LA MANIPULACIÓN FEROZ
Escribe
MIGUEL GUAGLIANONE(*)
Fuente
“Barómetro Internacional”
Publicó “Rebelión”
9 de abril de 2012
(*)MIGUEL GUAGLIANONE- (Uruguayo) Escritor. Investigador periodístico
independiente. Radicado en Caracas es Secretario de Redacción en “Barómetro
Internacional” participando en varios medios del continente (Red Voltaire, “SurAmericaPress”,
Adital, Alterzoom entre varios otros).
Cada día se va
haciendo más público y notorio el hecho de que en nuestra realidad actual, los
medios de comunicación constituyen la más poderosa herramienta de dominación
-de mucho mayor alcance que las armas- que utilizan las elites dominantes para
mantener su poder sobre las grandes poblaciones del planeta.
El conglomerado de
mega-corporaciones (entre 10 y 12) que controlan no sólo a los medios de
prensa, radio y televisión, sino también al inmenso negocio del entretenimiento
y la cultura de masas (que comprende el mundo editorial, el de la música, el
cine, la producción y distribución de contenidos para televisión, y maneja en
todo el mundo salas de cine, de teatro, sitios de Internet y parques temáticos
al estilo de los creados por Disney) es quien elabora los mensajes
comunicacionales que nos bombardean diariamente.
En un común acuerdo
de objetivos e intereses, estas mega-corporaciones (que no solo manejan lo
comunicacional, sino que cubren áreas que van desde la extracción de petróleo
hasta la fabricación y venta de armas) nos suministran cotidianamente una “realidad”
y una visión del mundo que es la adecuada para mantener el predominio de los
grandes capitales acumulados que ellas (y el resto de sus primas y hermanas)
representan y el poder político que los acompaña.
Son muchas las
formas en que este sistema hegemónico impone en las mentes y corazones de la
gente “su” verdad. Es complejo el sistema que se ha desarrollado para el
control, y el estudio de sus diferentes facetas implica un esfuerzo para
quienes tratamos de combatir este proceso. Facetas que van desde la ocultación
o la deformación y falsificación de los hechos, hasta las formas más sutiles de
imponer subyacentemente sistemas de valores y creencias, o que llegan hasta
presentar e imponer una “realidad virtual” adecuada a los intereses de quienes
manejan los hilos del poder.
Y todo esto no
constituye mera palabrería teórico-ideológica, es una realidad cotidiana
presente todos los días en los mensajes de la comunicación nacional e
internacional que recibimos cada vez más abrumadoramente.
Una de las formas
que tenemos quienes intentamos una comunicación alternativa de combatir esos
efectos, es mostrar, denunciar y señalar esos intentos concretos de manipulación
cotidiana.
En esta Semana
Santa, un tiempo que la Iglesia Católica propone a sus 300 o 400 millones de
fieles en todo el mundo como de paz, recogimiento espiritual y acercamiento, no
por ello la manipulación más grosera ha dejado de estar presente en el sistema
internacional de medios corporativos. Vamos a ver solo dos ejemplos, que
representan a nuestro entender el lado más crudo del sistema.
1) El canal
internacional de la Televisión Española (TVE 24 h) tuvo que dar la noticia de
los nuevos disturbios producidos en Atenas, a partir del suicidio público de un
jubilado que dejó un mensaje sobre su situación personal sin salida económica
que lo condenaba a la miseria, y que responsabilizaba al gobierno por ella,
como producto de los “ajustes” llevados a cabo. La forma en que se realizó la
presentación de la noticia fue insólita desde el principio.
Ante las imágenes de los disturbios, el texto
de los locutores habló de la “rabia” del pueblo griego “que no se resigna a
aceptar la grave deuda del país”. Tal como si los disturbios fueran producto de
la inmadurez de una gente que no asume con responsabilidad su situación.
Por supuesto nada
se dijo acerca de que no fue precisamente el pueblo griego quien contrajo las
deudas, sino un estamento político en complicidad con la banca y los mercados
de valores. Esto se mostró así, aún en el contexto de haberse hecho públicas,
simultáneamente, las monstruosas compras de armas realizadas por el estado
griego en el pasado inmediato. Armas en su mayoría del mismo origen (Alemania),
que los bancos acreedores del grueso de la deuda del Estado Griego.
La cereza final de
la torta la constituyó el cierre de la noticia, con una reflexión sobre el
suicidio como enfermedad producto de la depresión que se da en algunas
personas, en un claro intento de despojar al hecho de todo carácter social,
calificándolo así como el acto aislado de un individuo desesperado.
Es bien
comprensible que la televisora oficial del Estado Español, ahora controlada por
el Partido Popular de Mariano Rajoy, intente lo posible para no analizar
demasiado una noticia que pudiera servir de chispa para convertir el polvorín
en que se encuentra España, en un incendio del mismo tipo del que atraviesa
Grecia. Lo que no es aceptable, es que para cumplir ese objetivo se utilice la
más burda manipulación de la noticia, alterando los hechos con prejuicios
disfrazados de “objetividad”, escondidos tras una supuesta labor profesional.
2) El otro hecho
que también aconteció, tuvo que ver con la publicación en un periódico por
parte del escritor judío alemán Günter Grass, de un poema donde denuncia no sólo
la política agresiva de Israel en Medio Oriente, sino su hipocresía al atacar a
Irán por su supuesta fabricación de una bomba atómica, siendo el país de la
región que tiene el mayor arsenal nuclear secreto.
La manipulación
vulgar en este caso por parte del sistema corporativo de medios, fue que la
noticia se difundió (en CNN y otras cadenas) sólo a partir de la acusación de “antisemitismo”
al escritor, realizada en forma inmediata por el Consejo Central de los Judíos
de Alemania y la Cancillería del estado de Israel. En ningún momento se habló
de su trayectoria anterior, de su apoyo al Estado de Israel (que menciona en el
propio poema), ni por supuesto se difundió el texto del mismo.
Ambos ejemplos están
mostrando hasta qué punto la alteración cotidiana de la realidad no sólo es una
práctica cada vez más extendida, sino que está participando del fenómeno de la
crisis general de los países centrales. Ya no parecen existir ningún tipo de límites
para el uso descarado del poder mediático en sus formas más brutales, en función
de proteger al costo que sea los intereses de los centros de poder.
La manipulación
feroz nos está mostrando su despiadada cara, cada vez más contraída y deformada
por el huracán de la crisis y la progresiva pérdida de dominio de los amos del
mundo. Combatámosla haciéndola pública y mostrando sus intenciones ocultas.
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