LA GENTE DE LA PAMPA SOJERA
BUSCA EMIGRAR
(PARTE DOS)
Escribe
JULIO CESAR GAMBINA
Fuente: “NOS DIGITAL”
12 de abril de 2012
(CONTINUA DE LA PARTE UNO)
MARIA ELENA SALUDAS: Cuando hablamos de modelo de producción y
distribución tenemos que agregarle consumo. Las personas ya no son ciudadanos sino
consumidores. Con el planeta finito que tenemos, este nivel de consumo es
imposible de sustentar. Por eso cuestionamos también que se hable de desarrollo
sustentable en el marco de este modelo.
El alimento pasa a ser una mercancía más. Se especula en
bolsa quién fija el precio de la soja, el trigo y el maíz. Todo pasa a ser una
mercancía, hasta, en consecuencia, la vida del hombre. Es imposible continuar
con este ritmo de crecimiento, si hay exclusión. Hay gente que tiene que
venirse del Chaco, de Formosa, de Salta, porque sus tierras son tomadas para
poder, en el caso de Argentina, cultivar soja. El debate pasa también por poner
en cuestionamiento el actual modelo de consumo, absolutamente irracional, en el
mundo entero.
JULIO GAMBINA: El planteo ideológico que se difunde es
“Aprovechemos este momento. El mundo pide soja, démosle soja”. La producción es
la que determina las condiciones de consumo. China, que está incorporando una
cantidad enorme de población a la producción, está modificando la dieta
alimentaria. Por eso, buena parte de la soja que importa es para consumo de
animales que serán consumidos por ellos en su cambio de dieta.
ND-¿CÓMO AFECTA
AL PRODUCTOR
ESTE CICLO
DE CONSUMO?
JG: Lo
que defienden los principales centros ideológicos de las clases dominantes de
la Argentina es aprovechar este momento bajo las condiciones de organización de
la producción: concentración de la tierra, del paquete tecnológico. Quienes
exportan son un pequeño grupo de transnacionales, igual que quienes manejan el
paquete tecnológico. El productor con la cosecha ya no genera sus propias
semillas, sino que vuelve a necesitar ese paquete tecnológico que le venden. Se
financia con los pooles de siembra, que tienen la forma de profesional de
pueblo que le sobra el dinero e invierte. El tema no son los pequeños
fideicomisos, sino los gigantescos pooles de siembra que manejan lo principal
de la producción.
ND-¿REGIONALMENTE, CÓMO SE PIENSA EL PROBLEMA?
MES: Está
instalado en el sentido común que este modelo es redituable. La soja en sí no
es mala, sino el monocultivo en el poder de las transnacionales. Como los
gobiernos de toda América están de acuerdo con eso, todo, hasta la
infraestructura, está en función de la extracción de materias primas.
JG: El esquema de este modelo que se hace en el marco de un
programa que defienden las corporaciones transnacionales y los principales
estados capitalistas del mundo es la liberalización de la economía mundial para
que haya fronteras abiertas para el capital, las mercancías y los servicios; no
las personas.
Por eso la Iniciativa para la Integración de Infraestructura
Regional de Sudamérica hay que entenderla como
un mecanismo de inserción subordinada de América Latina y el Caribe en
la economía mundial. El Mercado Común del Sur está especializado en la división
internacional del trabajo como el lugar donde se produce la soja del mundo.
Paraguay y Uruguay tienen incluso, proporcionalmente en cuanto al terreno
cultivable, más soja que Argentina y Brasil.
ND-EL GOBIERNO
HABLA DE
INDUSTRIALIZAR
LA RURALIDAD.
JG: En
las aceiteras, por ejemplo, hay trabajo, pero es mínimo porque está todo muy
mecanizado. El principal tema es que no es una producción difusora de fuerza de
trabajo. A solo modo de ejemplo, en el Chaco, una extensión de 60 hectáreas que
producía algodón en el ciclo productivo anterior involucraba como fuerza de
trabajo, en distintos momentos del año, 40 personas.
Hoy esa misma extensión de tierra, prácticamente no requiere
fuerza de trabajo. Es un mecanismo expulsor de fuerza de trabajo. Movimientos
como Paren de Fumigar tienen que ver con que poblaciones cercanas a la pampa
sojera buscan emigrar porque las fumigaciones afectan las condiciones de
desarrollo.
A partir del paquete tecnológico que implica el uso de
pesticidas, herbicidas, que incluso dependen del petróleo, no hay necesidad de
desmalezar -la cosechadora levanta la cosecha y atrás suyo, viene la nueva
siembra directa-. En función de los precios internacionales, también se
arruinan los suelos porque los productores no rotan los cultivos para recuperar
los nutrientes de la tierra. La creciente producción de soja es una exportación
de tierra y de agua, no solo sale el poroto y el aceite. Algunos explican que
América Latina está fuera de la crisis porque hay mucho crecimiento. Es un
error.
El fuerte crecimiento está ligado a los altos precios de las
materias primas necesarias para el desarrollo de los países centrales. El
ajuste materializado en América Latina en los ‘70 y los ’80 es el que se está
haciendo ahora en Europa. Se está cerrando el ciclo del ataque del capital al
proteccionismo keynesiano.
ND -¿NO PUEDE ESE
CRECIMIENTO SER UN
RECURSO DE
LAS IDEAS DE
IZQUIERDA?
JG: Los que dominan el paquete tecnológico de base de este
desarrollo productivo son transnacionales. Se ve muy claramente en la Argentina
que lo que creció durante el crecimiento de la economía, fueron las remesas de
utilidades. En la década del ‘90 lo más importante era el pago de intereses y
capitales de la deuda y, en menor medida, las envíos al exterior.
A ese modelo lo definen como especulativo de valorización
financiera. En los últimos diez años, lo principal no es el pago de intereses y
capitales, sino las remesas de utilidades al exterior. Ambos terminan con la
salida de capitales. Quienes dominan el ciclo productivo contemporáneo siguen
siendo las corporaciones internacionales.
Venezuela le propuso a América Latina crear Petroamérica
para encarar una fórmula de desarrollo compartida. No tuvo mucho éxito. Solo
respondieron los países del Petrocaribe, dieciocho países del Caribe y
Centroamérica, cuyo peso es minúsculo. El principal comprador del petróleo
venezolano sigue siendo Estados Unidos.
En América del Sur, Brasil tiene PetroBras, que actúa como
una transnacional más. La expropiación de Repsol en Argentina supone discutir
cuál es la política económica que se lleva adelante y quiénes son los
beneficiados y quiénes los perjudicados. Se trata de pensar en función de qué
se explotan los recursos naturales, y cómo se tiene en cuenta a los intereses
de los campesinos, trabajadores, pueblos originarios. El crecimiento de América
Latina actual no está resolviendo una mejor calidad de vida de la población.
- EL BLOG RECOMIENDA ESTE TRABAJO:
Un
balance de los Economistas de Izquierda
Afloran
los límites del modelo
Escriben:
CLAUDIO
KATZ, EDUARDO LUCITA, JORGE MARCHINI, GUILLERMO GIGLIANI, JOSE CASTILLO, ALBERTO
TESZKIEWICZ, JULIO GAMBINA, MARIANO FÉLIZ, JORGE OROVITZ SANMARTINO, MARTÍN
OGANDO, SERGIO GARCÍA, HUGO AZCURRA, GUILLERMO ALMEYRA, MARTÍN KALOS, ARIEL
SLIPAK, FACUNDO LASTRA.
La
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