EN AFRICA PROVOCAN
ACAPARAMIENTO DE TIERRAS
Fuente
AMIGOS
de la TIERRA (*)
(*) ASOCIACIÓN ECOLOGISTA CON LA MISIÓN DE FOMENTAR EL CAMBIO LOCAL Y
GLOBAL HACIA UNA SOCIEDAD RESPETUOSA CON EL MEDIO AMBIENTE, JUSTA Y SOLIDARIA.
Amigos
de la Tierra publica un nuevo informe donde revela las violaciones de derechos
humanos y la destrucción ambiental perpetuadas por la financiación del Banco
Mundial en Uganda. El documento se publica mientras se celebra la conferencia
del Banco Mundial sobre Tierra y Pobreza.
El
informe de Amigos de la Tierra Uganda recopila de primera mano las experiencias
de las comunidades locales. Éstas se han visto forzadas a abandonar no solo su
forma de vida, sino su sustento, el suministro de alimentos o el acceso al agua
potable, debido al acaparamiento de tierras permitido y apoyado por el Banco
Mundial.
El
Banco Mundial financia con millones de dólares y apoyo técnico la expansión del
aceite de palma en las islas de la costa del Lago Victoria en Kalanga, Uganda.
Las plantaciones de estos monocultivos de palma se han extendido ya casi 10.000
hectáreas, ocupando prácticamente un cuarto de las islas. Aunque el Banco
Mundial trata de desvincularse del proyecto el acaparamiento de tierras
continúa.
Las
plantaciones de aceite de palma se han ido expandiendo a costa de los cultivos
alimenticios y de las selvas tropicales. Además, la población local se ha visto
privada del acceso a las fuentes de agua y a los pastos para el ganado. Las
promesas de empleo han resultado ser falsas, en cambio, las comunidades locales
han perdido su forma de vida y sustento, y luchan cada día por la
supervivencia.
David
Kureeba de Amigos de la Tierra Uganda declaró que “el derecho de acceso a la
tierra está siendo aplastado, a pesar de estar protegido por la constitución
ugandesa. La agricultura a pequeña escala y los bosques, que durante siglos han
protegido una fauna única, nuestro patrimonio y la alimentación en Uganda,
están convirtiéndose en terrenos baldíos de aceite de palma, que sólo
benefician a los agronegocios. El Gobierno ugandés debe priorizar la
agricultura ecológica a pequeña escala y proteger el derecho a la tierra”.
La
experiencia de John Muyiisha, un campesino de Kalangala, es reveladora. Un día
se levantó por la mañana y se encontró con varias excavadoras arrasando sus
cultivos. Su familia y él llevaban 34 años viviendo en esa tierra. Pero no se
trata de una excepción, otro miembro de la comunidad cedió a plantar aceite de
palma y posteriormente se vio obligado a vender sus tierras debido a las deudas
contraídas y los bajos ingresos procedentes de la palma, una situación que no se
había dado mientras cultivaba alimentos locales.
Blanca
González Ruibal, responsable de agricultura y alimentación de Amigos de la
Tierra, señaló que “los testimonios de Uganda muestran cómo el acaparamiento de
tierras devasta las comunidades y el medio ambiente. El Banco Mundial ha
promovido durante décadas políticas para privatizar la tierra y fomentar la
agricultura industrial.
Así se ha dado vía libre al acaparamiento masivo de
tierras en todo el mundo.Los Gobiernos tienen la obligación de parar el acaparamiento
de tierras y no limitarse a paliar sus efectos. Para respetar los derechos
humanos y medioambientales deben reducir drásticamente la demanda de ciertas
materias primas como el aceite de palma”.
Los
responsables del acaparamiento de tierra en las islas del lago Victoria son
Wilmar Internacional, el gigante de los agrocombustibles, y BIDICO, una de las
empresas oleaginosas más grandes de África Oriental, con el apoyo y la
financiación de organismos internacionales, como es el caso del Banco Mundial y
el Gobierno Ugandés.
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