jueves, 26 de abril de 2012

Viernes 27 de abril, 2012 – EL MODELO AGROEXPORTADOR EXTRACTIVISTA GENERA LA DEPREDACIÓN AMBIENTAL




LA GENTE DE LA PAMPA SOJERA

BUSCA EMIGRAR

 (PARTE UNO) 

Escribe
JULIO CESAR 
GAMBINA (*)
Fuente: “NOS DIGITAL”
12 de abril de 2012

 (*)GAMBINA JULIO CESAR – Dr. en Ciencias Sociales ( Facultad de Ciencias Sociales de la UBA) Profesor de Economía Política en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario, Presidente de la Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas, FISYP, e Integrante del Comité Directivo del consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, CLACSO. También participa como miembro del Consejo Académico de ATTAC-Argentina y dirige el Centro de Estudios Formación de la Federación Judicial Argentina. También participa como columnista sobre Economía y Cooperativismo en medios periodísticos de Capital Federal y del interior del país.
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En épocas en donde tanto se habla y se comenta de modelo, nos sentamos con el economista Julio Gambina a que explique, luego de haber publicado ¨Afloran los límites del modelo”, qué es lo que entiende por ello. La soja, las estatizaciones, la ecología, las mineras y la vida humana en medio de todo. 

Escudando una foto del Che y un retrato de Rosa de Luxemburgo, Julio Gambina (http://juliogambina.blogspot.com.ar/ ), presidente de la Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas, acaba de firmar un documento del grupo de Economistas de   Izquierda titulado “Afloran los límites del modelo”  (http://www.rebelion.org/noticia.php?id=147522 ). 

En su oficina porteña, despliega su acento sanjuanino para invitar a María Elena Saludas, coordinadora nacional de la Asociación por una Tasa a las Transacciones financieras especulativas para Ayuda a los Ciudadanos (ATTAC http://attacargentina.com.ar/ ), a sumarse a esta charla sobre el monocultivo de soja, el modelo de desarrollo y producción que implica, y sus alternativas.

NOS DIGITAL – ¿DÓNDE NACE LA RELACIÓN ENTRE LA ECONOMÍA Y LA ECOLOGÍA?
JULIO GAMBINA: El modelo de desarrollo y producción agroexportador extractivista tiene como un elemento central la depredación de los bienes comunes y la naturaleza en toda América Latina y el Caribe, junto con su población. Por eso no se puede separar economía de ecología. La disciplina de la economía nace como economía política. Es una disciplina de análisis del modelo productivo de desarrollo capitalista que nació junto con él y se instaló a nivel mundial.

Hago estos comentarios porque cuando uno piensa en América Latina y el Caribe, tiene que entender que es un territorio funcional a la acumulación originaria del capital que se desarrolló entre el siglo XIII y el XVIII. No puede pensarse, por lo tanto, al capitalismo desde el origen sin la destrucción de la población y sus recursos.

Esa destrucción es fundacional a la revolución industrial europea. Estamos viviendo ahora una época en que de nuevo América Latina, incluso los países emergentes –que es una denominación que hacen los organismos financieros internacionales para señalar países que ofrecen condiciones de alta rentabilidad a los capitales externos-  vuelve a ser funcional al capitalismo desarrollado: Europa, Estados Unidos y Japón.

ND– DICE QUE VUELVE A SER FUNCIONAL. ¿EN ALGÚN MOMENTO DEJÓ DE SERLO?
JG: En los últimos 150 años, el principal insumo del modelo productivo ha sido el petróleo. Hay una crisis energética que supone el estancamiento del stock de reservas hidrocarburíferas. La tendencia es a que se agoten, por el consumo depredador. Por eso los principales ideólogos del capitalismo piensan en un capitalismo verde. Lo ecologista había aparecido como una reivindicación de izquierda en la década del ’60 o ’70, cuando empezó a notarse el tema de afectación de la naturaleza por parte del modelo productivo.

Lo que hay ahora es que la clase dominante a escala mundial se está apropiando de ese discurso verde. La discusión de los ’70, de la alianza verde-roja, por la que surgió el ecosocialismo -la ecología política, una vinculación de marxismo con defensa del medioambiente-, fue apropiada por la clase dominante.

El capitalismo verde alude a una concepción que hay, planteada por Barack Obama en la cumbre de Copenhague en diciembre de 2009, de que ellos se van a encargar de compensar el problema que genera el modelo productivo contemporáneo, es decir la contaminación del aire y del agua, la tala de bosques… “Lo vamos a compensar con bonos de carbono”, dicen. No proponen cambiar el modelo productivo para que no se sigan afectando los recursos naturales, sino frenar el desarrollo productivo del resto de los países del mundo y que ellos mismos lo compensen.

A partir de ahí lo incorporan al mercado especulativo de los bonos del carbono para contrarrestar la crisis climática. Para nosotros no hay crisis climática, sino un resultado del mismo modelo. El planteo de la economía verde está muy asociado a la explotación de los recursos naturales. Si uno mira cierta topografía de la Argentina con la expansión de la soja, ve que se está tornando cada vez más verde.

 Ya no es por pasturas del ganado, por ejemplo, sino por este monocultivo. La economía chaqueña, sustentada en la economía del algodón, hoy está invadida por la soja, por ejemplo. Los lugares que no penetró son los que tienen minerales como recurso principal, como San Juan.

ND– ¿SON INCOMPATIBLES SOJA Y MINERÍA EN UN MISMO TERRITORIO?

JG: Son incompatibles por la disputa del uso del agua, que a su vez le quitan a la agricultura familiar. Los recursos naturales involucran en un mismo nivel de gravedad la explotación minera y la sojera. Se ha generalizado la extensión sojera por el carácter del desarrollo agrícola en Argentina, pero al minero hay que prestarle atención porque es reciente, producto del pacto Argentina-Chile del año ’96.

Sin embargo, crecientemente van a aumentar las inversiones transnacionales, del mismo modo que avanzaron en el ciclo sojero: la dominación que tienen las trasnacionales de la alimentación y biotecnología en el paquete tecnológico. El tema no es tanto el pequeño propietario de tierra donde se planta soja, sino precisamente el paquete tecnológico requerido para que avance el proyecto sojero.

Por eso el problema hay que verlo integralmente: la producción, la distribución –que incluye la privatización de los ferrocarriles, y las terminales privadas de puertos-  y exportación. El ciclo completo está manejado por corporaciones transnacionales.

 (FINALIZA EN LA SIGUIENTE ENTRADA DOS) 

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