“LA GENTE QUIERE
QUE BENEFICIOS
DEL
DESARROLLO
LLEGUEN MÁS A LAS PERSONAS”
Entrevista a
LUCIA DAMMERT (*)
Por Rosa Maria Palacios
“LA REPUBLICA” PERU
(*) Lucía Dammert es
socióloga, experta en temas de seguridad. Nacida en el Perú, se ha educado en
Argentina, Chile y los Estados Unidos. Autora de varias publicaciones acaba de publicar con Martha Lagos, para
Latino barómetro “Seguridad Ciudadana, ¿el
problema principal de América Latina?”
.
ROSA MARIA PALACIOS –SI USTED TUVIERA QUE ASESORAR AL NUEVO
MINISTRO DEL INTERIOR Y ÉSTE PREGUNTA: “¿QUISIERA SABER CUÁLES DEBERÍAN SER MIS
PRIORIDADES HOY, EN EL TEMA DE SEGURIDAD CIUDADANA? ¿QUÉ LE RESPONDERÍAS?
LUCIA DAMMERT–Al menos tres, que creo que son urgentes. La
primera es desarrollar un sistema que le permita saber qué está pasando porque
en el fondo hoy en día el ministro está parcialmente ciego en la toma de
decisiones respecto adónde ocurren los delitos, qué tipo de delitos ocurren,
con cuánta frecuencia. Segundo, yo haría un sistema externo a la Policía dentro
del Ministerio que tuviera además algún tipo de consejo consultivo, siempre
externo al Ministerio, para que asuma todos los temas que tienen que ver con
transparencia y entre ellos adquisiciones, licitaciones, compras, y algunas
definiciones que tienen que ver con la inversión pública.
Porque ahí tienen un
serio problema. Y en tercer lugar, buscaría mecanismos para generar bonos de
rendimiento de verdad, no como los bonos que se han propuesto muchas veces, que
más que bonos para el rendimiento son un regalo de dinero en general. Bonos
para privilegiar la gente que dentro de la Policía hace bien su trabajo. Para
aquellos que están comprometidos con sus horarios, con sus responsabilidades.
RMP–HEMOS TENIDO, DURANTE MUCHOS AÑOS, EL PROBLEMA DE
SEGURIDAD CIUDADANA COMO EL PRIMERO EN TODAS LAS ENCUESTAS. ESE ES UN PROBLEMA
IMPORTANTE, USTEDES LO HAN REVELADO ASÍ TAMBIÉN EN EL ESTUDIO PUBLICADO. LOS
POLÍTICOS QUIEREN DAR SOLUCIONES RÁPIDAS A UNA DEMANDA CIUDADANA. ¿CUÁLES SON
LAS SOLUCIONES SIMPLES QUE NO FUNCIONAN?
LD–Las que no funcionan son todas las que tienen que ver con
el “populismo penal”. No funciona aumentar los castigos, no funciona meter a
los inocentes mientras esperan castigo, no funciona tratar de meter a la cárcel
a aquellos que son consumidores de droga. No funcionan tampoco los partidos de
fútbol para prevenir el delito. Hay miles de cosas que no funcionan. No
funciona decirle a la Policía que salga a caminar a la calle si no tienen
medianamente una estrategia de adónde ir, qué hacer. En ese sentido muchas de
las cosas que se escucha y recoge, sobre
todo en las discusiones electorales durante los procesos políticos electorales,
son cosas que ya han sido probadas como equivocadas, inefectivas, ineficientes
incluso.
RMP–¿QUÉ ES LO QUE SÍ FUNCIONA EN LA EXPERIENCIA
LATINOAMERICANA?
LD–Bueno, yo creo que hay varios niveles. Por un lado está
el nivel de las necesidades de las políticas de prevención. Ya es inminente que
aquellos jóvenes que buscan o realizan actos de infracción o actos criminales
muchas veces tienen algunos temas sociales muy fuertes instalados que los
vinculan con analfabetismo funcional y finalmente no capacidad de
empleabilidad. Lo cual le genera una sola alternativa de sobrevivencia o de vía
fácil que tiene que ver con el delito.
