domingo, 20 de mayo de 2012

Lunes 21 de mayo de 2012 - SOCIÓLOGA PERUANA EXPERTA EN TEMAS DE SEGURIDAD.


“LA GENTE QUIERE 

QUE BENEFICIOS 

DEL DESARROLLO
LLEGUEN MÁS A LAS PERSONAS”

Entrevista a
LUCIA DAMMERT (*)
Por Rosa Maria Palacios
“LA REPUBLICA” PERU

 (*) Lucía Dammert es socióloga, experta en temas de seguridad. Nacida en el Perú, se ha educado en Argentina, Chile y los Estados Unidos. Autora de varias publicaciones  acaba de publicar con Martha Lagos, para Latino barómetro “Seguridad Ciudadana, ¿el  problema principal de América Latina?”  
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ROSA MARIA PALACIOS –SI USTED TUVIERA QUE ASESORAR AL NUEVO MINISTRO DEL INTERIOR Y ÉSTE PREGUNTA: “¿QUISIERA SABER CUÁLES DEBERÍAN SER MIS PRIORIDADES HOY, EN EL TEMA DE SEGURIDAD CIUDADANA? ¿QUÉ LE RESPONDERÍAS?

LUCIA DAMMERT–Al menos tres, que creo que son urgentes. La primera es desarrollar un sistema que le permita saber qué está pasando porque en el fondo hoy en día el ministro está parcialmente ciego en la toma de decisiones respecto adónde ocurren los delitos, qué tipo de delitos ocurren, con cuánta frecuencia. Segundo, yo haría un sistema externo a la Policía dentro del Ministerio que tuviera además algún tipo de consejo consultivo, siempre externo al Ministerio, para que asuma todos los temas que tienen que ver con transparencia y entre ellos adquisiciones, licitaciones, compras, y algunas definiciones que tienen que ver con la inversión pública. 

Porque ahí tienen un serio problema. Y en tercer lugar, buscaría mecanismos para generar bonos de rendimiento de verdad, no como los bonos que se han propuesto muchas veces, que más que bonos para el rendimiento son un regalo de dinero en general. Bonos para privilegiar la gente que dentro de la Policía hace bien su trabajo. Para aquellos que están comprometidos con sus horarios, con sus responsabilidades.

RMP–HEMOS TENIDO, DURANTE MUCHOS AÑOS, EL PROBLEMA DE SEGURIDAD CIUDADANA COMO EL PRIMERO EN TODAS LAS ENCUESTAS. ESE ES UN PROBLEMA IMPORTANTE, USTEDES LO HAN REVELADO ASÍ TAMBIÉN EN EL ESTUDIO PUBLICADO. LOS POLÍTICOS QUIEREN DAR SOLUCIONES RÁPIDAS A UNA DEMANDA CIUDADANA. ¿CUÁLES SON LAS SOLUCIONES SIMPLES QUE NO FUNCIONAN?

LD–Las que no funcionan son todas las que tienen que ver con el “populismo penal”. No funciona aumentar los castigos, no funciona meter a los inocentes mientras esperan castigo, no funciona tratar de meter a la cárcel a aquellos que son consumidores de droga. No funcionan tampoco los partidos de fútbol para prevenir el delito. Hay miles de cosas que no funcionan. No funciona decirle a la Policía que salga a caminar a la calle si no tienen medianamente una estrategia de adónde ir, qué hacer. En ese sentido muchas de las cosas  que se escucha y recoge, sobre todo en las discusiones electorales durante los procesos políticos electorales, son cosas que ya han sido probadas como equivocadas, inefectivas, ineficientes incluso.

RMP–¿QUÉ ES LO QUE SÍ FUNCIONA EN LA EXPERIENCIA LATINOAMERICANA?

LD–Bueno, yo creo que hay varios niveles. Por un lado está el nivel de las necesidades de las políticas de prevención. Ya es inminente que aquellos jóvenes que buscan o realizan actos de infracción o actos criminales muchas veces tienen algunos temas sociales muy fuertes instalados que los vinculan con analfabetismo funcional y finalmente no capacidad de empleabilidad. Lo cual le genera una sola alternativa de sobrevivencia o de vía fácil que tiene que ver con el delito. 

