CLARA
DE ASÍS:
CORAJE
DE UNA MUJER APASIONADA
Escribe
LEONARDO
BOFF (*)
Viernes
30 de marzo de 2012
.
Hace 800 años, en la noche del 19 de marzo de
1221, el día siguiente al Domingo de Ramos, Clara de Asís, toda ataviada, huyó
de casa para unirse al grupo de Francisco de Asís en la capillita de la
Porciúncula, que todavía hoy existe. Las clarisas de todo el mundo y toda la
familia franciscana celebran esta fecha que conmemora la fundación de la Orden
de Santa Clara extendida por el mundo.
Clara
junto con Francisco –nunca debemos separarlos, pues se habían prometido, en su
puro amor, que «nunca más se separarían», según la hermosa leyenda de la época–
representa una de las figuras más luminosas de la cristandad. Es bueno
recordarla en este mes de marzo, dedicado a las mujeres. Por causa de ella, hay
millones de Claras y María Claras en el mundo. Ella, de familia noble de Asís,
de los Favarone, y él, hijo de un rico e influyente mercader de telas, de los
Bernardone.
Religiosa de la Orden de las "Clarisas" |
Con 16
años de edad quiso conocer al ya entonces famoso Francisco, que andaba por los
30 años. Bona, su íntima amiga, cuenta bajo juramento en las actas de
canonización que entre 1210 y 1212 Clara «fue muchas veces a conversar con
Francisco, secretamente, para no ser vista por los parientes y para evitar
maledicencias». De estos dos años de encuentro nació una gran fascinación del
uno por el otro. Como comenta uno de sus mejores investigadores, el suizo Antón
Rotzetter en su libro Clara de Asís: la primera mujer franciscana (Vozes 1994):
«en ellos irrumpió el Eros en su sentido más propio y profundo, pues sin el
Eros no existe nada que tenga valor, ni ciencia, ni arte ni religión, Eros que
es la fascinación que impele a un ser humano hacia otro y lo libera de la
prisión de sí mismo» (p. 63). Ese Eros hizo que ambos se amasen y se cuidasen
mutuamente, pero en una transfiguración espiritual que impidió que se cerrasen
sobre sí mismos. Francisco afectuosamente la llamaba «mi Plantita».
Cultivaron
juntos tres pasiones a lo largo de toda su vida: la pasión por Jesús pobre, la
pasión por los pobres y la pasión del uno por el otro. En ese orden. Planearon
entonces la fuga de Clara para unirse al grupo que quería vivir el evangelio
puro y simple.
La
escena no tiene nada que envidiar en creatividad, osadía y belleza, a las
mejores escenas de amor de las grandes novelas o películas. ¿Cómo podría una
joven rica y hermosa huir de casa para unirse a un grupo parecido a los
«hippies» de hoy? Pues así debemos representar el movimiento inicial de Francisco.
Era un grupo de jóvenes ricos, dados a las fiestas y serenatas, que resolvieron
hacer una opción de total despojamiento y rigurosa pobreza siguiendo los pasos
de Jesús pobre. No querían hacer caridad para los pobres, sino vivir con ellos
y como ellos. Y lo hicieron con un espíritu de gran jovialidad, sin criticar
siquiera la Iglesia opulenta de los papas.
San Francisco de Asis |
Esa
noche del 19 de marzo, Clara, a escondidas, huyó de casa y llegó a la
Porciúncula. Entre luces temblorosas, Francisco y sus compañeros la recibieron
festivamente. Y en señal de su incorporación al grupo, Francisco le cortó sus
cabello rubios. Luego, Clara vistió la ropa de los pobres, sin teñir, más un
saco que un vestido. Después de la alegría y de las muchas oraciones fue
acompañada al convento de las benedictinas a 4 km de Asís. Dieciseis días más
tarde, su hermana menor, Inés, también huyó y se unió a ella. La familia
Favarone intentó, hasta con violencia, llevarse a las hijas; Clara se agarró a
los manteles del altar, mostró su cabeza rapada e impidió que la llevasen.
Mostró la misma intrepidez cuando el papa Inocencio III no quiso aprobar el
voto de pobreza absoluta. Luchó tanto que el papa al fin consintió. Así nació
la Orden de las Clarisas.
Su
cuerpo intacto después de 800 años demuestra, una vez más, que el amor es más
fuerte que la muerte.
.
(*)LEONARDO BOFF es un teólogo, filósofo y
escritor nacido en Concordia, Estado de Santa Catarina, Brasil Es uno de los
fundadores de la Teología de la Liberación, junto con Gustavo Gutiérrez Merino.
En 1985, la Congregación para la Doctrina de la Fe, dirigida por el ya cardenal
Ratzinger (hoy Papa Benedicto XVI) le silenció por un año por su libro La
Iglesia, Carisma y Poder, que estaba en contra de la Doctrina de la Iglesia
Católica. Ha trabajado como profesor en los campos de teología, ética y
filosofía en Brasil, además de dar conferencias en muchas universidades en el
extranjero, como Heidelberg, Harvard, Salamanca, Barcelona, Lund, Lovaina,
París, Oslo, Turín. Ha escrito más de 100 libros, traducidos a muchas lenguas.
En 1997, el Parlamento Sueco le otorgó el premio Right Livelihood
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