FILOSOFÍA DE LA CRISIS,
O CRISIS DE LA FILOSOFIA
(Abordando eso gris, que parece la teoría)
Escribe
JORGE
ANICETO
MOLINARI
(*)
(*) JORGE
ANICETO MOLINARI: Militante sindical y político desde épocas estudiantiles (en
Paysandú) Dirigente y militante gremial en
AEBU, CNT. Participó en la fundación del Frente Amplio. Actual miembro
titular en el Consejo Honorario de Caja Bancaria (por Jubilados y Pensionistas)
Consecuente estudioso del camino que abriera Carlos Marx y empecinado en creer
que un mundo mejor es posible. Partidario de la moneda unica universal y del
impuesto a las transacciones financieras, militante de ATTAC.-
Los que
nos regimos por el método del materialismo histórico, por el materialismo
dialéctico, partimos del desarrollo material para dar sustento a las ideas. No
negamos nada, ni siquiera a Dios; si, nos afirmamos en que la riqueza
intelectual que conocemos y siempre procuramos adquirir proviene del desarrollo
de las fuerzas materiales.
Las
fuerzas materiales se han desarrollo a través de distintos modos de producción;
en la actualidad el modo de producción predominante llegó a todos los límites
del planeta, llevando además su propia filosofía, que es crecer en competencia,
desarrollando así la propia libertad humana que está conociendo formas de
comunicación sorprendentes. También como contrapartida todas las lacras de la
explotación de los seres humanos.
La idea
de competencia, está tan compenetrada, que es muy difícil superar del
razonamiento básico de la izquierda, la idea de que toda construcción debe
hacerse confrontando con el modo de producción capitalista. Tanto es así que
las otras hipótesis no caben en los razonamientos que predominan prácticamente
en toda la izquierda. Sos reformista o sos revolucionario. Reformista es el que
quiere mejorar esto, revolucionario es el que levanta un modelo alternativo
confrontando con este.
Hoy la
crisis del modo de producción está inexorable frente a nuestros ojos, llegó a
sus límites, el achicamiento de la tasa de ganancia no le permite prácticamente
maniobras.
Que
dicen unos y otros en la izquierda. El capitalismo se va a recuperar, algo va a
inventar, se dice hasta con un sentido religioso, fatalista. Los reformistas
avanzan todo lo que pueden en los cargos del sistema, para los revolucionarios
todo es bien venido para confrontar, de cada una de las luchas surgirá el nuevo
mundo. Su programa es la lucha. Solo esta volteará al capitalismo en una suerte
de Apocalipsis.- Y si la realidad no entra en estas hipótesis, que cambie la
realidad, ellos no.
Ahora
más allá de los propósitos de los núcleos humanos están los hechos materiales.-
Son
esos hechos los que nos indican, de que el capitalismo ha llegado a la cruz de
los caminos, hay una sinfonía permanente de desequilibrios, las variables
bailan a diestra y siniestra, y como muy
bien lo señala el líder de la revolución cubana, Fidel Castro: el peligro del
uso de armas atómicas está latente.- Esto no puede esperar a que la izquierda
revolucionaria haga las revoluciones nacionales, que tampoco serían posibles
sin tener en cuenta el aparato productivo en el mundo.- No puede esperar por
los gobiernos progresistas a que hagan
en beneficio de la gente una enorme cantidad de medidas como las que vienen
realizando, mientras se ahonda inexorablemente la fractura social en todo el mundo.
Pero
como nosotros partimos de hechos materiales, también las voluntades reformistas
y las revolucionarias son parte de ellos, inciden en ellos. Por ejemplo en que
siendo universal la explotación del trabajo, no exista un programa
reivindicativo universal.
Lo que
si afirmamos es que de esta crisis se sale con reformas universales, que ayuden
a morir en paz al modo de producción predominante e inicien una revolución en
el modo de producción; ahora como hacer cuando desde todos lados se navega en
sentido contrario, como si la catástrofe fuera inevitable o las cosas se fueran
a arreglar por la inercia de los hechos. Ahí reside la crisis actual de la
filosofía que como producto del sistema solo se aferra a los razonamientos
competitivos del mismo.
Sin
embargo nuestro optimismo radica en las reservas humanos que van a permitir
sobre la base del imponente avance tecnológico organizar medidas de democracia
económica que parecen inalcanzables para un mundo que se maneja con cantidades
formidables, que debemos convertir en calidades formidables. Junto con el
desarrollo de un nuevo modo de producción nacerá una nueva forma de ver las
cosas.
Jorge Aniceto Molinari
Montevideo, 28 de mayo de 2012.-
1 comentario:
Excelente artículo con enfoque realista e informado.
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