Ituzaingó Anexo. Nos han ido fumigando de a poco. Ya hay enfermedades crónicas. Hay chicos sin pulgar, sin maxilar, sin ano, con malformaciones. Tenemos más de 500 casos de cáncer, lecuemia linfática aguda. Tenemos 5000 habitantes y esa cantidad de leucemia”, dijo Gatica en un diálogo con el programa La Palangana hoy.
Los casos aumentaron en forma dramática: “Antes era un enfermo de cáncer por familia, ahora son dos o tres. Tenemos una familia que el chico tenía 23 tumores, se murió. La hermana tres. Y ahora la madre tiene tumor”, grafica Gatica.

 Existen leyes. “La ley que prohibe fumigar en zonas urbanas, no se cumple. Es el único barrio de la Argentina que está en emergencia sanitaria y es el barrio más estudiado a nivel Argentina. Y tenemos ordenanzas que dicen que se prohibe fumigar 2500 metros a nivel aáreo y 2500 metros a nivel terrestre.

Y con el decreto de la presidencia de la nación, se dejó una franja sin sembrar porque estamos todos enfermos. Pero no se logró porque no se cumple. El escrito está, pero no se cumple”.

Los efectos de esta fumigación son tan graves, que las madres lo llaman “genocidio encubierto“. Dice Gatica que la soja no le trajo nada positivo a los barrios rurales de Córdoba. “Vienen a sembrar acá pero la plata se la llevan afuera. Nosotros no comemos soja. Se está matando mucha gente. Es un genocidio encubierto”.

Las denuncias tuvieron algún resultado. Hay un juicio oral y público contra dos sojeros y un aerofumigador que debería llevarse a cabo en marzo. En principio el juicio estaba previsto para febrero, pero se postergó. “ Ellos tienen los mejores abogados de Córdoba.  Gente muy importante. Nosotros no tenemos abogados importantes, por eso pedimos el apoyo de la gente porque va a salvar vidas“.
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LAS (POCAS) VECES QUE EL BARRIO ITUZAINGÓ FUE NOTICIA
2009. “LA VOZ DE CÓRDOBA”
Llevan 11 años denunciando que la fumigación de los sojeros los contamina. Once año muriendo de cáncer. Cada familia tiene -hoy- tres enfermos. En 2009, era uno por familia. Estas son las pocas noticias en la web sobre el barrio Ituzaingó Anexo de Córdoba.
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“PAGINA 12” – 2009
Por Darío Aranda
EL VENENO QUE ASOLÓ
EL BARRIO DE ITUZAINGÓ
Tras diez años de denuncias de los habitantes del barrio Ituzaingó, de Córdoba, rodeado de campos de soja, la Justicia prohibió fumigar con agrotóxicos cerca de zonas urbanas. De cinco mil habitantes, 200 tienen cáncer. Todas las familias tienen un enfermo.
El barrio Ituzaingó Anexo, en las afueras de Córdoba, es de casas bajas, asfalto gris y chicos que juegan en la calle. Era como muchos otros barrios, pero hace ocho años ganó notoriedad por la gran cantidad de enfermos de cáncer y niños con malformaciones. Sus habitantes miraron alrededor y comenzaron a encontrar causas de tanto mal: al este, norte y sur había campos de soja, sólo separados por la calle, y las fumigaciones con agrotóxicos llegaban hasta las puertas de las viviendas. 
La organización Madres de Ituzaingó, nacida a medida que las enfermedades se multiplicaban, relevó los casos y denunció a empresarios sojeros y a la dirigencia política, por complicidad. Las llamaban “las locas”, pero se convirtieron en pioneras en denunciar la contaminación del modelo agrario. A casi una década de las primeras denuncias, la Justicia cordobesa –por primera vez– acaba de prohibir a productores de soja que fumiguen en cercanías del barrio, lo establece como un delito penal y apunta contra el glifosato, el agrotóxico pilar de la industria sojera. (SACADO DE CONTEXTO)
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Sitio Web “SOS PERIODISTA” 2007
Sitio Web: “ECO PORTAL” 2005
Sitio Web: "Eco Portal" 2005

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