EL FUTURO DE EUROPA
SE JUEGA EN GRECIA
ETIENNE
BALIBAR,
MICHAEL
LOWY,
ELENI
VARIKAS
Fuente
“Viento Sur”
Publica:
“Rebelión”
25 de
mayo 2012
.
(*) ÉTIENNE BALIBAR (Avallon, Yonne, Borgoña, 23 de abril de 1942)
es un filósofo marxista francés. En 1960, se licenció en la Escuela Normal
Superior de París MICHAEL LÖWY (Sao Paulo, Brazil, 1938) es un sociólogo
marxista francés-brasileño y filósofo. Él es actualmente el director de
investigación emérito en la vida socia ELENI
VARIKAS es una
profesora de estudios de la teoría política y de género en la Universidad de
París VIII. Ha publicado
extensamente sobre la historia del feminismo, género
La
situación de Grecia en estos momentos no tiene precedentes desde el fin de la
ocupación alemana en 1944: reducción brutal de los salarios y de las
jubilaciones. Paro de los jóvenes en un 50%. Empresas, pequeños comercios,
periódicos, editoriales, en quiebra. Miles de mendigos y de sin techo en las
calles. Impuestos extravagantes y arbitrarios y recortes repetidos de los
salarios y las jubilaciones. Privatizaciones en serie, desmantelamiento de los
servicios públicos (salud, educación) y de la seguridad social. Los suicidios
se multiplican. Se podría continuar la lista de la devastación producida por el
Memorándum.
En
cambio, los banqueros, los armadores y la iglesia (el mayor propietario de tierras),
por su parte, siguen sin pagar impuestos. Se decreta la reducción de todos los
presupuestos sociales pero no se toca el gigantesco presupuesto de la
“defensa”: se obliga a Grecia a continuar comprando un material militar de
miles de millones de euros a proveedores europeos que son también –pura
coincidencia- quienes exigen el pago de la deuda (Alemania, Francia).
Grecia
se ha convertido en un laboratorio para Europa. Se hacen pruebas con cobayas
humanas de los métodos que serán luego aplicados en Portugal, en España, en
Irlanda, en Italia y muchos más. Los responsables de esta experiencia, la
Troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo, FMI) y sus asociados de los
gobiernos griegos no estaban inquietos: ¿se ha visto alguna vez a cobayas de
laboratorio protestar contra un experimento científico? ¡Milagro!
Centro de Atenas donde se concentran inmigrantes |
No hay
necesidad de pertenecer a la izquierda radical para ver en qué medida los
remedios neoliberales de la Troika son catastróficos; Paul Krugman, premio
Nóbel de economía no deja de decirlo: ¿cómo “sanear” las finanzas de Grecia si
se pone el país de rodillas, en recesión, lo que evidentemente, no puede más
que reducir los ingresos y desequilibrar el presupuesto? ¿Para qué han servido
los “generosos” préstamos de Europa y del FMI? Para pagar… la deuda a los
bancos, a costa de endeudarse de nuevo. Los “expertos” de la Troika tienen el
capitalismo como religión (W. Benjamin 1921): una religión cuyas divinidades
–los mercados financieros de decretos imprevisibles, arbitrarios e
irracionales- exigen sacrificios (humanos).
Haciendo de la arbitrariedad, del secreto y del miedo un verdadero modo de gobierno, una tal política de brutal avasallamiento de un pueblo no podía sino provocar reacciones de rabia, de angustia, de cólera. Una parte de esta cólera fue canalizada por una siniestra fuerza racista, antisemita y xenófoba, el grupo neonazi Alba Dorada. Pero los indignados, por su parte, han aportado en su gran mayoría su apoyo, por primera vez desde 1958, a la izquierda radical. Esta izquierda es profundamente europea.
No tiene ninguna intención de abandonar el
euro, pero rechaza categóricamente el Memorándum impuesto por la Troika, y
aceptado por los gobiernos griegos que se han sucedido los últimos años: el
PASOK, la Nueva Democracia, y el de “unidad nacional” con la extrema derecha.
Propone alternativas concretas, realistas e inmediatamente aplicables: una
moratoria sobre la deuda, seguida de una auditoría internacional para verificar
su legitimidad; la puesta bajo control social de los bancos; la supresión de
las medidas antisociales tomadas por los gobiernos firmantes del Memorándum.
Apoyada en un amplio espectro de la izquierda democrática, de los movimientos
sociales, de los indignados, de los trabajadores en lucha, de las redes de
defensa de los inmigrantes, de grupos feministas, queer, ecologistas, ha
conseguido convertirse en la segunda fuerza política del país. “No sabían que
era imposible, y por tanto lo han hecho” , diría Mark Twain.
Un segundo escrutinio tendrá lugar en junio. Algunos sondeos dan a la izquierda radical como primera fuerza política en Grecia. Para nosotros, está claro que el futuro de Europa se juega en Grecia. Los portavoces del capital financiero, José Manuel Barroso o Wolfgang Schäuble lo han comprendido, amenazando a los griegos con todo tipo de represalias si se atreven a no votar a los candidatos avalados por los bancos y el FMI. El nuevo gobierno francés, que se mantiene en un prudente silencio, debería afirmar alto y claro que respetará las decisiones del pueblo griego, y rechazará toda propuesta de excluir a Grecia de Europa o de la zona euro.
Es
urgente apoyar a la izquierda radical griega, y el impulso democrático,
antifascista y unitario que la impulsa. Está, en estos momentos, en la punta
del combate para sacar a Grecia, y como consecuencia, a Europa, de la pesadilla
de la austeridad neoliberal.
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