URUGUAY A PURA SOJA (3)
Fuente:
“Rel – UITA”
Publica:”BIODIVERSIDAD”
26 de mayo 2012
.
En 2012
Uruguay podría llegar a tener la mayor producción y las mayores cifras de
exportación de soja de su historia.
La
expansión del cultivo, que en su casi totalidad es transgénico, se haría en
detrimento de otros, por ejemplo del sorgo, un grano que ha sido fundamental
para la expansión de la ganadería y la lechería en el país.
De
verificarse las cifras que maneja un informe publicado el viernes 4 de mayo por
el diario uruguayo El Observador, la producción de la oleaginosa superaría los
dos millones de toneladas, las exportaciones serían mayores a los 1.000
millones de dólares, y la soja estaría desplazando a la carne como el producto
más vendido.
Todo
eso por primera vez en la historia del país.
La
explicación del crecimiento de este cultivo es simple: su muy alto precio en el
mercado internacional, cercano a los 540 dólares la tonelada, otro récord. Las dos
millones y algo de toneladas de soja se producen en un superficie diez veces
más pequeña que la dedicada a la ganadería, pero de la soja los uruguayos ven
muy poco (casi toda se exporta, en buena parte a China), mientras que la
ganadería sí abastece al mercado interno.
El auge
de la soja, una constante nunca desmentida en los últimos años, se ha hecho a
costa de otros cultivos, como el maíz, el trigo, y sobre todo el sorgo, un
grano que -dice el informe de El Observador- “vincula a la agricultura con la
ganadería y ha estado en la base de la expansión lechera”.
Mientras
la soja emplea muy poca mano de obra, y con escasa calificación, la lechería
involucra a productores familiares pequeños y medianos y genera puestos de
trabajo de cierta calificación.
Con los
altos precios de la soja, señala el informe, “no solo será difícil persistir en
la tendencia a diversificar la agricultura”, que se había comenzado a dibujar
tímidamente, “sino que también será difícil que baje un precio clave: el de la
tierra, y en particular el de la renta de la tierra”.
Este
último dato favorece -el diario no lo dice, pero sí organizaciones sociales
preocupadas por el fenómeno- el proceso de concentración y extranjerización de
la tenencia de la tierra.
Quienes
pueden pagar los muy elevados precios de adquisición o alquiler de la tierra en
Uruguay, que han aumentado sistemáticamente en los últimos años (por algunas
tierras agrícolas particularmente rentables se ha llegado a demandar 11.000
dólares la hectárea en 2011) son los grupos del agronegocio dedicados, por
ejemplo, al cultivo y exportación de la soja, en su mayoría argentinos.
“Es muy
difícil hacer frente al pago de la renta agrícola con otros cultivos”, dice el
matutino.
La
publicación recuerda otra consecuencia de la sojización, también denunciada por
productores y por asociaciones ecologistas: el deterioro de los suelos producto
del monocultivo.
El
Observador lo dice así: “en esa conjunción de arrendamiento y alto precio de la
soja radica buena parte de los problemas vinculados a la conservación de los
suelos. (…) En la medida que se suman los años de agricultura continua aumentan
las necesidades de fertilización. Ya no es solo fósforo y nitrógeno. La
fertilización debe incluir cada vez más otros elementos, como potasio, azufre y
zinc. Y se hace imperioso establecer coberturas entre un cultivo y otro para
proteger los suelos”. Por distintos motivos, de costos y búsqueda de la mayor
rentabilidad posible al menor plazo, nada de eso se hace.
El
informe prevé finalmente que en paralelo al crecimiento exponencial de la
superficie sembrada de soja caigan las cultivadas con trigo, además de sorgo y
otros cereales, cuyos precios en los mercados internacionales estarían en la
mitad o menos de los pagados por la oleaginosa.
La
misma tendencia se verificaría en Argentina y Paraguay, e incluso en Brasil. El
“petróleo verde” lo inunda todo en el cono sur.
No hay comentarios:
Publicar un comentario