RÍO+20 IGUAL A CERO
Escriben
M. A.
FERNÁNDEZ
y J. MARCOS
Fuente:
Cumbre Paralela
Material
de “OTRAMÉRICA”
21 de
junio 2012
La
declaración final de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo
Sostenible olvida los compromisos ambientales y sociales para enroscarse en un
término al que no encuentran definición: “economía verde”.
Nada de
justicia ambiental ni de derechos reproductivos, ninguna crítica a la minería y
cero menciones a los límites físicos de la Tierra. Sobrada en cambio de
'economía verde' y de 'desarrollo sostenible'.
En
definitiva, más de lo mismo. Es decir, nada. Así puede definirse la declaración
final de Río+20, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo
Sostenible que se celebra en Río de Janeiro.
“Renovamos nuestro compromiso con el
desarrollo sostenible con el que garantizar la promoción de un futuro
económica, social y ambientalmente sostenible para nuestro planeta y para las
generaciones presentes y futuras”, recoge el primer párrafo del texto titulado
‘El futuro que queremos’ (The future we want), respaldado por casi 200
delegaciones.
El
desarrollo sostenible, cuya infructuosidad ha quedado demostrada según los
expertos, vuelve a erigirse como discurso dominador, como el camino a seguir
para la erradicación de la pobreza. Aunque no lo parezca, han pasado veinte
años desde la anterior Cumbre de Río, la del año 1992, y el desarrollo
económico sigue presente como objetivo fundamental.
Es
mencionado ya en el cuarto punto. El testigo lo recoge la economía verde,
concepto que no llega hasta el apartado duodécimo: “Expresamos nuestra
determinación de hacer frente a una economía verde en el contexto del
desarrollo sostenible y a la erradicación de la pobreza, en un marco institucional
para el desarrollo sostenible”. Más de lo mismo. Igual a cero.
“La
Cumbre oficial está metida en una discusión de palabras vacías. ‘Desarrollo
sostenible’ tuvo éxito hace veinte años, pero ya entonces era contradictorio
porque decían que desarrollo es crecimiento y eso no puede ser sostenible.
Joan Martinez Allier -
(Barcelona, España, 1939)
es un
economista catalán.
Catedrático de Economía
e Historia Económica
de la
Universidad Autónoma
de Barcelona.
|
Ahora
han cambiado a ‘economía verde’; pero que una economía que crece sea verde
tampoco es posible. Dentro de otras dos décadas hablarán de ‘economía
sostenible’ y luego dirán ‘desarrollo verde’, hasta agotar así todas las
combinaciones de palabras retóricas que no sirven para nada”, reflexionó para “Otramérica”
el catedrático de Economía Joan Martínez-Alier, quien participó en una mesa
redonda organizada por la Cúpula dos Povos, (la Cumbre de los Pueblos) que se
celebra de manera paralela.
Los
gobiernos, a lo suyo, se han felicitado por lo logrado aunque, eso sí, sin
mucho entusiasmo. “La Unión Europea, en términos generales, acoge con
satisfacción la declaración de Río +20, a pesar de una serie de ambiciones que
no se alcanzaron plenamente”, recoge un comunicado del organismo.
Brasil
ha liderado las negociaciones en los últimos días para evitar lo que apuntaba a
un estrepitoso fracaso, pero también se muestra cauta. “La disyuntiva era tener
o no tener texto y hoy lo tenemos", ha afirmado el canciller del país
anfitrión, Antonio Patriota.
Pues lo
tienen, huyendo así del fantasma de Copenhague 2009, que se saldó sin
resolución alguna. El de Río+20 es un texto de 49 páginas, que llegó a tener
más de 200 en las rondas previas de negociación (en su última versión era un
Word con letras azules y párrafos llenos de corchetes que invitaban a su
supresión) y deberá ser ratificado ahora por los jefes de gobierno. Carente
compromisos sociales y medioambientales, previsiblemente no habrá problemas
para las rúbricas.
Izabella Teixeira |
La
ministra de Medio Ambiente de Brasil, Izabella Teixeira, reconoció en una rueda
de prensa recogida por las agencias de información que es necesario un debate
para definir con claridad qué es la economía verde, término que,
paradójicamente, ha sido el leitmotiv de esta Cumbre y que se ha usado más de
una veintena de veces en la declaración. Ahora parece no estar claro.
A
escasos kilómetros de Riocentro, lugar en el que se celebra la Cumbre de la ONU
Río+20, el aplauso de los gobiernos ha sido calificado de “fracaso épico” por
las decenas de organizaciones civiles participantes en la Cúpula dos Povos.
“Éste
no es el futuro que queremos; en todo caso es el futuro que los grandes
contaminadores han comprado”, afirman por ejemplo desde la Red de Acción
Climática, que reúne a unas 700 oenegés de todo el mundo. “Nos prometieron ‘The
future we want’ pero estamos frente a una visión común de un capítulo
contaminado que cocinará el planeta, vaciará los océanos y destruirá las
selvas”, afirmó Kumi Naidoo, director ejecutivo de Greenpeace Internacional.
PRESIONES
DEL VATICANO
MODIFICAN
EL TEXTO FINAL
Las
novedades del texto pueden resumirse en la inclusión de la noción de unos
objetivos del desarrollo sostenible, éxito que en los pasillos se apunta
Colombia; y en la idea de la necesidad de complementar el PIB para buscar
nuevos indicadores de desarrollo. Ni rastro por ejemplo de que el Programa de
Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) adopte la forma de nueva agencia
de la ONU, algo que en principio parecía factible.
Aunque
lo más llamativo y significativo ha sido que las presiones del Vaticano han
provocado el aborto de la inclusión del término “derechos reproductivos” de las
mujeres para decidir sobre su maternidad.
Miguel Palacín, |
Con la
playa Flamengo como compañera, la Cúpula de los Povos vive sus debates ajena a
la llamada cumbre oficial, conscientes de antemano de la escasez de resultados
y de la falta de autocrítica y cuestionamiento a un sistema que ha mostrado su
fracaso.
“A
partir de aquí van a transformar el mundo. Están hablando de la importancia de
que la minería contribuya al desarrollo sostenible, imagínate”, recordó Miguel
Palacín, presidente de la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas
(CAOI).
Las
propuestas en Río han llegado de la mano de los pueblos, de los activistas, de
los ambientalistas, de los campesinos, de los pueblos originarios, de las
mujeres, que han encontrado en este espacio abierto una forma de enlazar
iniciativas y hablar con una voz fuerte y con eco. ¿Qué pueden aprender los
pueblos del Sur de Europa de los de América Latina?, pregunta Otramérica al
sociólogo portugués Boaventura de Sousa Santos. “La alegría, el movimiento, la
capacidad de resistir, de no quedarse nunca con la idea de que no hay
alternativas. Nosotros somos testigos de esa alternativa”.
Fuente:
http://otramerica.com/radar/rio20-igual-a-cero/2063
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