Escribe
SILVANA
MELO (*)
(ARGENPRESS)
Agencia
APE (**)
15 de
agosto 2012
(*)
SILVANA MELO nació en Olavarría el 30 de
agosto de 1961. Es periodista gráfica y radial, escritora y militante social. Tiene a su cargo la Agencia de
Noticias “Pelota de Trapo” (APE).
agenciapelota@pelotadetrapo.org.ar .
que tiene su campo de acción en areas carenciadas y marginadas
Gastón
venía del barrio Solidaridad. La noche de Salta desconfía de sus arrabales. Más
aun cuando tres pibes se suben a un remis para volver desde esa noche al barrio
del confín.
Gastón
se murió a los quince años. Se murió de los puntazos que le dio un remisero que
le desconfió de puro origen. Se murió porque cayó en una salita donde el médico
tenía licencia. Sin reemplazo. Se murió porque el enfermero –que no es médico-
le dio el alta. Y no vio los agujeros en el pecho y en el costado por el que la
vida se le escapaba a Gastón como un airecito imperceptible.
Se
murió porque la vida es eso para los pibes pobres: un hálito de mariposa, que
se corta de nada. Con una faca filosa del que los mira como a un otro
amenazante. Con el punzón letal del Estado cuando huye y abandona a la buena de
dios al que cae, pobre, en la Salud que dejó de ser pública hace tiempo. Que se
puso pobre como los pobres. Para los pobres.
Dice su
amigo, el que puede hablar (el otro tiene un puntazo en el estómago), que
Gastón se bajó a pedir dinero a su madre para pagar el viaje. Dice su madre que
habitualmente lo hacía. Dice el remisero que no le quería pagar. Dice la mala
fortuna que Gastón vivía en el barrio Solidaridad y eso lo volvía sospechoso de
toda sospecha. Sería moreno y de flequillito marcado con gel. O tendría
piercings sobre el labio superior. O se habrá calzado la capucha del buzo.
Y el
remisero tuvo miedo. Miedo de perder quince pesos de un viaje. Miedo de que lo
asaltara poniendo el dedo índice bajo el buzo y encañonándole la espalda con la
uña. Miedo porque era un pibe del barrio Solidaridad. Miedo porque era un pibe.
Miedo porque era un otro.
Entonces
le clavó la faca en el pecho. Una, dos veces. La tercera en el costado, cuando
Gastón atinó a darse vuelta para huirle.
Como
pudo anduvo hasta su casa, cortando con sus tumbos el espesor de la noche.
Llegó
con su madre a la salita y no había médico. Estaba de licencia. El enfermero,
dice su madre a El Tribuno, “le hizo una prueba con oxígeno y le dio el alta”.
Volvió a su casa, con los agujeros en el cuerpo por donde, de a poquito, se le
iba escapando la vida. Dos horas después el hilito de luz se le iba apagando a
convulsiones.
Entre
su familia y sus vecinos lo sacaron a la calle. Y lo llevó un patrullero otra
vez al mismo centro de salud. Donde el médico seguía de licencia. Se murió como
se mueren los pobres. Con heridas que nadie ve. Sospechado por niño. Acusado de
todos los males. Condenado a una silenciosa y prolija pena de muerte.
En La
Rioja, dice El Independiente, “buscan terminar con la problemática de los niños
en situación de calle”. Para eso la ministra de Desarrollo Social, Teresita
Madera, anunció la puesta en marcha de un programa “que va a contar con
operadores para poder levantar a todos los niños” en esa situación. De calle.
Es decir, “levantar” a todos los niños confinados a dormir al techo de la luna
y la escarcha por el sistema que ella misma sostiene.
No
explicó, Madera, qué acciones incluye levantar. Verbo de connotaciones
policiales. Ni qué harán con los niños que levanten. Qué mundo les cambiarán
para que su vida sea otra. En un mundo que también sea otro. Los niños en esta
situación (de calle) “corren un montón de riesgos, por accidentes, abuso”, dice
Madera, “cuando en realidad tienen que estar estudiando”. ¿Cómo se levanta a un
niño que es y está en la calle y se lo pone a estudiar?
¿Se lo
levanta de su esquina, se le lava la cara, se le moja el pelo, se le calza una
mochila, se lo deposita en la escuela y ya el mundo es otro y es otra su cabeza
y su deseo y su angustia? Lástima que la señora Madera Teresita, Ministra de
Desarrollo Social de La Rioja, no explica cuál será la metodología de los
“operadores que levantarán a los niños en situación de calle”.
Porque
las brujas y los fantasmas dan miedo cuando la noche no tiene paredes. Y a
veces llegan, fantasmas y brujas, en autos ministeriales.
*****
Tres
millones de niños y jóvenes viven en hogares hundidos en la pobreza. El 36 % de
los chicos que brotan como hormigas antes de la lluvia por las barriadas del
conurbano. Y el 52,1 % de los que viven en Tucumán.
Más de
la mitad de los pibes de Tucumán camina por una orilla terrible. Por un borde
que se afina y se pierde de pronto. A muchos se los traga el pedacito de futuro
que aparece ahí, cuando se da apenas un paso. Dice La Gaceta que Erica encadena
a su hijo de 16 para que no salga a robar por paco. Fumar es como comer trizas
de cristal. Rompe, corta, destruye por donde pasa. Envenena. Hace desastres el
paco en Tucumán. Y los chicos se mueren. Y Beatriz Alperovich les dice a sus
madres “al menos ahora vas a dormir tranquila porque tu hijo no está más en la
calle”.
Gracias
a que la herramienta de eliminación de excedentes es eficaz.
Y puede
reemplazar a la policía ligera, que suele ser más escandalosa
(**)AGENCIA
DE NOTICIAS PELOTA DE TRAPO
Nuestra Agencia instala su palabra en una sociedad
asimétrica, inequitativa, que dejó atrás a la mayoría de nuestros niños y donde
los derechos inalienables de la persona humana solo se cumplen para unos pocos
elegidos por la suerte.
Como herramienta comunicacional, se propone impactar
en la opinión pública y en los mismos comunicadores sociales, promoviendo una
revisión sistemática del paradigma cultural dominante. Se trata de mover -y de
conmover- a esa sociedad que ha marcado con un estigma descalificante al
excluido, y que levanta barreras infranqueables para los niños y jóvenes
nacidos en la pobreza, lo mismo que para las familias de donde ellos provienen.
Toda acción que contribuya a hacer visible y
conciente el hecho -lacerante- de que hemos desterrado a millones de niños y
aceptamos, cotidianamente, el inaceptable crimen del hambre; toda acción que
lleve a los colectivos humanos a indignarse y a impulsar un cambio, es para
nosotros palabra de cristal.
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utilizando básicamente tres herramientas: esta página web que se actualiza a
diario, un boletín electrónico semanal enviado a los suscriptores y una revista
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