Entonces ahí hay que hacer inversiones
importantes en por lo menos tres factores. Uno, mantener a los jóvenes en los
colegios. Jóvenes desertores es lo peor que nos puede pasar porque es gente que
no va a poder ser incluida. Dos, limitar el tema, o enfrentar el tema de las
adicciones y los abusos de drogas también a nivel juvenil. Y tres, para
aquellos que incluso han terminado el colegio generar programas focalizados de
inserción laboral. Ahí tú tienes una estrategia de prevención.
Y al final de la línea, uno también requiere de un sistema
de justicia que dé evidencias de justicia igualitaria para todos, que dé
evidencias que no está jugando digamos al juego de la política. Que cuando
castigue, castigue con capacidad de algún tipo de reinserción. Nos hemos
olvidado que el principal objetivo de la cárcel no es sólo castigar sino tratar
de reinsertar estas personas en el sistema social. Nosotros hoy lo que hacemos
es los encerramos y tiramos la llave para olvidarnos del problema, y el
problema regresa. Hay que mirar nomás lo que está pasando hoy en día en
Venezuela.
RMP–¿CÓMO ATACAR EL PROBLEMA JUDICIAL VINCULADO CON EL REO
EN CÁRCEL QUE NO TIENE SENTENCIA?
LD–Sí, el reo que no tiene sentencia no debería estar preso
salvo que tenga realmente una enorme cantidad de causas que definan que debería
de estar preso. Porque en definitiva aquel que está preso y que después es
encontrado inocente ya fue contagiado criminalmente, probablemente ha sido
abusado violentamente por el sistema y por los otros reos. Le hacen un daño que
es un daño permanente. Igual para
personas acusadas por delitos no violentos, para ellos hay que generar sistemas
que ya van desde los brazaletes electrónicos hasta sistemas alternativos que
tal vez no son la panacea pero son mucho mejores a meter a gente inocente o no
culpable a un mal sistema.
Entonces eso sí creo que es importante. Lo segundo,
que hay que saber discriminar digamos entre los niveles de compromiso
delictivo. Uno no puede meter a la cárcel, a la misma cárcel, a una persona que
tiene un prontuario con una persona que es inicial. Porque eso de nuevo lo
único que genera es contagio y aumenta los niveles de inseguridad.
RMP–DIJISTE HACE POCO QUE LA VIOLENCIA SE HA CONVERTIDO EN
LA FORMA DE SOLUCIONAR LOS CONFLICTOS EN NUESTROS PAÍSES, ¿POR QUÉ CREES QUE
ESTÁ CRECIENDO ESTA FORMA DE VIOLENCIA?
LD–La violencia social. Bueno, ahí yo creo que hay una
enorme vinculación con el abandono que ha hecho el Estado de importantes
lugares o sectores de los países. Gente que no se siente representada es hoy un
grupo bien grande. Gente que siente que la política no lo representa, no
solamente que no lo representa, sino que la política es una cosa mala. Lo
demuestran las encuestas de Latinobarómetro. Son niveles altísimos de
desconfianza a la autoridad.
Y eso se ha generado hoy, con niveles de
desarrollo económico un poco mejores que antaño, con expectativas sociales
importantes, con países enteros que queremos ser todos de clase media, con los
“lujos” de la clase media, los beneficios, eso ha generado también movimientos
sociales que van desde reclamos puntuales que tienen que ver sobre todo con la
conflictividad social en las zonas donde están las empresas extractivas que se
han hecho megamillonarias en lugares –no digo a costa de- pero en lugares donde
el chorreo ha sido cero o muy bajo.
Hasta también otros movimientos sociales
por ejemplo Chile, con el tema de los estudiantes, o en Argentina con los trabajadores.
Gente que ya empieza hacer solicitudes o reclamos ciudadanos de otro nivel, que
ya no es el nivel de ‘queremos comida’, ‘queremos casa’, sino ‘queremos calidad
en la educación’, ‘queremos calidad en las casas que se entregan’. Lo que está
pasando en el Perú es que la gente quiere que los beneficios del desarrollo
lleguen un poco más a la gente.
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