LA GENTE DE LA PAMPA SOJERA
BUSCA EMIGRAR
(PARTE UNO)
Escribe
JULIO CESAR
GAMBINA (*)
Fuente: “NOS DIGITAL”
12 de abril de 2012
(*)GAMBINA JULIO CESAR – Dr. en Ciencias
Sociales ( Facultad de Ciencias Sociales de la UBA) Profesor de Economía
Política en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario,
Presidente de la Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas, FISYP, e
Integrante del Comité Directivo del consejo Latinoamericano de Ciencias
Sociales, CLACSO. También participa como miembro del Consejo Académico de ATTAC-Argentina
y dirige el Centro de Estudios Formación de la Federación Judicial Argentina.
También participa como columnista sobre Economía y Cooperativismo en medios
periodísticos de Capital Federal y del interior del país.
.
En épocas en donde tanto se habla y se comenta de modelo,
nos sentamos con el economista Julio Gambina a que explique, luego de haber
publicado ¨Afloran los límites del modelo”, qué es lo que entiende por ello. La
soja, las estatizaciones, la ecología, las mineras y la vida humana en medio de
todo.
Escudando una foto del Che y un retrato de Rosa de
Luxemburgo, Julio Gambina (http://juliogambina.blogspot.com.ar/
), presidente de la Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas, acaba de
firmar un documento del grupo de Economistas de Izquierda titulado “Afloran los
límites del modelo” (http://www.rebelion.org/noticia.php?id=147522
).
En su oficina porteña, despliega su acento sanjuanino para invitar a María
Elena Saludas, coordinadora nacional de la Asociación por una Tasa a las
Transacciones financieras especulativas para Ayuda a los Ciudadanos (ATTAC http://attacargentina.com.ar/ ), a
sumarse a esta charla sobre el monocultivo de soja, el modelo de desarrollo y
producción que implica, y sus alternativas.
NOS DIGITAL – ¿DÓNDE NACE LA RELACIÓN ENTRE LA ECONOMÍA Y LA
ECOLOGÍA?
JULIO GAMBINA: El modelo de desarrollo y producción agroexportador
extractivista tiene como un elemento central la depredación de los bienes
comunes y la naturaleza en toda América Latina y el Caribe, junto con su
población. Por eso no se puede separar economía de ecología. La disciplina de
la economía nace como economía política. Es una disciplina de análisis del
modelo productivo de desarrollo capitalista que nació junto con él y se instaló
a nivel mundial.
Hago estos comentarios porque cuando uno piensa en América
Latina y el Caribe, tiene que entender que es un territorio funcional a la
acumulación originaria del capital que se desarrolló entre el siglo XIII y el
XVIII. No puede pensarse, por lo tanto, al capitalismo desde el origen sin la
destrucción de la población y sus recursos.
Esa destrucción es fundacional a la revolución industrial
europea. Estamos viviendo ahora una época en que de nuevo América Latina,
incluso los países emergentes –que es una denominación que hacen los organismos
financieros internacionales para señalar países que ofrecen condiciones de alta
rentabilidad a los capitales externos-
vuelve a ser funcional al capitalismo desarrollado: Europa, Estados
Unidos y Japón.
ND– DICE QUE VUELVE A SER FUNCIONAL. ¿EN ALGÚN MOMENTO DEJÓ
DE SERLO?
JG: En los últimos 150 años, el principal insumo del modelo
productivo ha sido el petróleo. Hay una crisis energética que supone el
estancamiento del stock de reservas hidrocarburíferas. La tendencia es a que se
agoten, por el consumo depredador. Por eso los principales ideólogos del
capitalismo piensan en un capitalismo verde. Lo ecologista había aparecido como
una reivindicación de izquierda en la década del ’60 o ’70, cuando empezó a
notarse el tema de afectación de la naturaleza por parte del modelo productivo.
Lo que hay ahora es que la clase dominante a escala mundial
se está apropiando de ese discurso verde. La discusión de los ’70, de la
alianza verde-roja, por la que surgió el ecosocialismo -la ecología política,
una vinculación de marxismo con defensa del medioambiente-, fue apropiada por
la clase dominante.
El capitalismo verde alude a una concepción que hay,
planteada por Barack Obama en la cumbre de Copenhague en diciembre de 2009, de
que ellos se van a encargar de compensar el problema que genera el modelo
productivo contemporáneo, es decir la contaminación del aire y del agua, la
tala de bosques… “Lo vamos a compensar con bonos de carbono”, dicen. No
proponen cambiar el modelo productivo para que no se sigan afectando los
recursos naturales, sino frenar el desarrollo productivo del resto de los
países del mundo y que ellos mismos lo compensen.
A partir de ahí lo incorporan al mercado especulativo de los
bonos del carbono para contrarrestar la crisis climática. Para nosotros no hay
crisis climática, sino un resultado del mismo modelo. El planteo de la economía
verde está muy asociado a la explotación de los recursos naturales. Si uno mira
cierta topografía de la Argentina con la expansión de la soja, ve que se está
tornando cada vez más verde.
Ya no es por pasturas
del ganado, por ejemplo, sino por este monocultivo. La economía chaqueña,
sustentada en la economía del algodón, hoy está invadida por la soja, por
ejemplo. Los lugares que no penetró son los que tienen minerales como recurso
principal, como San Juan.
ND– ¿SON INCOMPATIBLES SOJA Y MINERÍA EN UN MISMO
TERRITORIO?
JG: Son incompatibles por la disputa del uso del agua, que a
su vez le quitan a la agricultura familiar. Los recursos naturales involucran
en un mismo nivel de gravedad la explotación minera y la sojera. Se ha
generalizado la extensión sojera por el carácter del desarrollo agrícola en
Argentina, pero al minero hay que prestarle atención porque es reciente,
producto del pacto Argentina-Chile del año ’96.
Sin embargo, crecientemente van a aumentar las inversiones
transnacionales, del mismo modo que avanzaron en el ciclo sojero: la dominación
que tienen las trasnacionales de la alimentación y biotecnología en el paquete
tecnológico. El tema no es tanto el pequeño propietario de tierra donde se
planta soja, sino precisamente el paquete tecnológico requerido para que avance
el proyecto sojero.
Por eso el problema hay que verlo integralmente: la
producción, la distribución –que incluye la privatización de los ferrocarriles,
y las terminales privadas de puertos- y
exportación. El ciclo completo está manejado por corporaciones transnacionales.
(FINALIZA EN LA SIGUIENTE ENTRADA DOS)
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