Entonces ahí hay que hacer inversiones importantes en por lo menos tres factores. Uno, mantener a los jóvenes en los colegios. Jóvenes desertores es lo peor que nos puede pasar porque es gente que no va a poder ser incluida. Dos, limitar el tema, o enfrentar el tema de las adicciones y los abusos de drogas también a nivel juvenil. Y tres, para aquellos que incluso han terminado el colegio generar programas focalizados de inserción laboral. Ahí tú tienes una estrategia de prevención.

Y al final de la línea, uno también requiere de un sistema de justicia que dé evidencias de justicia igualitaria para todos, que dé evidencias que no está jugando digamos al juego de la política. Que cuando castigue, castigue con capacidad de algún tipo de reinserción. Nos hemos olvidado que el principal objetivo de la cárcel no es sólo castigar sino tratar de reinsertar estas personas en el sistema social. Nosotros hoy lo que hacemos es los encerramos y tiramos la llave para olvidarnos del problema, y el problema regresa. Hay que mirar nomás lo que está pasando hoy en día en Venezuela.

RMP–¿CÓMO ATACAR EL PROBLEMA JUDICIAL VINCULADO CON EL REO EN CÁRCEL QUE NO TIENE SENTENCIA?

LD–Sí, el reo que no tiene sentencia no debería estar preso salvo que tenga realmente una enorme cantidad de causas que definan que debería de estar preso. Porque en definitiva aquel que está preso y que después es encontrado inocente ya fue contagiado criminalmente, probablemente ha sido abusado violentamente por el sistema y por los otros reos. Le hacen un daño que es un daño permanente.  Igual para personas acusadas por delitos no violentos, para ellos hay que generar sistemas que ya van desde los brazaletes electrónicos hasta sistemas alternativos que tal vez no son la panacea pero son mucho mejores a meter a gente inocente o no culpable a un mal sistema. 

Entonces eso sí creo que es importante. Lo segundo, que hay que saber discriminar digamos entre los niveles de compromiso delictivo. Uno no puede meter a la cárcel, a la misma cárcel, a una persona que tiene un prontuario con una persona que es inicial. Porque eso de nuevo lo único que genera es contagio y aumenta los niveles de inseguridad.

RMP–DIJISTE HACE POCO QUE LA VIOLENCIA SE HA CONVERTIDO EN LA FORMA DE SOLUCIONAR LOS CONFLICTOS EN NUESTROS PAÍSES, ¿POR QUÉ CREES QUE ESTÁ CRECIENDO ESTA FORMA DE VIOLENCIA?

LD–La violencia social. Bueno, ahí yo creo que hay una enorme vinculación con el abandono que ha hecho el Estado de importantes lugares o sectores de los países. Gente que no se siente representada es hoy un grupo bien grande. Gente que siente que la política no lo representa, no solamente que no lo representa, sino que la política es una cosa mala. Lo demuestran las encuestas de Latinobarómetro. Son niveles altísimos de desconfianza a la autoridad. 

Y eso se ha generado hoy, con niveles de desarrollo económico un poco mejores que antaño, con expectativas sociales importantes, con países enteros que queremos ser todos de clase media, con los “lujos” de la clase media, los beneficios, eso ha generado también movimientos sociales que van desde reclamos puntuales que tienen que ver sobre todo con la conflictividad social en las zonas donde están las empresas extractivas que se han hecho megamillonarias en lugares –no digo a costa de- pero en lugares donde el chorreo ha sido cero o muy bajo. 

Hasta también otros movimientos sociales por ejemplo Chile, con el tema de los estudiantes, o en Argentina con los trabajadores. Gente que ya empieza hacer solicitudes o reclamos ciudadanos de otro nivel, que ya no es el nivel de ‘queremos comida’, ‘queremos casa’, sino ‘queremos calidad en la educación’, ‘queremos calidad en las casas que se entregan’. Lo que está pasando en el Perú es que la gente quiere que los beneficios del desarrollo lleguen un poco más a la gente.

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